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Vivir en Cuba y ser Queer ha sido elección. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico.

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martes, 24 de febrero de 2015

A Miami para hablar de la xenofobia en Cuba

En octubre de 2014 reuní esfuerzos con varixs colegas para presentar una propuesta de panel a la Décima Conferencia de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos, que organiza Instituto de Investigaciones Cubanas (CRI, por sus siglas en inglés) de la Universidad Internacional de la Florida. En noviembre recibí esta cartica:
Estimada Yasmín Portales Machado:
 
Me complace informarle que hemos aceptado su propuesta para participar en la Décima Conferencia de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos, que tendrá lugar en nuestro recinto universitario del 26 al 28 de febrero de 2015. Este evento contará con la presencia de más de 250 académicos de diversas universidades en Estados Unidos y otros países como México, Puerto Rico, Alemania y Polonia. La conferencia es interdisciplinaria y se presentan trabajos de temas muy variados sobre Cuba y su diáspora. Se trata de un evento académico sin fines de lucro.
 
El comité de selección ha aprobado su ponencia titulada "Negar entrada de un nuevo componente a la cultura nacional ¿es racismo? Una pregunta para mirar a la comunidad otaku de Cuba".
Había más, y las aventuras que me permitirán volar a Miami este fin de semana dan para varios capítulos de folletín, pero no puedo contarlas aún. Les dejo solo el resumen de la ponencia que presentaré.
 
"Negar entrada de un nuevo componente a la cultura nacional ¿es racismo? Un pregunta para mirar a la comunidad otaku de Cuba"
 
Autora: Yasmín S. Portales Machado (Grupo de Trabajo Anticapitalismos y Sociabilidades Emergentes del CLACSO)
 
Resumen:
 
La metáfora de Fernando Ortiz de la cultura cubana como un ajiaco se repite desde hace casi un siglo. Al apropiarse de la idea e impedir acercamientos críticos a la misma, la cultura dominante cubana pudo invisibilizar la desigualdad real entre lo elementos constitutivos de la nacionalidad.
 
Desde fines del siglo XX, el uso dogmático del concepto es frecuente en espacios académicos y/o mediáticos para minimizar los aportes contemporáneos de diversas culturas a la cubanía, alegando su distancia respecto a la "tradición". Esta retórica es familiar para quienes están cerca de los debates sobre la ciencia ficción, el rock, el hiphop, el reguetón o el legado soviético. En la última década, una nueva comunidad "ajena a la cultura nacional" se hizo visible: la otaku.
 
La comunidad otaku de Cuba agrupa mayormente a menores de cuarenta años, cuya sensibilidad fue influida, desde la década de 1980, con la abundante programación de animados japoneses en el circuito nacional de cines del ICAIC. En el siglo XXI, el mayor acceso a artefactos electrónicos permitió que el intercambio de archivos digitales sin fines de lucro se normalizara. Ello dio paso al surgimiento de redes de intercambio y amplió el conocimiento del cine de animación (anime) y la historieta (manga) entre la nueva generación (menores de veinticinco años). La popularización del manga y el anime generaron el acercamiento a su cultura de origen. Así que, para quienes saben la diferencia entre muñequitos y anime, el idioma, moda, música  historia de Japón son cada vez más conocidos. Mientras esta transculturación florece, nuestros estudios sociales ignoran el fenómeno, y las políticas para la juventud lo engloban en el pánico frente a las "tribus urbanas".
 
La academia, metodológicamente rehén de una lógica patriarcal y eurocéntrica, repite una y otra vez que Cuba es española, africana y un poquito china, no es judía, no es norteamericana, no es soviética, no puede ser japonesa. Esta negación del carácter dialéctico de la cultura nacional, capaz de una asimilación constante de influencias diversas, impide la ampliación de los campos de estudio de las ciencias sociales. En su lugar –para fingir que se han comprendido los aportes críticos a las ciencias sociales de la Escuela de Francfort para acá–, se construyen discursos que piensan a la cultura cubana como un proceso dinámico hacia el interior, pero con un núcleo duro fijo, ya impermeable a influencias externas.
 
Entiendo el empeño en negar la posibilidad de que se incorporen nuevos elementos constituyentes a la identidad nacional como un acto de xenofobia.  Es un pensamiento xenofóbico en tanto establece jerarquías entre los diversos grupos que comparten el espacio nacional a partir de criterios de pertenencia vs otredad, donde los valores y modos de expresión de identidades recién llegadas no son "realmente" cubanos, sino modas extranjeras que "atentan" contra la cultura nacional. Especialmente todo lo pop, queda automáticamente "por debajo" de la "verdadera cultura". En el caso específico de la comunidad otaku, es fácil reconocer cómo las lógicas del racismo sobre la incapacidad para la ciudadanía de quienes no pertenecen a la cultura occidental son rápidamente recicladas: se argumenta infantilismo psicológico, culto a la violencia, ignorancia del canon occidental y un sistema de valores ajeno e irreconciliable con las tradiciones nacionales.  Observar con cuidado la resistencia a reconocer a la comunidad otaku como parte de la cultura cubana puede ayudar a delinear las los mecanismos de pensamiento conservadores que impiden el reconocimiento e incorporación a la identidad cubana de otros fenómenos culturales –desde el rock hasta la comunidad en la diáspora– en nombre de la pureza de una cultura que se dice mestiza.

domingo, 22 de febrero de 2015

El díficil juego de la honestidad

Entrevista por Boris Leonardo Caro

Conocí a Yasmín hace 18 años. De pie, rodeada de centenares de adolescentes incrédulos, ella reclamaba el derecho a un premio que nos habían arrebatado. Lloró de rabia aquel día, pero la dirección del colegio internado donde estudiábamos mantuvo su decisión injusta. Nosotros, sus condiscípulos, nos resignamos sin demasiado alboroto.

Yasmín se presenta como “feminista, marxista y no heterosexual”. Una definición extraña: en Cuba la Constitución garantiza la igualdad entre hombres y mujeres; el socialismo se derrumbó hace casi 30 años en Berlín y ella se casó con un tipo muy singular, Rogelio, que combina la física nuclear con la literatura y el activismo político.

“No soy una contradicción andante, sino una persona que prefiere jugar la carta de la honestidad, siempre que sea posible”, replica. Yasmín dista de ser la típica intelectual de izquierdas que alecciona al mundo desde un cómodo apartamento en una capital europea o latinoamericana. Habita un hogar de tres generaciones, en una casa que no disimula la pobreza. Como la mayoría de los cubanos, sobrevive con poco más de lo imprescindible.

“Soy feminista porque, aunque hay igualdad nominal de derechos para hombres y mujeres en Cuba, no hay igualdad práctica”, me aclara, antes de refutar mi teoría sobre el fin del socialismo. “¿Era socialismo eso de Europa Oriental? Yo creo que no. Cierto, se llamaban socialistas ¿y qué? ¿Tú le crees a la gente todo lo que dice de sí misma?” Y luego me aclara que no hay contradicción en su matrimonio con un hombre, porque lo ama, aunque ella no sea heterosexual.

Arcoíris en un país machista y homofóbico

En julio de 2011 Yasmín fundó una organización independiente para luchar “contra el estigma y la discriminación por orientación sexual e identidad de género”. El grupo aspira a desbloquear las leyes que sustentan la homofobia más o menos solapada en las instituciones. Para un lector inocente de la Constitución de la nación comunista, los propósitos del Proyecto Arcoíris carecen de sentido.

“Nuestra Constitución es muy bonita en algunas partes –de otras ni hablar-, pero carecemos de leyes que la implementen”, señala Yasmín. “Tampoco tenemos costumbre en Cuba (yo no sé si se perdió o nunca la hubo) de acudir a la Ley para resolver problemas que no sean claramente contractuales o judiciales”, dice.

La activista me recuerda que los cubanos acuden al gobernante Partido Comunista para reclamar sus “derechos humanos y ciudadanos”, o negocian entre ellos. “No tengo nada en contra de las conciliaciones, pero no funcionan en casos de discriminación, porque ofensor y ofendido nunca estarán a la par. Quien discrimina tiene de su parte las costumbres, la cultura”, sostiene.

Sin embargo, la sociedad civil en Cuba parece ahogada ante la omnipresencia del Estado y el control del Partido. ¿Cómo mantener una organización al margen del reconocimiento político y el apoyo financiero del gobierno?

“El Proyecto Arcoíris es una de las pruebas de cómo la hegemonía política de Cuba cede un poco”, indica Yasmín. Internet les ha permitido organizarse y darse a conocer. En 2014 la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA) los aceptó como miembros plenos, una pequeña victoria pues hasta ese momento no había grupos cubanos independientes en esa organización.

Quienes siguen desde fuera al movimiento LGBT en la isla saben cómo Mariela Castro, la hija del actual presidente, ha monopolizado el tema. Castro dirige el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), el cual ha reconocido a Arcoíris “como interlocutor legítimo, aunque siempre que pueden nos ignoran”. “Nosotros tenemos que criticarles si no las políticas del estado nunca van a mejorar”, explica.

Arcoíris se mantiene gracias al voluntariado, personas que aportan una parte de sus ahorros, otras prestan un sitio donde reunirse… También podrían acceder a la red internacional de apoyo a grupos que reivindican la diversidad sexual, “pero la mala conectividad a Internet dificulta la información y el bloqueo de Estados Unidos impide a muchas entidades darnos la mano”, lamenta la activista.

El futuro de Cuba

Hace algunos años compartí con Yasmín mi esperanza de ver a una mujer negra como presidenta de Cuba. En esos días celebrábamos en la isla la primera elección de Barack Obama. El 17 de diciembre pasado el presidente estadounidense, en un gesto histórico, anunció el cambio radical de la política hacia el país de sistema comunista. Del otro lado del estrecho de la Florida, Raúl Castro informó sobre el acontecimiento, cuyas consecuencias trascenderán el fin oficial de su mandato, en 2018.

