Algo como una ficha

- Yasmín S. Portales Machado
- Vivir en Cuba y ser Queer ha sido elección. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico.
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sábado, 25 de febrero de 2012
Memorias de la Feria 2012: Lenin regresa al combate con Nuevo Milenio y Pathfinder Press
Memorias de la Feria 2012: Una visión indígena para el camino a la definitiva independencia
Memorias de la Feria 2012: De cómo Raúl aprendió a no ser él mismo, y de vuelta

Memorias de la Feria 2012: Testimonio sobre nuestros enemigos

Memorias de la Feria 2012: Un poeta extraño indaga por correo electrónico sobre la guerra cultural
Publicado en la web de la Feria el 16 de febrero
De acuerdo a Enid Vian, Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica llegó a ella con la recomendación que implica el Premio Beca de Creación Bolívar-Martí, convocado por la Casa del ALBA Cultural y tuvo un proceso editorial completamente digitalizado cosa rara en nuestros predios, pues todas las consultas, propuestas, debates y peleas se hicieron a través de correos electrónicos entre la editora, radicada en La Habana, y el autor, que vive en Santa Clara. La mayoría de esos encontronazos se dieron por el persistente interés de ella en aclarar el texto, de modo que fuera accesible a una mayor cantidad de personas la indagación sobre cómo se manifiestan las estructuras hegemónicas en los "diversos planos de la evolución cultural", el análisis acerca de las "las condiciones, posibilidades y deberes de responsabilidad a que estamos llamados los intelectuales y personas con necesidad de conciencia" y la extensión de ese sentido intelectual a los sectores de creatividad popular. Todo ello debía aclararse sin que se perdiera el estilo denso y personal de Jorge Ángel Hernández.
Todo un reto laboral ¿no? En realidad no es sorpresa en un libro cuyo titulo refiere ¿cita, homenajea o parodia? a uno de los textos más conocidos del crítico cultural marxista Walter Benjamin La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (1936) para los más cultos Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen Reproduzierbarkeit.
La intervención de Enrique Ubieta Gómez osciló entre la prosa poética y el ensayo sociológico. Sus palabras no buscaban explicar en el sentido tradicional del término, las razones del autor o las estructuras internas del volumen, más bien revelaban su vinculación con las líneas de investigación de Hernández, la comunidad profunda que les une ¿cosa de edad o de afinidad?
Afirma Ubieta que el libro es un sucesivo análisis de temas que acosan a Jorge Ángel Hernández, marcada la escritura por la tensión constante que implica entender el entorno cultural donde vive a la vez que lo defiende. Si bien la bibliografía final demuestra el profundo conocimiento de los temas que aborda, lo que seduce es que el sentido intelectual que busca desvelar es el suyo propio, el de muchas personas más ancladas a la Cuba profunda, empeñadas en ser auténticas, en resistir la asimilación a las lógicas de la cultura global y desechable. El empeño, además, no es nuevo, pues Jorge Ángel Hernández lo practica en espacios tan diversos como la dirección de la revista digital Hacerse el cuerdo, la columna Semiosis, del portal Cubaliteraria y el blog Oggun Guerrero.
Las palabras del autor, acaso debido a lo íntima que se volvió la presentación, se enfocaron en explicar la extraña génesis de Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica. "Acosado por las deudas y otras penas me encontré con esa convocatoria del ALBA y decidí terminar este proyecto". Calificó el proceso editorial de excelente ¿peleas digitales incluidas? y afirmó que el libro resultante llega de superar sus tres grandes defectos: ser de fuera de La Habana, ser escritor y empeñarse en escribir de teoría literaria.
Como ensayo que trata de mirar a nuestra sociedad en su encrucijada, Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica se hermana con otros textos de reciente aparición en Cuba: Cuba: Revolución o Reforma, que Enrique Ubieta Gómez presentó hace unos días en esta misma Feria, Para cambiar el mundo. Derecho educacional y contra-hegemonía, con el cual Rolando González Patricio obtuvo el Premio Temas de Ensayo 2011 en Ciencias Sociales, o Imperialismo del siglo XXI. Las guerras culturales, de Eliades Acosta Matos. Todos se unen en la indagación sobre los mecanismos insidiosos del discurso capitalista, las lógicas de la resistencia y la confianza en la naturaleza autóctona y perfectible del proyecto social cubano.
Un proyecto asediado que ha crecido a pesar de los ataques simbólicos, económicos, bélicos, pero que busca refrendar el pacífico derecho a la singularidad. Por lo menos eso cree Jorge Ángel Hernández, cuyo libro termina con esta afirmación: "la guerra cultural se gana, paradójicamente, con la paz".
Memorias de la Feria 2012: El extractivismo y el liberalismo no nos sacarán del hueco


