La renuncia de Brendan Eich trae a colación, por supuesto, el debate sobre la "integralidad", tan conocido en Cuba. Este es un terreno peligroso, pues todo el tiempo se mezclan los prejuicios sobre lo que debe ser una "buena persona" y el valor que sus capacidades técnicas puedan aportar.
Veamos unos pocos ejemplos de la lógica de los Estados Unidos:
Hace 50 años, si se supiera que Brendan Eich era comunista, habría perdido el puesto.
Hace 40 años, si hubiese tenido un familiar afroamericano (consanguíneo o pareja), nunca habría llegado al puesto.
Hace 30 años, si se supiera que era gay, habría perdido el puesto (producimos también para niños y familias, etc.).
Hoy se le acusa de ser un homofóbico militante, y las mismas personas que trabajaron cerca suyo en Mozilla no lo quieren de CEO, o sea, lo aceptan como uno más, no como un líder.
Porque un líder, en 2014, no puede tener credenciales discriminatorias.
Dentro de la comunidad geek, y una parte de la LGBT hay debate.
Primera pregunta: ¿debían ir las cosas tan lejos? ¿No podemos separar al ser humano del programador?
La respuesta de la empresa es clara: NO. Porque se vende una marca, un estilo de vida, una ideología, y Brendan Eich no encajaba. Debieron pensarlo antes de darle el cargo.
Segunda pregunta: ¿Es justo quitarle a un hombre su trabajo porque apoyó la Proposición 8?
Esa iniciativa para la que Eich donó fondos no es una vaga "ley que prohibía el matrimonio gay en un estado de los Estados Unidos por allá por el año 2008″, como dice un post del blog "Desde Abreus". Fue una batalla pública entre las fuerzas progresistas y conservadoras de California, y lo que se debatía era el reconocimiento de derechos ante la ley y la protección legal para miles de familias –parejas, infantes, personas de la tercera edad o discapacitadas-:
"La Proposición 8 fue un referéndum en las elecciones estatales de California que eliminó el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. La aprobación de la proposición modificó la Constitución de California, eliminando el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. Adicionalmente, se añadió una sección en la constitución declarando que "sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer es válido o reconocido en California," revocando eficazmente la decisión previa del Tribunal Supremo del estado que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo." (Wikipedia)
Eich sabía que, al apoyar materialmente la Proposición 8, afirmaba su credo homofóbico, su resistencia a creer que las personas LGBT son personas "de verdad", que sus bebés merecen protección legal igual que los bebés con madres y padres heterosexuales, o el derecho a que, cuando llegas a la tercera edad, tus decisiones sobre salud, muerte o propiedades pueda tomarlas la persona con quien conviviste y te comprometiste.
El asunto no se resolvió hasta el verano pasado:
"El 28 de junio de 2013, el tribunal federal de apelaciones del noveno circuito judicial levantó el bloqueo existente sobre la celebración de bodas homosexuales en California, tras la decisión de la Corte Suprema." (Wikipedia)
No creo que un tipo como Brendan Eich diera la plata por error, y si hubiera cambiado de idea, podía decirlo –Barack Obama y otras figuras han hecho mucha publicidad con su evolución respecto al tema de los derechos LGBT.
Siendo un experto en internet, tenía que saber que eso podría venir a morderle el trasero.
Estoy de acuerdo con Hyuuga_Neji "Creo que cada cual debe ser consecuente con sus acciones", así que Eich no podía aceptar el cargo de CEO en una empresa inclusiva y diversa, pues la bomba estallaría, seguro.
Cuán duradero es el daño que le hizo a la imagen de Mozilla está por ver.
Tercera pregunta: ¿Estamos en un espiral de cacería en pos de la "corrección política"? (En Cuba sabemos mucho de eso también).
Propongo un ejercicio: ¿quién defendería el talento de Brendan Eich si se supiera que cabalgó con el KKK y hasta dio dinero para quemar un par de iglesias negras?
Nadie. Mozilla no habría elegido CEO a un racista militante.
En Estados Unidos eso ya no está bien, aunque el Tribunal Supremo reconozca el derecho del KKK a existir en nombre de la Primera Enmienda de la Constitución, toda la comunidad blanca liberal mira para otro lado, avergonzada. Hasta los Republicanos se las pasan moradas con esa gente tan anticuada.
Mientras las reglas del capitalismo se moldeen alrededor de marcas que venden un "estilo de vida", la postura política y social de quienes encabezan las empresas serán tan o más importantes que sus credenciales técnicas.
Yo no hice las reglas. Las hicieron quienes lucran con el Fetichismo de la Mercancía.
La mayoría de la gente no sabe en qué consiste eso de las "puertas traseras" del IE, solo que Firefox "protege mejor nuestra privacidad". ¿Cómo lo saben? Eh… Porque la imagen de la empresa, el compromiso de la empresa, las declaraciones de la empresa… Cortinas de humo, fetiches, consumismo.
Mozilla falló, y recibió presión de sus consumidores. Rectificaron antes de que se reflejara en la Bolsa, por el camino desgraciaron a un tipo. Bueno, alguien dijo que el capitalismo chorreaba sangre y lodo. ¿Quién duda de que es un sistema salvaje?
Cuarta pregunta –la más importante-: ¿Es justo?
Creo que si, y lo siento (muy poco) por quienes de repente no están en libertad de expresar con libertad sus prejuicios y delirios excluyentes.
Si hay alguna guerra verdaderamente santa, debe ser una en la que se luche contra el derecho a negar derechos.
Toda persona que crea en verdad que es mejor que otras por su biología o su fe –homofóbicos, sexistas, racistas, nazis, estalinistas, talibanes, cristeros y demás fauna-, que se vaya a casa a quejarse de cómo la TV está llena de negros, chinos, y maricas. Que evoque con amargura los buenos viejos tiempos en que a las esposas y a los niños se les controlaba a golpes y nadie se metía.
No me conmueven.
Si tienen talento –como Brendan Eich-, que aprendan que el talento no disculpa la maldad.
Yo sigo cazando homofobia por las redes, con Mozilla, ¡claro!
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