“Hay días en que todavía no me lo creo ¿sabes? ¿Cuántos nacimos con la Ley de Ajuste Cubano y bloqueo? ¡Es nuestro mundo!”, confiesa Yasmín. Su mirada, no obstante, se aleja de la complacencia hacia ambos gobernantes, que “cambian los modales, pero no los intereses”. La integrante de Arcoíris desconfía de la intención de Washington de impulsar la democracia en Cuba, así como de la intransigencia ideológica de La Habana.

Le preocupa más el juego en la élite política de la isla. “En 2018 las fracturas dentro de la cúpula del poder cubano se harán más distinguibles. No soy demasiado optimista sobre ese viraje, pues carecemos de legislación y cultura para funcionar sin liderazgo carismático y sin represión sistemática”, considera.

El sucesor de los Castro “tendrá que gobernar un país desindustrializado, corrupto, con falta de agua y alimentos, envejecido, con alta tasa de migración, sin leyes de protección ciudadana, con un ejército muy fuerte y en el foco de las tres potencias mundiales: Estados Unidos, Rusia y China”, afirma antes de preguntarme “¿Conoces mejor receta para la inestabilidad política?”

Yasmín pertenece a la generación que llegó a la adolescencia en los peores años de una crisis económica interminable. Licenciada en Teatro en el Instituto Superior de Arte de La Habana, ha dedicado más tiempo a la literatura, el periodismo y el activismo social que a los escenarios. En el cénit de su juventud, mira con cierto temor el presente de Cuba por el retroceso de los derechos de mujeres, trabajadores y afrodescendientes.

“Llevará a Cuba tiempo y dolor recuperar algo similar a la democracia –de cualquier color”, asevera.

Sobre la posibilidad de una presidenta mujer o un gobernante negro, responde con escepticismo. “Yo creo que a Cuba le llevará al menos una década tener un presidente electo por voto popular en elecciones creíbles. Ese sería el primer paso ¿no?”, apunta.

Se conforma, en fin, con cualquiera “medianamente honesto que no sea títere de la casta militar-empresarial que se está apoderando del país”. Sin embargo, hasta esa posibilidad se augura difícil, tanto como “tumbar un monte de marabú” y hacerlo productivo, todo un símbolo de los grandes problemas pendientes para el gobierno de la isla.

Termina la entrevista y regreso a su pregunta “¿Tú le crees a la gente todo lo que dice de sí misma?”. Sí, le creo, aunque no me abandone la imagen de aquel día en la plaza del colegio: Yasmín de pie, rodeada por la incomprensión de sus compañeros, pero decidida a defender su verdad, contra vientos y soledades.

Tomado de Yahoo Noticias

Feria 2015: Una fábula danzada para cerrar la fiesta del libro infantil

Es domingo, se acaba la Feria en La Cabaña, por lo menos tres notas de clausura saldrán en este portal hoy, pero ninguna con el derroche de color y alegría que me tocó reseñar. Se trata, claro, del cierre del Pabellón Infantil “Tesoro de papel”.

La ceremonia ocupó el escenario de la sala Nicolás Guillén -el lugar de los grandes acontecimientos -, pero no hubo declaraciones grandilocuentes ni infantes encartonados. Como la India fue el país invitado de honor de este 2015, Yumié Rodríguez –conocida locutora y promotora cultural- puso en escena una aventura de danzas, magia y aprendizaje protagonizada por los niños de la Compañía “Sueños para contar” –que ella dirige-, del Grupo de Danzas Asiáticas “Habbibi” y del Club de Lectores de Alamar.

Mientras un émulo de Marco Polo buscaba la voz del pavo real entre diosas y espíritus de la tierra, sucesivas coreografías permitieron a las niñas de “Habbibi” mostrar sus habilidades. El vestuario era colorido y cómodo, las bailarinas lucían relajadas, seguras de sus pasos y rol en la puesta general –algo asombroso, pues algunas no rebasaban los seis años. Todo el montaje revela la habilidad de Yumié Rodríguez para trabajar de modo itinerante con intérpretes no profesionales. Además, se deduce que hay un sólido trabajo pedagógico en los tres grupos de infantes, lo cual permitió, primero, la interacción eficaz entre narración oral, teatro y baile y, segundo, que nadie perdiera la compostura mientras nuevos espectadores llegaban a la sala, atraídos por la música.

Después de la merecida ovación del público, llamaron al escenario a Flor Nodal, Subdirectora Comercial y de Promoción de Gente Nueva. Resulta que los niños y adultos de los proyectos que apoya esta editorial decidieron otorgarle la Distinción a la Humildad "Dora Alonso" –la misma que otorgaron a Los Cinco el pasado 17 de febrero. Casi sobra decirlo: los regalos del Círculo de Abuelas y el Diploma -dibujado por uno de los pequeños del Club de Lectores y con firmas de cada integrante del colectivo infantil- pusieron a Flor –siempre tan compuesta, ordenada y profesional- como un manojo de nervios. Justo es el reconocimiento, ya que ella es uno de los engranajes básicos para que la fiesta del “Tesoro de Papel” sea auténtica y diferente cada año.

Como colofón, el artista Carlos Santana obsequió un cuadro a la Embajada de la India. Así terminó la Feria del Libro para los niños.

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Feria 2015: Premios a la buena escritura, el descubrimiento y el respeto a una ciencia

Ya casi termina la Feria, pero las emociones no terminan. En la sesión de cierre del sábado en la sala Nicolás Guillén, el público, mayormente personas relacionadas con la investigación histórica y sociológica, fue convocado para la ceremonia de entrega de los premios de historia. Lo digo en plural porque se trata de cuatro distinciones: Premios de la Crítica Histórica "Ramiro Guerra", para ensayo y biografía; Premio de la Crítica Histórica "José Luciano Franco", para el mejor libro de historia publicado en el sistema de Ediciones Territoriales; Premio de la Crítica Histórica "Fernando Rodríguez Portela", para jóvenes historiadores; y como cierre el Premio Nacional de Historia, que reconoce la obra de toda la vida.


El primer lauro entregado fue el Premio de la Crítica Histórica "Ramiro Guerra", fundado en 1997 para reconocer dos categorías, ensayo y biografía. Este año su desarrollo fue empañado por la muerte de uno de los jurados: Oscar Loyola Vega, víctima de un accidente de auto el 5 de septiembre. Por eso, a la lectura del acta precedió un elogio a su trabajo y personalidad. Tras este memorial, se explicó que hubo tres libros considerados para el premio en la categoría de biografía. Tras valorar la novedad del tema y el aporte de hechos develados se decidió reconocer a Byrne, el verso de la Patria, de Urbano Martínez Carmenate (Ediciones Matanzas). Para ensayo, fueron candidatos ocho títulos, pero solo tres llegaron a finalistas. De estos, el que destacó por su novedad, develación de numerosos documentos inéditos y excelencia narrativa fue Nadie puede ser indiferente. Miradas a las guerras (1868-1898), de Elda Cento (Editorial Oriente).

El Premio de la Crítica Histórica "José Luciano Franco" fue fundado en 2002 para reconocer al mejor libro de historia publicado en el sistema de Ediciones Territoriales. Este 2015 hubo dieciséis textos en concurso, cinco de los cuales cinco ameritaron llegar a finalistas. Al final le fue otorgado a Del látigo y el jornal. Apuntes sobre la esclavitud en el Camagüey, también de Elda Cento (Editorial Ácana). Uno de los valores que el Acta del Jurado destaca del libro  es el análisis de la esclavitud en Camagüey y la aplicación de estadísticas para el análisis de datos.

El cuarto galardón anunciado esa tarde fue el Premio de la Crítica Histórica "Fernando Rodríguez Portela", que se entrega a jóvenes historiadores desde 2006. En el Acta se reconoció la originalidad del tema, el discurso ameno y el aporte metodológico por el enfoque investigativo. Todo eso valió para que Malena Balboa Pereira tenga ahora un libro multipremiado. El manuscrito de Contra la indiferencia oficial José María Chacón y Calvo, recibió el Pinos Nuevos, de Ensayo Histórico Social en 2013, y la publicación de Letras Cubanas le vale ahora un Fernando Rodríguez Portela. ¡Enhorabuena!

El cierre llegó con la entrega del Premio Nacional de Historia a Oscar Zanetti Lecuona. En su elocución, el presidente del jurado reveló que hubo seis propuestas, pero la decisión de reconocer a Zanetti fue unánime. Las razones enumeradas fueron abundantes, cito solo el valor de su obra, su comportamiento siempre ético, sus resultados en docencia e investigación, su actividad constante en las asociaciones de historia de Cuba y otras regionales, el hecho de que varios de sus libros recibieran en su momento el Premio de la Crítica.

En el elogio, Horacio Díaz Pendás mencionó los orígenes profesionales de Zanetti en la arqueología. Entre los méritos que justifican el lauro, listó sus más de sesenta publicaciones –entre artículos, resultados de investigación y libros-, su trabajo docente, la amplitud de sus investigaciones –además de la economía ha hecho aportes en historiografía, sociología, relaciones Cuba Estados Unidos y cultura-, su huella en la carrera de Historia de la Universidad de La Habana y, sobre todo, su uso de una auténtica metodología marxista. Respecto a su escritura, destacó la hondura y originalidad, el impecable uso del idioma.

En su discurso, Oscar Zanetti Lecuona afirmó que lo mejor de esa ceremonia era la compañía. Agradeció a Olga Portuondo Zúñiga por su presencia, y felicitó a las otras personas premiadas. En la reflexión posterior, destacó la importancia del estilo de escritura en la historia. En la medida en que la historia dejó de ser poesía y empezó a ser ciencia, el estilo perdió importancia. Calificó esto como un error: "nuestras obras no pueden perder el estilo referencial, pero hace falta una prosa amena. En una obra de pobre redacción se pierde parte del esfuerzo, y el público va luego a informarse en fuentes de menor seriedad, pero más amigables. Debemos trabajar para que se conozca el pasado de manera multifacética -exhortó-, ese es el sentido de nuestra vida y el aporte al país".

