Un libro que dice qué te gusta y en qué crees
13 de febrero - Fui a la sala Nicolás Guillén este viernes por razones épicas. La primera cita era con Roberto Chile, conocido documentalista cubano que, en agosto de 2014, se reveló al público como fotógrafo en la hermosa colección de instantáneas "Fidel es Fidel", expuestas en el Memorial "José Martí" de La Habana y en otras ciudades del país. Ahora, en invierno, pero con el mismo fervor, llega al público el catálogo de aquella expo.
Las palabras de presentación estuvieron a cargo de la periodista cubana Arleen Rodríguez Derivet, quien llamó la atención sobre la aparente tautología del título, que es una frase de Raúl Castro Ruz, presidente de la República de Cuba. Es que no hay un adjetivo suficiente para expresar el carácter de su personalidad y su importancia en la historia. Fidel es, entonces, sustantivo y adjetivo, explicó. Resume tanto la singularidad del hombre como su impronta. Las fotografías de Roberto Chile reunidas en estas páginas dicen lo mismo, pero en lenguaje visual.
Al final de su intervención, la presentadora leyó las palabras de Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, en la introducción del libro, donde el conocido orador valoró altamente la labor de Chile como fotógrafo, y advirtió del valor estético y ético de sus obras.
Mas Roberto Chile es hombre parco (¿será la costumbre de su rol tras la cámara?) y expresó que las palabras de Arleen y Eusebio eran más que suficientes, solo hizo algunas precisiones.
Primero agradeció al equipo de Collage Ediciones, del Fondo Cubano de Bienes Culturales, por el trabajo editorial, a la curadora Lesbia Vent Dumois, a Alexis Díaz Pimienta por sus décimas y también al equipo asesor.
Segundo, explicó la abundancia de fotos en blanco y negro. Se trata de que él se formó inspirado por los fotógrafos de la épica revolucionaria de las décadas 1960 y 1970. Hombres como Chinolope, Raúl Corrales, Liborio Noval, Perfecto Romero, Osvaldo Saldas, Roberto Salas, José Alberto Figueroa y, por supuesto, Alberto Korda. Entonces, la elección cromática es un homenaje a esos, sus maestros e inspiradores.
Por último, no hizo la exposición ni el catálogo por él, sino por Fidel, para que pueda ser conocido en su dimensión humana, íntima. Fidel es Fidel es, entonces, una exhortación para que todas las personas que guardan una foto la compartan, para quienes recuerden una anécdota, la narren. Ese Fidel amado por el pueblo cubano debe ser compartido ahora, no dentro de cien años, insistió. Esa es la historia de verdad.
Publicado en la Web de FIL
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