Oscar Zanetti Lecuona (La Habana, 1946) ha impartido docencia en varias universidades cubanas y extranjeras como la Universidad Autónoma de Nicaragua, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la Universidad de Brasilia, la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Yucatán, University of Texas, Harvard University, entre otras. Recibió el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas en 2011. Pertenece además a la Asociación de Historiadores del Caribe, a la Asociación de Historiadores de Latinoamérica y el Caribe (ADHILAC), a la Unión de Historiadores de Cuba, a la Asociación Mexicana de Historia Económica, a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de la que es vicepresidente de la Sección de Historia. Es miembro correspondiente extranjero de la Academia Dominicana de la Historia y editor y corresponsal extranjero del Journey of American History.

Algunos de sus libros: United Fruit Co., un caso del dominio imperialista en Cuba (Editorial Ciencias Sociales, 1976), El proceso de la investigación histórica (ENSPES, 1979), Caminos para el azúcar (Editorial Ciencias Sociales, 1987) (coautor con A. García.), Dinámica del estancamiento. El cambio tecnológico en la industria azucarera cubana entre 1926 y 1959 (Instituto de Historia de Cuba, 1996), Las manos en el dulce. Estado e intereses en la regulación de la industria azucarera cubana (Editorial Ciencias Sociales, 2004), Isla en la Historia. La historiografía de Cuba en el siglo XX (Unión, 2005) y Esplendor y decadencia del azúcar en las Antillas hispanas (Ruth casa editorial y Editorial de Ciencias Sociales, 2012).

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Feria 2015: Las razones de algunas actividades impropias

21 de febrero - La voz del breve y tenso diálogo entre Julito el Pescador (Rene de la Cruz) y Fernando (Sergio Corrieri) en los últimos minutos de la mítica serie En silencio ha tenido que ser sumió a la sala en un silencio fervoroso. Mientras la música de José María y Sergio Vitier puntea el dramatismo, Reinier y Fernando se abrazan, termina la separación de una década. Luego vemos a otro Fernando  descender de la escalera de un avión. Raúl Castro dice su nombre, y el de sus cuatro camaradas: es 17 de diciembre y el mundo ha cambiado.

Así comenzó la presentación de Estados Unidos: el precio del poder, del  Doctor en Ciencias Políticas e investigador social Alejandro Castro Espín. Se trata de una edición ampliada que la editorial Capitán San Luis preparó a propósito de los trascendentales hechos del 17 de diciembre pasado –inicio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos.

Las palabras de presentación estuvieron a cargo de Abel Prieto, escritor y asesor del Presidente de la República. En su opinión, este es un libro especialmente importante para los cubanos después del 17 de diciembre, elemento que se aclara en la “Introducción” escrita a propósito del gran evento político.

Este no es un libro de propaganda o agitación gratuita, sino de ciencia. Desmonta cómo se gestó la filosofía del poder en los Estados Unidos, cuando aún no eran un país. Para esto, ofrece gran cantidad de datos demográficos, de historia de la ciencia y del pensamiento. Es un enfoque científico, pero comprometido con la izquierda. Esta investigación acuciosa lleva a conclusiones demoledoras, todo a partir de documentos públicos y declaraciones de los mismos intelectuales orgánicos de su sistema.

Aunque el arco temporal cubre desde el siglo XVIII hasta el XXI, Prieto destacó las páginas dedicadas al Comité Church (1975-76) y a la relación entre el Movimiento Neoconservador y George W. Bush (2001-2009). El autor reconoce a la investigación congresional de hace cuarenta años su intento de contener las acciones encubiertas de las agencias federales. Pero de todos modos se reconoce la resonancia ideológica, pues sus miembros consideraron que el intento de asesinato de líderes políticos extranjeros y el espionaje doméstico como “actividades impropias”.

Respecto a los “neocons” expone su fuerte apoyo material a las políticas más duras del Partido Republicano y la imposición de valores absolutos e intransigencia usando como premisa la creencia estadounidense de tener una superior autoridad moral.  Para concluir, mencionó como valor agregado, y lógico en una investigación científica, la abundante  y actualizada bibliografía.

Al tomar la palabra, Alejandro Castro Espín dio las gracias al presentador y a la Editorial Capitán San Luis, por la nueva edición actualizada. Según el autor, el objetivo del libro es exponer el ideario de las elites de poder que han conducido los hilos de la política imperial de EE.UU. desde su surgimiento como nación y sus proyecciones geopolíticas en el siglo XXI. Explica los fundamentos históricos y las bases científicas que constituyen la esencia del imperialismo, con la Doctrina de la Seguridad Nacional como eje principal de su agresiva política exterior.

Estados Unidos: el precio del poder, es un libro del 2009 que estaba agotado en las librerías. El texto ha sido publicado en Líbano (enero de 2012), Rusia (octubre de 2012) y Grecia (Editorial New Star, 2015). Fuentes periodísticas anunciaron que las traducciones al chino y francés se presentarán próximamente.

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sábado, 21 de febrero de 2015

Feria 2015: Padura y el regreso de unas viejas crónicas

Creo que esta mañana es el día que más llena ha estado la sala de Lecturas en la Red, el espacio que gestiona Cubaliteraria para la promoción de literatura en soporte digital dentro de la Feria Internacional del Libro. No es para menos, pues se presentó Padura periodista, compilación de cinco libros de crónicas y entrevistas de Leonardo Padura, acaso el más popular de los escritores cubanos contemporáneos.

Para la presentación, se invitó a Sandra Rossi Brito, editora de Letras Cubanas, y a Ciro Bianchi, periodista especializado en la crónica histórica y la entrevista.

Sandra Rossi Brito hizo un breve resumen de la trayectoria de Padura, al que calificó como uno de los escritores más importantes de la Cuba actual. Resaltó la influencia de su trabajo como periodista en El Caimán Barbudo y Juventud Rebelde –de 1980 a 1990- en su obra de ficción, ya que le dejó esas miradas agudas de la realidad que impulsan en su generación (nación en 1955) un examen de consciencia inevitable a partir de sus lecturas. Aunque ahora se conozca más a Padura como novelista, insistió, el periodismo es importante, es una forma de memoria.

Ciro Bianchi -su columna Lecturas de Domingo es de lo más esperado en el Juventud Rebelde dominical- hizo una intervención muy breve. Destacó la absoluta honestidad con que Padura aborda la realidad cubana, algo que está presente en su periodismo y su ficción.

Padura periodista contiene cinco libros de crónicas y reportajes: El viaje más largo (1994), Los rostros de la salsa (1997), El alma en el terreno (1999), Entre dos siglos (2007) y La memoria y el olvido (2012). De ellos, el único disponible en las librerías de Cuba en este momento es El alma en el terreno.En su intervención, Padura Fuentes agradeció a Mónica Olivera por la idea del CD, y al equipo que se encargó de las nuevas ediciones, ya que introdujeron miradas frescas en textos que él creía ya cerrados. Esta iniciativa permite devolver al público libros ya agotados, aunque parezca un gesto anticuado desde el extranjero. Definió la coyuntura tecnológica de Cuba como “complicada”, pues en el resto del mundo se hacen ebooks para equipos portátiles, mientras que en Cuba se deben hacer CDs.

Confesó que la estrella de esta recopilación, su libro más querido, es El viaje más largo (1994). Los reportajes allí recogidos son de su etapa en Juventud Rebelde: fue el tránsito de un escritor sin pericia técnica a uno maduro. Esa es la diferencia que se nota entre Fiebre de caballos (1984) y Pasado perfecto (1990).  Ahora, con este CD, esas crónicas tienen la posibilidad de encontrarse con sus lectores naturales.

Al cierre de la presentación, se anunció que la segunda edición de Padura periodista tendrá los cinco libros integrados a través de una programación básica en HTML y una galería de fotos.

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Feria 2015: Del amor, la miseria y la humanidad que nos acompañan en todos los tiempos

Las acciones de la Brigada para leer en libertad continuaron este viernes en la Feria Internacional del Libro de Cuba. En la sala Alejo Carpentier se comentaron y distribuyeron gratuitamente dos antologías: Vietnam heroico (1922 - 1975) y Desde el futuro con amor.

El primer título reúne a once autores de esta nación del extremo de la Península de Indochina. La selección de Santiago I. Flores y Paco Ignacio Taibo II solo alcanza a ser “una pequeñísima e impactante muestra de la literatura vietnamita”, advierten en la presentación. El variado contenido de Vietnam heroico (1922 - 1975) es: “En París”, de Bui Lam; “La marcha hacia el sur”, de Vo Nguyen Ai Giap; “Poemas entresacados del Diario de la Prisión”, de Nguyen Ai Quoc –más conocido como Ho Chi Minh-; “La cosecha”, de Bui Hien; “Situación militar en el curso del invierno de 1953 y la primavera de 1954”, de Vo Nguyen Giap; “El relojero de Dien Bien Phu”, de Huu Mai; “La pequeña sandalia”, de Thuy Thu; “El choque”, de Than Giang y Luu Ngo; “El regreso”, de Phan Tu; “Epílogo” de Wilfred G. Burchett; y “Nhung, la combatiente de Saigón”, de Nguyen Sang.

En efecto los diez relatos y trece brevísimos poemas, apenas ciento sesenta páginas, dejan con ganas de más.

Desde el futuro, con amor. Antología de ciencia ficción y fantasía, es más breve: ciento trece folios ofrecen ocho relatos. Dos de ellos oscilan en el brumoso campo de la fantasía y el horror, por allí desfilan Leonardo da Vinci y la mafia rusa, en extraños intercambios temporales y filosóficos. Los otros seis cuentos siguen con claridad el canon de la ciencia ficción; exploran los tópicos del viaje en el tiempo, las ucronías, el futuro lejano y el siempre equívoco “Primer contacto”. La selección deja un sentimiento de inquietud tremendo, ya que varios de los relatos advierten sobre la responsabilidad social e individual. El libro tiene un montaje dramático interno sólido, que genera el efecto más buscado por los autores de ciencia ficción, de acuerdo al cubano Yoss, “al hacer plausibles los futuros terribles, alguien se preocupa por evitarlo, entonces los escritores de ciencia ficción respiramos”.

Lo único que se echa de menos en ambos libros es una reseña de los autores. Creo que esto es especialmente importante en el caso de volúmenes de promoción de la lectura, para que un libro lleve a otros. Así la plata de la Fundación Rosa Luxemburgo y las horas de trabajo de la Brigada Cultural para leer en libertad rendiría más. Advertencia, estos son libros para leer, prestar, donar, compartir, extraviar en la guagua, recomendar, intercambiar o regalar. De ningún modo para lucrar: en la última página dice “Queda prohibida su venta”.

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viernes, 20 de febrero de 2015

Feria 2015: No se puede vender una novela sobre Espartaco ¿verdad?

La segunda acción de la brigada Para leer en libertad en la Feria Internacional del Libro, fue la presentación y distribución gratuita de la novela histórica Espartaco, de Howart Fast. El evento se realizó en la sala Alejo Carpentier, minutos después de la charla sobre la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

El objetivo de la sesión era presentar al público qué es la brigada Para leer en libertad, la Oficina Regional en México de la Fundación Rosa Luxemburgo y cómo llegaron a trabajar juntos. Esa parte correspondió Torge Löding y Paloma Saiz. Luego, se habló un poco de los avatares de la novela Espartaco, y su creador Howard Fast, labor asignada a Paco Ignacio Taibo II.

Torge Löding, director de la Oficina Regional en México, de la Fundación Rosa Luxemburgo, fue el primero en hablar. Explicó que la Fundación es una organización alemana fundada en 1990 como la Asociación para el Análisis Social y la Educación Política, en 1996 fue reconocida por el partido izquierdista alemán, Partido del Socialismo Democrático, como su rama formal en educación y cooperación internacional. Buscan mejores condiciones para la formación política, en especial las poblaciones marginadas, y el fortalecimiento de actores y redes democráticas mediante la promoción de la equidad de género y las políticas antidiscriminatorias.

La Oficina Regional México atiende el trabajo diario, el desarrollo de proyectos y la vinculación con organizaciones en ese país, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y Cuba. El objetivo es estrechar los vínculos y alianzas con los diversos actores sociales de la región, y sus actividades se centran en el fomento de la participación activa de los ciudadanos y sus organizaciones en los procesos políticos, económicos y sociales.

Nuestras contrapartes y nuestros aliados políticos prioritarios son los actores de la sociedad civil, los movimientos sociales, instituciones educativas y de formación, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, organizaciones de mujeres y centros de investigación.

La brigada Para leer en libertad es contraparte en México de la Fundación Rosa Luxemburgo, "tenemos un programa de formación política y edición de libros. Pero de eso puede hablar mejor Paloma Saiz", concluyó Löding.

Paloma Saiz es una de las fundadoras de Para leer en libertad; son un núcleo de trece personas. Su objetivo es la promoción de la lectura y la recuperación de la memoria histórica. Para ello desarrollan diversas acciones, algunas de modo autónomo, otras en coordinación con el gobierno local de México. Por su cuenta arman una Feria del Libro itinerante en barrios marginales del DF, que incluyen tendederas de poesía, charlas con autores y talleres. Suya también fue la idea y puesta en marcha de los “remates”: reventa de libros ya camino a convertirse en pulpa por 3 o 5 % de su valor comercial, de este modo han puesto casi un millón de ejemplares en las zonas pobres de la ciudad.

Con el gobierno local realizan el proyecto Leer en el Metro, para que las noventa mil personas que usan ese transporte puedan leer durante el trayecto de modo totalmente gratuito. Por supuesto, el proyecto más grande es el catálogo editorial. Para leer en Libertad ha publicado más de cien libros. Se distribuyen de forma totalmente gratuita en formato impreso o digital. Esa es una de las claves de su relación con la Fundación Rosa Luxemburgo, su único apoyo económico fijo en estos cuatro años de trabajo.

Después, correspondió a Paco Ignacio Taibo II comentar sobre Espartaco y las razones para publicarlo. Reveló que en una encuesta realizada a los líderes del movimiento estudiantil de 1968, ante la pregunta “¿Cuál fue el libro que te cambió la vida?” más de la mitad respondió Espartaco. Puede parecer sorprendente, pero pensándolo bien… se trata de una novela sobre la lucha por la libertad, que afirma que si para algo sirve la vida, es para luchar por la libertad.

El autor Howard Melvin Fast (Nueva York, 1914 - Connecticut, 2003), fue calificado por Taibo como “uno de los novelistas más gloriosos del siglo XX”. Narrador especializado en la novela histórica, su acercamiento al pasado es el de un hombre de izquierdas: tratar de comprender las relaciones de poder y la lucha por la libertad en cada época. Fast fue encarcelado por desacato a la Comisión de Actividades Antiamericanas. Después quedó inscrito en las listas negras del macartismo y tuvo que utilizar seudónimos para poder publicar, como V. Cunningham y Walter Ericson. Es en este contexto que concibe y escribe Espartaco, pero la presión del gobierno hace que ocho casas editoriales se nieguen a publicarlo. Finalmente, Espartaco sale en 1951, financiado con los ahorros del autor y su esposa. Se hizo extremadamente popular.

Fast fue uno de los fundadores del Movimiento Mundial de la Paz y miembro de su consejo director durante cinco años (1950-1955). También fue candidato al Congreso, por Nueva York, por el America Labor Party. Esto hizo que le publicaran al otro lado de la Cortina de Hierro, y la calidad de sus textos le valió un Premio Stalin. Cuando la URSS aplastó a Hungría en 1956, Fast probó que era de izquierdas: rompió con el estalinismo y quedó en el fuego cruzado entre las dos potencias: censurado en Estados Unidos –sus libros fueron expurgados de las bibliotecas públicas y no podía recibir crédito por sus guiones de TV o cine - y desde Europa Oriental se negaron a pagarle derechos de autor.

A pesar de ello, Howart Fast nunca renunció a su credo político ni a la escritura. Legó unas sesenta novelas, todas provocativas, políticamente incorrectas, cantos a la libertad. La edición que presenta Para leer en libertad fue autorizada por el autor, siempre que fuera gratuita.

Pero claro, la pregunta pertinente es: ¿por qué publica Para leer en libertad, literatura como material de formación política? Porque allí donde Lenin y Marx fracasan, Fast avanza. Sus relatos apelan a una visión cotidiana de la necesidad de libertad.

Las otras presentaciones de Para leer en Libertad en la Feria serán este viernes 20 de febrero, en la misma sala Alejo Carpentier. A las 11:00 a.m. Viet Nam Heroico, con intervenciones de Nadja Chataby y Torge Löding; y al mediodía los escritores Paco Ignacio Taibo II y Yoss  presentarán Desde el futuro con amor. Antología de relatos de ciencia ficción. Todos los libros serán distribuidos gratuitamente a quienes asistan.

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Feria 2015: Sobre 43 semillas extraviadas y una regadera con sangre de estudiantes

Mediodía frío en La Habana. Es jueves 19 de febrero, la Feria del Libro llegó a su séptima jornada. El viento, encajonado en las calles estrechas de la Fortaleza de La Cabaña, levanta un polvillo pertinaz. La gente avanza con dificultad entre exposiciones, plegables, libros, afiches, cuadernos, chaquetas temáticas y pizzas de dudosa calidad mientras entrecierra los ojos. Dentro de las bóvedas, el clima tibio, y el silencio de los celulares –ni el frío ni las señales de radio pueden atravesar estos muros concebidos para detener a  cualquier invasor- es propicio para compartir recuerdos.

En la sala Alejo Carpentier, la Brigada para leer en libertad y la Fundación Rosa Luxemburgo organizaron la charla Ayotzinapa, crimen de Estado. La moderadora fue Patricia Zapata, de la Fundación Rosa Luxemburgo, los ponentes: Sanjuana Martínez, periodista, y Paco Ignacio Taibo II, escritor, periodista y activista sindical.

Sanjuana Martínez (Monterrey, 1963), lleva 28 años en el periodismo en prensa escrita, radio y televisión. Recibió el Premio Nacional de Periodismo de México (2006) y el Ortega y Gasset (2008). Ha cubierto los fenómenos migratorios entre Europa y el norte de África, y entre Estados Unidos y México. También se adentró en los delitos de pederastia cometidos por el clero, que han estremecido los cimientos de la Santa Sede. Ha sufrido amenazas, acoso y persecución por sus reportajes.

En septiembre de 2013 la revista Forbes la declaró una de las 50 mujeres "más poderosas de México". En 2014, la revista Líderes Mexicanos la incluyó entre las 10 periodistas líderes de opinión de México. Actualmente Sanjuana Martínez es colaboradora del periódico La Jornada y periodista freelance.

Francisco Ignacio Taibo Mahojo (Gijón, 1949), mejor conocido como Paco Ignacio Taibo II es un escritor, periodista, activista sindical, profesor universitario, periodista, director de revistas, novelista, presidente de la Asociación Internacional de Escritores Policíacos, fundador de la Semana Negra de Guijón –festival de literatura policiaca- y de Para Leer en Libertad -proyecto cultural de fomento a la lectura y de divulgación de la historia de México. Desde 2012 se desempeña como secretario de Arte y Cultura del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Entre ambos trazaron un panorama elocuente, documentado y conmovedor sobre la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” (municipio Iguala de la Independencia, estado de Guerrero, México) y su relación con la violencia del narcotráfico, la represión estatal contra los movimientos sociales y la corrupción de la clase política nacional.

Recordemos que se trata de una serie de episodios de violencia ocurridos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, en el que estuvieron involucrados policías municipales de Iguala, elementos del Ejército y la Marina de México por una parte; y estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos (mejor conocida como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa), periodistas y civiles. Los enfrentamientos dejaron, al menos, seis personas fallecidas, veintisiete heridas y 43 estudiantes desaparecidos.

En su intervención, Sanjuana Martínez hizo hincapié en la importancia del término de “desaparición forzosa” para referirse a lo ocurrido. La tesis del gobierno de que fueron entregados a Guerreros Unidos (cartel de narcotraficantes local) no se sostiene, no es más que un intento del Ejército Mexicano –que ya lleva otras matanzas a sus espaldas, como Tlatelolco y Atenco.

Tras el desmontaje cuidadoso de las mentiras estatales, Sanjuana insistió en que la única certeza justo ahora es que los 43 no aparecen y que el Estado quiere acallar este movimiento estudiantil, de gran fuerza popular, y con radicales propuestas sobre el orden político de México.

La desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa ya llegó a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, en vistas de que las familias no pueden conseguir justicia del gobierno nacional, y esto ha llamado la atención sobre la gran cantidad de personas desaparecidas en todo México. Las cifras del gobierno estiman unas treinta mil personas víctimas de “desaparición forzosa” (similar al número de desaparecidos en Argentina durante los gobiernos militares en Argentina, 1976-83), pero esas cifras están en cuestionamiento. Fuentes independientes hacen crecer los números hasta trescientas mil víctimas. Para poner las cifras en contexto, el informe oficial sobre desaparecidos en la dictadura de Augusto Pinochet cifra en 3 065 los muertos y desaparecidos.

Paco Ignacio Taibo II enfocó su intervención en el contexto de estas luchas estudiantiles en la reconfiguración política actual de México y la revelación de las relaciones de corrupción entre los narcotraficantes y la cúpula política nacional.

Un ejemplo de esto es la galopante degradación del PRD como partido de izquierda. Después de las elecciones en que ganó Peña Nieto, el PRD firmó un acuerdo con el gobierno para sancionar las nuevas medidas neoliberales, que llevaron a la reciente privatización del petróleo. Ayotzinapa no es, como propusieron algunos, un montaje para desprestigiar al PRD, sino que revela su vínculo con el poder y la corrupción del Estado y el gobierno.

La Brigada para leer en libertad no podía planear el clima para su primera presentación en esta Feria –serán cuatro en total-, pero algo de relato compartido junto al fuego mientras fuera ruge la tormenta adquiere poco a poco la voz poderosa de Sanjuana Martínez. Es la épica de estos tiempos, el relato de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, sus ideas, su pobreza, su martirologio. Su “desaparición forzosa” provocó protestas masivas en México, la acción unida de las comunidades mexicanas en la migración por todo el orbe, hasta irrumpió en la glamorosa la entrega de los Granmy Latino –Calle 13, siempre provocadores.

Tiene razón Sanjuana, los mataron, pero no sabían que eran semilla. Los regaron con sangre, y ya florecen. Por eso van a regresar… vivos.

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jueves, 19 de febrero de 2015

Feria 2015: Nueva marca de los Calendario en la cultura cubana

Foto: Fayad Mejides
 
18 de febrero - Ya es costumbre que las ceremonias más importantes de la Feria Internacional del Libro se realicen a las cuatro de la tarde en la sala Nicolás Guillén. Estar en ese horario, de modo automático, implica el reconocimiento del Comité Organizador en el panorama de la política cultural cubana. Es por eso que la ceremonia de los Premios Calendario, que convoca la Asociación Hermanos Saíz se programó este miércoles, en la sala Nicolás Guillén a las cuatro de la tarde.
 
 
La primera parte de la ceremonia fue para anunciar los libros reconocidos en este 2015 con los premios y menciones. Las categorías abiertas eran narrativa, literatura infantil, literatura de ciencia ficción, poesía, ensayo y teatro. Estos son los resultados:
  • Narrativa: Premio a Miguel Alejandro Rey Rodríguez, por Maiz que no explota; menciones para Elaine Vilar Madruga, Pop art y Eduardo Rafael Corzo Mesa, Estampas de asuntos oscuros.
  • Literatura Infantil: Premio a Daniel Zayas Aguilera, por La sombra de los almendros; mención a Leidy González Amador, Acuario de Onfard.
  • Literatura de Ciencia Ficción: Premio a Eric Flores Taylor, por En La Habana es más difícil y otros relatos; menciones para Alejandro Martín Rojas Medina, Chunga maya, y el dueto de Carlos César Muñoz García del Pino y David Alfonso Hermelo, Danzario mecánico.
  • Poesía: Premio a Heriberto Machado Galiana, por Nacido muerto; menciones a Osmel Almaguer Delgado, Creatura, y Carlos Manuel Álvarez Rodríguez, Sobre el asfalto desierto un ave con sed.
  • Teatro: Premio a Alessandra Santiesteban Rodríguez, por Soup; mención a Elaine Vilar Madruga, Obediencia.
  • Ensayo: Premio a Dayron Oliva Hernández, por ¿La nación secuestrada? Machismo y racismo en la política inmigratoria cubana (1902-1933).
En la segunda parte de la ceremonia se hizo la presentación de los libros que recibieron el Premio Calendario 2014. Se confió a la narradora y editora Aida Bahr la función de presentar los nuevos textos. En su comentario, destacó el papel del premio para la promoción de jóvenes talentos y temas novedosos. En efecto, los títulos son inquietantes: Ventana tropical, del poeta Karel Bofill Bahamonde; Amnesia del infierno, del dramaturgo Roberto Viña; Trilogía sucia de Manhattan, del narrador Abel Fernández-Larrea Berriz; En un lugar de La Mancha, narración para niños de Randoll Machado; Dentro de la boca del lobo, de Dennis Mourdoch Morán, por la ciencia ficción; y ¿Es fácil ser hombre y difícil ser negro? Masculinidad y estereotipos raciales en Cuba (1898-1912), del ensayista Maikel Colón Pichardo.
 
En lo que se refiere a los libros como objetos en sí, las cubiertas logran balancear la unidad de la colección con la identidad de cada volumen y el diseño interior permitiendo una lectura cómoda.
 
En opinión de esta redactora, uno de los valores potenciales del Premio Calendario es que la prontitud del proceso editorial permitiría a la crítica conocer y analizar estas nuevas voces. Por desgracia, la anémica crítica literaria nacional no cumple su función –ya sabemos que se conjugan la falta de estímulo material, los escasos espacios de publicación y el menosprecio con que aún se ven los espacios digitales para tal función. Entonces, no me queda más que recomendar que compren la colección 2014 del Premio Calendario –según sus preferencias genéricas- y escriban a la Casa Editora Abril sus opiniones. 
 
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Feria 2015: Evo, Stella y lo imposible de la "normalidad"

Fotos Fajad Mejides
 
18 de febrero - Este miércoles se presentaron dos de los textos más esperados por quienes siguen en Cuba la política continental y las relaciones de Estados Unidos con Nuestra América. Se trata de Evo en la mira. La CIA y DEA en Bolivia, de Stella Calloni (Editorial Nuevo Milenio) y Stella Calloni. Una cronista de la historia, por Héctor Bernard y Julio Ferrer (Editorial José Martí).
 
 
El primer libro, Evo en la mira. La CIA y DEA en Bolivia, tuvo su primera edición en Bolivia en 2013, a raíz de los comentarios elogiosos de Morales Ayma. Se consideró su publicación en Cuba, para lo cual la autora cedió gentilmente los derechos al sello Ciencias Sociales de la Editorial Nuevo Milenio. La presentación fue encargada a Pavel Alemán, investigador del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales  (ISRI).
 
Alemán explicó que este libro, no es solo una biografía de Evo Morales Ayma (actual Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia), sino que narra también la historia política reciente de Bolivia, una historia que es necesario escribir desde el punto de vista de América Latina. Recordó que esta nación tiene grandes riquezas: los yacimientos de plata –la frase "Vale un Potosí" es un giro popular en cualquier sitio donde se hable español-, estaño, gas natural y litio: Estos hubieran podido haber garantizado el bienestar de su pueblo desde el siglo XIX, pero Bolivia era pobre. La alianza del capital internacional mantenía pobre a su pueblo y se apropiaba las ganancias, puntualizó.
 
El cambio actual de su tejido social se debe a la redistribución del producto de esa riqueza. Por eso Evo Morales, expresión simbólica del cambio político, de la irrupción de "los de abajo" en la política, es tan molesto. También porque es la antítesis de la mayoría de los políticos contemporáneos.
 
Alemán se detuvo también en el significado del título. Aclaró que no se refiere solo a los intentos de desestabilizar el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) y de eliminar al propio Morales. También resume el carácter de la CIA y la DEA como portadoras de la ideología de dominación norteamericana y ejecutoras de sus políticas de control sobre América Latina. Los hechos revelados por la Calloni demuestran que un país latinoamericano que defienda sus intereses nacionales no se puede tener una relación "normal" con los Estados Unidos, si acaso "decente". Un elemento que debemos tener muy presente en Cuba, ahora que el 17 de diciembre de 2014 abrió una nueva etapa en las relaciones bilaterales.
 
A propósito de Evo Morales, Alemán improvisó una breve reflexión sobre la naturaleza del poder. Debemos recordar que el actual Presidente surgió, con escasa formación escolar, del fragor de las luchas sindicales. Su ascenso es el resultado de un proceso largo, con raíces anteriores a la independencia formal del Alto Perú. Los retos que enfrenta su gobierno demuestran –otra vez- que la clave no está en llegar a ser mandatario, "tomar el poder". El poder de los movimientos revolucionarios que quieren desmontar la desigualdad se construye cada día desde abajo. Esa es una lección difícil para la izquierda, pero necesaria.
 
El también prologuista del libro acabó calificando el volumen como "acabada y exquisita exposición de ideas" , que es imprescindible leer para comprender el enfrentamiento actual de América Latina con Estados Unidos.
 
 
Al comentar su libro, Stella Calloni advirtió que el objetivo nunca había sido una biografía, sino un texto de denuncia, lo más claro, documentado y didáctico posible, sobre lo nefasto de la presencia permanente de la CIA y la DEA en Bolivia y su actitud de control sobre el gobierno de Bolivia. Como si se tratara de una República Bananera, resumió. Estas historias de guerra económica, conspiraciones políticas y planes de magnicidio que documentó a través de testimonios y documentos la asombraron sobremanera, por eso hizo el libro. Al final, insistió en la necesidad de estudiar los procesos revolucionarios y sindicales del siglo XX latinoamericano, historias de las cuales pueden salir muchos libros.
 
Héctor Bernard y Julio Ferrer fueron los autores / compiladores de Stella Calloni. Una cronista de la historia. Explicaron que mezcla los géneros, pues repasa su vida, detalles ocultos u olvidados de su trayectoria profesional y política, presenta testimonios de colegas que han trabajado con ella y una selección de textos de la misma Calloni –conferencias, poemas, relatos, reportes de investigación, artículos de prensa.  De este modo se construyó el retrato, lo más completo que se pudo, de cómo Stella llegó a ser Stella.
 
La Calloni es mayormente conocida como  periodista e investigadora. Fue corresponsal de guerra en América Central, se especializó en política internacional, ha sido  editora y directora de revistas de esa temática. Es corresponsal del periódico La Jornada para América del Sur. Su libro Operación Cóndor es considerado uno de los más grandes aportes a la denuncia del terrorismo de Estado en Suramérica en las décadas de 1970 y 1980.
 
Poca gente sabe que también es escritora de ficción, ha publicado cuentos y poesías en revistas de América Latina y los Estados Unidos. Tiene a su haber los poemarios Los Subredes (1975), Cartas a Leroy Jones (1983) y Poemas de Trashumante (1998), así como también de el libro de cuentos El hombre que fue Yacaré (1998).
 
Stella Calloni. Una cronista de la historia es una de esas biografías imprescindibles para comprender las dinámicas mediáticas de un tiempo específico. Porque Stella Calloni es una referencia para la izquierda latinoamericana. Conocer su vida –multifacética y esperanzadora- es pertinente, porque quienes echan luz a los oscuros manejos del Imperio también deben ser visibles.
 
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Feria 2015: Para acercar el pensamiento radical de Cuba a la juventud cubana

18 de febrero - La sexta jornada de las Lecturas en la Red de la Feria Internacional del Libro, La Habana 2015, estuvo marcada por la presencia de un joven pensador de más de setenta años: Aurelio Alonso Tejada. Un público variado, de colegas y discípulos, se reunió para ver la presentación del sitio web que la editorial Cubaliteraria  le dedicó, a  raíz de que se le otorgara el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2013.
 
 
La primera intervención fue de la diseñadora, Mayte Chung, la cual expuso las ventajas de los sitios web como fuentes informativas: su disponibilidad -en todo momento desde cualquier lugar del mundo–, la amplitud de contenido –la cantidad de texto que contiene supera con mucho una ficha de enciclopedia– y que puede ser modificada, para rectificar o incorporar información.
 
A continuación, el editor Dino Allende expuso las características de la web. Está dividida en seis partes: Biografía, Opiniones –sobre Aurelio por otros intelectuales–, Premios, Bibliografía –llega hasta diciembre de 2013–, Entrevistas –solo dos por ahora–, y Galería de fotos –donde el criterio fue escoger imágenes que resumieran épocas de su vida profesional y de su desempeño internacional.
 
La editorial Cubaliteraria tiene entre sus objetivos de trabajo, el diseño, administración y actualización regular de sitios webs dedicados a personas reconocidas con Premios Nacionales por el Ministerio de Cultura a la obra de la vida. Esta valiosa colección informativa ya reúne más de setenta semblanzas, clasificadas de acuerdo a los premios: Literatura, Ciencias Sociales y Humanísticas, Edición y Diseño del Libro [http://www.cubaliteraria.cu/directorio.php].
 
Durante la presentación del sitio web, fue muy grato contar con la presencia de Aurelio, que con sus comentarios sobre los textos e imágenes que aparecen en las diferentes partes del mismo, motivó el interés de los asistentes y permtió a los autores de este sitio web tomar en cuenta esta información para enriquecer el contenido que aparece sobre Aurelio en este espacio.
 
Para concluir, Yohanka León, ensayista y gran conocedora de la obra de Aurelio Alonso, reflexionó sobre la importancia de este proyecto. Se refirió al cambio tecnológico, y cómo ese factor dificulta el diálogo intergeneracional: cuesta a los jóvenes acercarse a los grandes pensadores vivos de Cuba, en parte, porque la información no está disponible en formato digital y audiovisual. Debemos colocar cada vez más contenido en red, aún cuando el acceso real  todavía es escaso, la información debe estar ahí, para que se lea en los Joven Clubs, las Universidades o el extranjero.  Colocar contenidos como la web de Aurelio Alonso es ideal para esto, afirmó, pues su web –que se nutre de su obra y su vida– aporta entonces contenidos necesarios, dignos, sustanciosos y radicales.
 
La llamada de Yohanka León para que la academia cubana se acerque a las tecnologías afines a las nuevas generaciones me parece muy atinada. No es posible construir alternativas sociales o políticas de espaldas al desarrollo tecnológico. Tal actitud, en resonancia con lo peor del ludismo del siglo XIX, solo alejará a las mejores mentes de la humanística, de la construcción de la Cuba actual.
 
El sitio web de Aurelio Alonso, así como el de los otros Premios Nacionales otorgados en 2013, estará on line a partir del 10 de marzo.
 
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miércoles, 18 de febrero de 2015

Feria 2015: Contracorriente se supera a sí mismo jóvenes, ecología, medios y TICs

17 de febrero - El día del Premio Pensar a Contracorriente siempre es especial. Se trata de la sorpresa: no solo los jurados trabajan a ciegas, sino que el nombre de los ganadores no se revela al público hasta la misma ceremonia. Este año, las sorpresas fueron dos: una jovencita boricua y un ecologista cienfueguero.

El Acta del Jurado fue leída por su presidente, el venezolano Luis Britto, que estuvo acompañado por el canadiense Arnold August y el cubano Silvio Baró. Comenzó por reconocer la calidad de los cuarenta y cinco textos que se presentaron a concurso desde nueve países, todos de alta calidad, con temas pertinentes y actuales.

De entre los treinta y tres ensayos que optaban por el Premio Pensar a Contracorriente 2015 se decidió reconocer con menciones a tres por la originalidad de sus enfoques:
  • “Retos de la política social de la Revolución Bolivariana”, de Lázaro Díaz Fariñas (Cuba, 1967). Profesor Auxiliar del Departamento de Desarrollo Económico de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana.
  • “Ensayo crítico sobre la construcción del socialismo en Cuba”, de José  Aurelio González Merchán (Cuba, 1936). Maestro normalista, Licenciado  en Ciencias  Sociales y asesor de la Universidad de Ciencias Informáticas de Cuba
  • “El gran desafío de la humanidad en la era de las tecnologías”, de Alejandro Madruga González (Cuba, 1951). Desarrollador web, bloguero, narrador de ciencia ficción y ensayista.
El XII Premio Pensar a Contracorriente se entrega por unanimidad al texto “Una mirada desde el Sur a la democratización: Telesur y la nueva propuesta comunicacional para América Latina”, de Yarimar Marrero Rodríguez (Puerto Rico, 1990). Licenciada en Información y Periodismo por la Universidad de Puerto Rico, estudiante de Maestría en Sociología en FLACSO-Cuba. Sobra decir que la juventud de la ganadora arrancó más de una exclamación de sorpresa.

Se pasó entonces a los reconocimientos para los doce materiales que optaban por el III Premio Especial “Una especie en peligro”.

El jurado de nuevo decidió otorgar tres menciones:
  • “Una especie en peligro”, de Félix Díaz  Tejada (República Dominicana, 1961). Gestor social en temas de problemática ambiental y cultural, vinculado al desarrollo de empresas cooperativas.
  • “Interacción imperialista entre ecocidio averiguable y aniquilación”, de Yelina Gómez Martínez (Cuba). Ingeniera y comunicadora, que desde hace diez  años investiga el fenómeno de la dominación comunicativa.
  • “Hacia nuestra utopía terrena”, de Gerardo Ortega Mendiburu (Cuba, 1936). Ingeniero civil y ensayista, quien obtuvo mención en el Pensar a Contracorriente 2004.
El golpe de efecto final fue tremendo. Resulta que la decisión unánime fue premiar el ensayo “Algunas consideraciones éticas y ecológicas sobre el cambio climático”. Lo que nadie esperaba es que hubiera sido remitido por Eduardo Julio López Bastida (Cuba, 1954), ya que este Profesor titular del Centro de Estudios de Energía y Medio Ambiente y de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Cienfuegos, ganó el Premio Pensar a Contracorriente en 2012.

En sus palabras de agradecimiento, ambos ganadores definieron como un gran honor el ser reconocidos por tan prestigioso Jurado. La joven Yarimar hizo hincapié en la necesidad de mantener espacios donde el flujo de ideas de izquierda permita hacer contrapeso a la hegemonía capitalista. Por eso estudia a Telesur y participó en el Pensar a Contracorriente. Por su parte, López Bastida explicó que este ensayo intenta responder, de modo optimista, a la pregunta cada vez más frecuente de colegas y amistades de si es posible que la humanidad sobreviva.

Pensar a Contracorriente es convocado por el Ministerio de Cultura de Cuba y el Instituto Cubano del Libro desde 2003. Lo organiza la Editorial de Ciencias Sociales. Acepta textos breves (20 a 40 cuartillas) en español, inglés, francés y portugués solo por vía electrónica desde cualquier lugar del mundo que examinen alternativas a la hegemonía capitalista. El Premio Especial “Una especie en peligro”, apoyado por la Red “En Defensa de la Humanidad”, entregará en 2016 su cuarto trofeo.

Quienes deseen participar pueden escribir, a partir de marzo a: contracorriente@cubarte.cult.cu.

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martes, 17 de febrero de 2015

Feria 2015: El justo equilibrio entre política y amor

La mañana del martes 17 de febrero cerró, en la sala Nicolás Guillén, con la presentación del libro Retrato de una ausencia, de Nyliam Vázquez y Oliver Zamora (Editorial Capitán San Luis), y una serie de libros de Antonio Guerrero editados por los hermanos norteamericanos de Pathfinder: el catálogo bilingüe Absueltos por la solidaridad/Absolved by Solidarity (acuarelas realizadas durante su juicio), Yo me muero como viví, Voces desde la cárcel y la edición ampliada de Los Cinco Cubanos.
En la primera parte, los periodistas Nyliam Vázquez y Oliver Zamora narraron el proceso de creación de Retrato de una ausencia. Comenzaron por aclarar que es un libro colectivo, no solo por las obras de Ernesto Rancaño, las imágenes de numerosos fotógrafos de prensa y el prólogo de Nancy Morejón. Se trata de que estas páginas contienen las voces de familiares y amigos de Los Cinco, personas que les dejaron entrar en sus vidas.
El proceso fue largo, explicó Oliver Zamora, comenzamos las entrevistas en 2012. El objetivo era lograr un texto que pudiera influir en el público norteamericano al apelar a los valores familiares. Entonces llegó René (mayo de 2013), y luego Fernando (febrero de 2014). Estos cambios en la situación obligaron a replantearse los contenidos (podíamos entrevistar a dos de los protagonistas) y el enfoque.
Nyliam Vázquez relató su interés en hacer comprender al público lector que Los Cinco eran seres desgarrados, cuyas familias también habían sido rotas por el proceso que comenzó en 1998. Dio agradecimiento público a todas las personas entrevistadas, ya que les permitieron recuperar y describir luego la coyuntura íntima, personal, en que se forman las personas.
Zamora intervino una vez más para aclarar que su vinculación en el libro había sido una estrategia de la editorial para dar equilibrio al contenido. Se suponía que Nyliam daría el tono íntimo y él, como analista político, el toque racional. Calificó el experimento de "fallido", pues se involucró totalmente al conocer de cerca a los protagonistas. Al final el libro quedó, afortunadamente, incompleto.
La presentación de los libros de Antonio Guerrero con la Pathfinder correspondió a Mary Alice Waters, eminente ensayista, activista política y directora del sello.
Explicó que las acuarelas de la exposición Absueltos por la solidaridad han sido poderosas armas de combate, ya que viajaron por todos los Estados Unidos, y alrededor del mundo, desde Atenas hasta las profundidades de Australia, llevando el mensaje de Los Cinco. Junto a las obras, las traducciones de sus libros Yo me muero como viví, Voces desde la cárcel y la edición ampliada de Los Cinco Cubanos al inglés, francés y persa se extendieron por el mundo e hicieron crecer al movimiento de solidaridad. De las ediciones en persa, que se editan en Irán, se han vendido más de veinte mil copias.
Además de felicitar a Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, explicó algo del impacto que tuvo su liberación para ella, militante comunista de los Estados Unidos. La fortaleza y resistencia demostrada por ellos, demuestran que el honor corresponde a los comunistas y revolucionarios.
Las palabras de Antonio Guerrero fueron de modestia, mayormente. Explicó que, por la misma labor que realizaban, nunca pudieron conocer al movimiento de izquierda norteamericano. Así que, al comenzar el juicio, solo contaban con la solidaridad de Cuba. Les sorprendió grandemente cuando empezó a llegarles El Militante, periódico de la Pathfinder, y descubrieron la amplitud de la solidaridad con Cuba dentro de los Estados Unidos. En casi todos los números estaba la foto de una mujer menudita, a la que no tenía esperanza de conocer personalmente: Mary Alice Waters. A partir de ahí, Pathfinder estuvo en la primera línea de combate por su libertad, y por eso trabajar con ellos le creó tremendo compromiso. No podía desmerecer la calidad de sus textos o ediciones.
Los libros mencionados, y otros materiales sobre la lucha sindical o política dentro de los Estados Unidos pueden ser adquiridos en el stand de Pathfinder en el  D-11-B. En el local de editorial "Capitán San Luis", en el D-25-B, ofrece libros, folletos y promocionales de excelente factura.
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Feria 2015: ... y la palabra fue el arma de algunos en este pueblo

Fotos: Fayad Mejides
17 de febrero - Quizás alguien me llame sentimental, pero es que las buenas historias son irresistibles. La promesa de emociones auténticas y épica colectiva estaba clara para mi en el programa de la sala Nicolás Guillén: "¡Aquí no se rinde nadie! Periodismo y literatura en defensa de Los Cinco", es justamente el tipo de reunión que te hace recordar a Beatriz Maggy y su Panfleto y Literatura. De cualquier modo, ¿cómo resistirse a la historia de esos hombres recios y tiernos que son Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René?
Moderada por Arleen Rodríguez Derivet, la mesa reunió a Juan Carlos Rodríguez, director de la Editorial San Luis, los escritores y editores Eduardo Heras León y Víctor Casaus y al periodista Javier Salado, corresponsal de Resumen Latinoamericano en Cuba.
Juan Carlos Rodríguez expuso su idea de establecer una campaña por la libertad de Los Cinco basada en el apoyo de intelectuales diversos y con el terrorismo como eje. Así surgió el primer libro: Cicatrices en la memoria. La obra recoge 18 relatos de escritores cubanos, ilustrados por otros tantos artistas plásticos de la Isla, que recrean literariamente algunas de las numerosas agresiones terroristas e intentos de desestabilización sufridos por el país a lo largo de su historia reciente.
A este título siguieron otros, siempre con la voluntad de que llegaran a la mayor cantidad de personas posibles se tradujeron al inglés –todos- y a otros idiomas muy extendidos, como francés, portugués, italiano. Sus familias fueron las mejores difusoras internacionales de estos volúmenes, explicó, pues los usaban como referencia en sus charlas y conferencias en diversos foros.
Eduardo Heras León fue una de las personas convocadas a apoyar la labor editorial por la libertad de Los Cinco, y de esa relación habló. Se remontó a 2004, cuando Carlos Martí, entonces presidente de la UNEAC, le pidió que editara un libro de décimas de Antonio Guerrero. Algo intimidado –siempre fue trabajó la narrativa- accedió, y comenzó un proceso laboral a través de correo electrónico que pronto pasó al intercambio personal, a la amistad.
De ahí se nutriría para escribir el ya célebre "Un cuento por encargo", sobre el proceso íntimo de un intelectual que redescubre la capacidad de denuncia de la literatura. Por eso también llegaría a citarles en sus clases del Centro "Onelio Jorge Cardoso", en tanto ejemplos contemporáneos de eso que Ernest Hemingway definiera en El viejo y el mar: "un hombre puede ser destruido pero no derrotado". Concluyó sus palabras con un reconocimiento a la idea de Juan Carlos Rodríguez, quien demostró a todos que la literatura por encargo podía ser de calidad.
Correspondía a Víctor Casaus exponer la idea que alentó la edición de Enigma y otras conversaciones (Ediciones La Memoria, 2013), el aporte del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a la campaña editorial por Los Cinco. La idea inicial era publicar solo los "enigmas", veintitrés pequeñas variaciones de poemas que enviara a familiares y amistades. Pero entonces conoció el archivo cuidadoso que llevan la madre y hermana de Antonio en Víbora Park y la idea creció. Materialmente, de un opúsculo a 426 páginas. Literariamente, para sumar a los "Enigmas" una selección de treinta y ocho poemas de diverso origen cuyos textos son comentados por Guerrero, veintisiete intercambios epistolares y diecisiete crónicas de su vida en la cárcel.
Javier Salado relató cómo el movimiento de Solidaridad por Los Cinco se inspiró en la admonición de Fidel Castro "millones de libros se distribuirán para que las personas sepan la verdad [del caso]" para desarrollar un desbordante y variado flujo editorial de los más diversos estilos. Ha sido tanto, en tantas lenguas y formatos, que no pudo compilar una lista confiable antes de venir al panel, para al menos dar una cifra del tamaño de este singular catálogo temático internacional.
El primer texto fue la compilación de los alegatos de Los Cinco en sus juicios, salió en diciembre de 2001. Rápidamente se tradujo al inglés, pero ya no están seguros de en cuántos idiomas circula este material. De ahí en adelante, el mar de solidaridad hizo lo suyo: desde modestos folletos hasta sofisticados libros de arte, desde las caricaturas del niño español Paco Bernal hasta los análisis políticos de Pathfinder Press.
Es de todas estas personas la victoria, dijo. Concluyó con un reconocimiento a Ricardo Alarcón de Quesada, que desde su posición de presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular promovió todo lo que pudo la causa y apoyó siempre que le fue posible estas publicaciones.
El cierre del panel correspondió a Arleen Rodríguez Derivet  comentó su experiencia como "La Luz en lo Oscuro". Programa de la emisora Radio Rebelde dedicado a seguir el proceso legal, político y de solidaridad alrededor de Los Cinco durante más de doce años. Contó cómo intelectuales de la talla de Luis Carbonell, Omara Portuondo, Alfredo Guevara o Silvio Rodríguez fueron al estudio para dialogar con ellos o compartir sus reflexiones, su arte. "La Luz en lo Oscuro" alternaba estos diálogos espirituales con cuidadosas entrevistas concedidas por los asesores legales del proceso. Es una felicidad que el programa llegara a su fin, es que ¡la luz se hizo!
Entonces llegó la sorpresa. La pionera Carla Santana anunció que un grupo de pioneros del Club de Lectores de la Editorial Gente Nueva entregarían la Distinción a la Humildad "Dora Alonso" a Los Cinco. También las integrantes de un Círculo de Abuelas aprovecharon para entregar artesanías hechas por ellas mismas como obsequios a Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, por su valor, y a dos personas que se echaron el peso de coordinar las acciones del Movimiento de Solidaridad: Graciela Ramírez y Javier Salado.
Publicado en la Web de FIL

domingo, 15 de febrero de 2015

Feria 2015: Juan Valdés Paz, el ayudante de tintorería que amasó una obra llena de provocaciones

14 de febrero - Esta tarde, la entrega del Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas, no por esperada, fue menos intensa. Como algunas otras ceremonias, esta fue un encuentro auténtico. Edel Morales, vicepresidente de Relaciones Internacionales del ICL, presentó a la mesa: Julián González, ministro de Cultura de Cuba; Zuleica Romay Guerra, presidenta del ICL; Aurelio Alonso Tejada, premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2013 y la estudiosa Gladys Hernández Pedraza, ambos parte del Jurado de este año; junto al homenajeado, Juan Valdés Paz.
 
 
El moderador explicó que el Premio se convoca y organiza de modo tripartito entre el Instituto Cubano del Libro, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. El objetivo es reconocer anualmente a quienes hayan realizado aportes de consideración a las ciencias sociales y la cultura durante una larga trayectoria creadora. Así la República reconoce públicamente el saber, prestigio y utilidad de quienes han trabajado con ahínco en favor del conocimiento y que hayan publicado sistemáticamente –porque la socialización del conocimiento es tan importante como el conocimiento mismo.
 
Correspondió a Gladys Hernández Pedraza leer el Acta del Jurado. Acompañan su firma en el documento: Aurelio Alonso Tejada, Gilberto Valdés Gutiérrez, Jorge Renato Ibarra Guitart y Yoel Cordoví. El argumento para que la mayoría del tribunal otorgase el galardón a Valdés Paz cita cómo su trayectoria cumple con los objetivos solicitados por las entidades convocantes: larga trayectoria, abundantes publicaciones y relevancia de sus aportes; y hace hincapié en cuatro líneas de investigación de las ciencias sociales de Cuba en las que este hombre dejó su marca. Se trata de sus investigaciones respecto a la estructura agraria del proyecto cubano, el sistema político cubano, los problemas estructurales y funcionales de nuestra economía y, por último, su análisis de la institucionalidad política nacional.
 
 
La tercera intervención fueron las palabras de elogio, una elocución campechana y prolija en detalles, como suelen ser los discursos de Aurelio Alonso Tejada.
 
Ya desde la introducción, el conocido ensayista dejó claro el objetivo: ya que no cabe duda de que Valdés Paz merece el Premio, y como el acta ha ponderado su trabajo, él preferiría recordar algo de su trayectoria: su entrada a las filas de la Revolución fue con los Contingentes de Maestros Voluntarios (1960). Luego fue a trabajar al central "Constancia" (hoy "Abel Santamaría" en Encrucijada) recién nacionalizado y se involucró en la agricultura. Voraz lector, mientras ascendía como dirigente del Instituto Nacional de Reforma Agraria, comenzó a estudiar en el Departamento de Filosofía de Universidad de La Habana. A fines de la década del sesenta era ya profesor del mismo.
 
Allí se destacó en Historia de la Filosofía, asignatura que valorizó. Apoyó las ediciones de obras filosóficas. Tras la disolución del mítico Departamento, Valdés Paz regresó a la agricultura, que ya se llamaba MINAGRI en 1971. Ocupó diversos cargos, hasta viceministro del ramo. Pero en 1979 tuvo discrepancias de criterio, no con el Ministro, sino con quien estaba por encima del Ministro, y se fue al Departamento de América Latina del Centro de Estudios sobre América, de nuevo junto a Hugo Ascuy y otros del Departamento de Filosofía. Estuvo allí hasta marzo de 1996, cuando por otro timonazo en la política, hubo cambios en la estructura del CEA. Fue como investigador al Instituto de Historia de Cuba del PCC. Desde entonces se acogió al retiro y es investigador autónomo.
 
Alonso Tejada calificó la base formativa de Valdés Paz como la de un "pensador integral", amasada como solo puede ser una cultura autodidacta. Coincidió con los términos del Acta del Jurado en que sus trabajos sobre la agricultura y el sistema político cubano son aportes fundamentales para la comprensión del presente nacional, pero llamó la atención sobre otro ángulo del asunto: en que estas páginas sirven ante todo para el debate, no para el dogma. Porque siempre complementa Valdés Paz el reconocimiento de las virtudes del material analizado con la crítica de los errores que nos alejen del socialismo con el mal sello de "socialista". Ese rasgo lo calificó como "honestidad científica".
 
Reveló, además, que es un sistemático lector de novela y poesía, desde Góngora hasta Wichy Nogueras. Y que su vocación docente lo mantiene dispuesto siempre a dar lo mejor a los jóvenes. Conclusión: tiene de sobra merecido el premio, y es una honra para la nómina,  su inclusión.
 
Por último, correspondió a Juan Valdés Paz agradecer el Premio –era una ceremonia, las partes están pautadas.
 
 
Refirió que, por su experiencia como jurado, sabe que siempre es labor difícil. Conoce los nombres de varios de los candidatos de este año, y considera que cualquiera lo merecía. Dedicó el Premio a la memoria de su hermano, quien siempre encontró interesante las cosas que él hacía.
 
Respecto al elogio de Aurelio Alonso, comentó que uno no se reconoce en esa sarta de bondades. Propuso invertir los términos: fue maestro voluntario sin pisar el aula, pésimo dirigente agrario, aprendiz de filosofía, alguien a quien se podría culpar de muchos de los desastres nacionales.
 
Luego se puso serio, explicó que le gusta recordarse a sí mismo como maestro antes que investigador. La docencia es una rica experiencia: hay que enseñar aprendiendo, por eso los jóvenes son mis interlocutores privilegiados. Porque la docencia es muy importante en el desarrollo de las ciencias sociales, en general, y de Cuba, en particular.
 
Propuso, a continuación, periodizar su obra a partir de su historia laboral. Su inclinación por un tema u otro fue resultado de su trabajo en el Departamento de Filosofía de UH, el Ministerio de Agricultura, el CEA y Instituto de Historia, sucesivamente. Esta diversidad no siempre fue resultado de su deseo, aclaró, sino de acontecimientos, algunos queridos, otros no tanto.
 
En este largo bregar adquirió algunas pocas convicciones: siempre reflexionamos con una realidad incompleta, nunca hay criterio ni autoridad para suplantar la reflexión, el conocimiento se tiene que basar en la experiencia, debemos acogernos a los principios de dudar de todo, que la verdad es revolucionaria, y de que la verdad es la verdad, la diga quien la diga.
 
La última parte de su discurso la dedicó a una reflexión sobre el estado de las ciencias sociales en el país. Valdés Paz ha visto aparecer disciplinas e instituciones, desaparecer otras. Ahora tenemos muchas instituciones e investigadores de talento, parecería suficiente para estar optimista, pero soy pesimista. Entiendo que este desarrollo de las ciencias sociales cubanas es aún insuficiente –relativa y absolutamente– y esto es un desafío. No tengo tiempo para argumentar.
 
A propósito del papel que se debiera otorgar a las ciencias sociales en nuestra sociedad, rescató las ideas de Marx –eran los actores sociales quienes iban a crear conscientemente el nuevo orden no capitalista– y a los funcionalistas, para quienes las ciencias sociales son parte del proceso de las políticas públicas. En ambos sistemas de pensamiento está claro el relevante papel de las ciencias sociales para la sociedad.
 
El problema ¿la llaga? –me pregunto–, es que no habrá ciencias sociales saludables si no propiciamos un clima cultural heterodoxo, abierto críticamente a toda escuela de pensamiento. Es parte de mi experiencia de vida, de condición de testigo de la historia revolucionaria, aclaró. No solo necesitamos ciencias sociales desarrolladas, nunca estarán verdaderamente maduras sino tienen el estudio de la realidad cubana. Bastaría con hacer un repaso de los alucinantes –que poético adjetivo– temas que tendremos que enfrentar para tener una cabal idea de la emergencia que se acerca.
 
 
No habló Valdés Paz solo de lo que está por hacer, sino de lo que está hecho a medias. Insistió en la necesidad de que los resultados investigativos que ya tenemos y vendrán tengan la necesaria sociabilización. De modo que provoquen debates en la comunidad científica y el espacio público por igual, y sean componente obligado de la agenda con la cual se hacen las políticas públicas del país. Porque es bueno que los cientistas sociales sepan que el desarrollo del país es el horizonte de las ciencias sociales, pero lo contrario también es cierto: el desarrollo de las ciencias sociales tiene que ser el horizonte del país. Se trata de un círculo virtuoso.
 
Dentro de esta línea de pensamiento, acabó con una afirmación casi herética –bueno, había clamado por la heterodoxia minutos antes–: afirmó que al Partido y al Estado no le corresponden tener una filosofía o unas ciencias sociales propias, sino un programa y estrategia social bien fundamentados.
 
Al cierre, su profesión de fe: su trayectoria de mozo de tintorería a Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas no habría sido posible sin la Revolución, no habría bastado su voluntad. Esa es su permanente motivación para ser mejor persona, mejor patriota y mejor revolucionario. "Espero haber sido muy provocador", recalcó. La ovación de la sala, llena de gente joven que le consideran referencia, afirman que lo logró… otra vez.
 
Publicado en la Web de FIL