Memorias de la Feria 2012: Para seguir lanzando semillas al fértil campo de la contracorriente
tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Concurso Internacional de Ensayo Pensar a Contracorriente, Zuleica Romay Guerra, Carlos Francisco Bauer, Alicia Herrera de Urrechaga, María Elena Álvarez Acostam, Stella Calloni
Publicado en la web de la Feria el 14 de febrero
La mayoría de las premiaciones que se realizan en la Feria Internacional del Libro de Cuba son solo eso: ceremonias. Ya están en el programa general los nombres de las personas que serán reconocidas, y la única sorpresa posible es qué extraño giro podrá tomar el discurso de elogio. Sin embargo, la ceremonia del Concurso Internacional de Ensayo "Pensar a Contracorriente", que organiza la Editorial Nuevo Milenio, es diferente en los diez días de Feria en La Habana.
Tal vez sea locura, pero el equipo de este concurso insiste en hacer las cosas a la vieja usanza: el Jurado toma su decisión a ciegas, se abren los archivos para descubrir la identidad de los autores y 48 horas después se realiza la ceremonia de premiación, momento en que se revela a la prensa quiénes remitieron los mejores ensayos breves de actitud antiimperialista. Eso hace del premio Pensar a Contracorriente uno de los encuentros más emotivos del denso programa de actividades de estos días.
Esta tarde del 14 de febrero la asamblea reunida en la Sala Nicolás Guillén de La Cabaña, fue motivada por la entrega oficial del IX Premio Internacional de Ensayo "Pensar a Contracorriente" y la presentación del octavo volumen de la colección, que reúne los textos reconocidos en la pasada edición del concurso, en 2011. Estaban en la mesa presidencial las integrantes del Jurado, Alicia Herrera de Urrechaga (Venezuela), María Elena Álvarez Acosta (Cuba) y Stella Calloni (Argentina), quien fue la presidenta, las acompañaban Adolfo Pérez Esquivel, escritor argentino y Premio Nobel de la Paz en 1980, Zuleica Romay Guerra, presidenta del Instituto Cubano del Libro, Carlos Francisco Bauer, argentino ganador del Premio Único "Pensar a Contracorriente" 2011 y Yasmín S. Portales Machado, editora del Pensar a Contracorriente VIII.
Estaban en el público personalidades de la cultura como Abel Prieto, ministro de cultura de la República de Cuba, Mary Alice Waters, periodista y activista socialista de los Estados Unidos, que integró el jurado en 2011, Fernando Rojas, viceministro de cultura y el saharaui José Antonio Monje, que fuera reconocido con Mención el año pasado, y vino desde Ecuador para esta ocasión.
La primera parte de la ceremonia correspondió a la lectura del Acta del Jurado, labor asignada a Stella Calloni como presidenta. Antes de comenzar, la prestigiosa investigadora reconoció la calidad de los textos leídos, así como la gran variedad de enfoques y temas. No obstante, de los 180 textos remitidos desde veinte países, se eligieron doce.
Premio Único a "Una mirada a América Latina desde la Economía Ecológica", de Eduardo Julio López Bastida, profesor Titular de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Cienfuegos -quien se encuentra en La Habana en estos días por el congreso Universidad 2012. Entre las consideraciones para esta decisión advierte el acta del jurado- están la calidad de la investigación, los aportes en cifras, la novedad de una propuesta contracorriente que surge de los elementos de una realidad innegable que nos demanda una acción inmediata para salvar nuestra especie, así como la precisión de un lenguaje que, a pesar de su innegable énfasis científico, puede ser comprendido y asimilado por cualquier lector interesado en el tema.
Se reconocieron tres ensayos con Mención de Honor:
"El despertar del pensamiento/ contra-paradigmas", del joven estudiante de Sociología y Lengua y Literatura de la Universidad de San Carlos de Guatemala Anibal Rolando Barillas Diéguez. Porque es una reflexión que, sin ninguna duda, navega en contra de la corriente del pensamiento dominante que impide ver la posibilidad real de construcción de un pensamiento propio que ha sido vedado, ocultado o aplastado por las relaciones que el poder hegemónico ha impuesto en la región. El autor hace introducciones creativas como los campos de concentración del pensamiento y analiza el marginalismo global, el pensamiento como dispositivo, el satelital, el marginal, entre otros aportes, para desafiar a esa empresa sin parangón que es construir el pensamiento contraparadigma para la liberación.
"El discurso radiofónico en la producción y reproducción ideológicas. Una propuesta de análisis", de Ana Teresa Badía Valdés (Cuba). ¿Argumentos? Está escrito en un lenguaje cautivante, rescata a la radio como medio masivo de comunicación, el de mayor penetración en los sectores populares, asediados por la desinformación y manipulación de los grandes monopolios del poder hegemónico, que pretenden imponer su esquema de dominación a nivel mundial en tiempos de retornos coloniales y neocoloniales. Badía Valdés es periodista de Radio Rebelde, docente de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana y presidenta de la Cátedra de Radio del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.
"¿Cómo se fabrica una guerra? Irak y Libia frente a la manipulación informativa del New York Times", de Raúl Garcés Corra (Cuba). Pues este ensayo constituye un detallado análisis que demuestra cómo los aparatos ideológicos de Estados Unidos han actuado para manipular en forma extrema la realidad e imponer en la opinión pública estadounidense, mensajes construidos para justificar guerras de ocupación colonial. El autor es Director del Departamento de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y profesor de las asignaturas Ética Periodística, Periodismo Radiofónico en Pregrado- y Temas de Comunicación Política en Postgrado.
Ocho ensayos recibieron menciones:
"El MST: un movimiento social emancipador antisistémico, que se transforma en político y construye el socialismo. Lecciones para una izquierda aun desorientada", de Miguel Ángel Falcón Padilla, Docente de la Universidad Central "Marta Abreu" de las Villas; "Sujetos sociales y paradigmas en pugna (Memoria y utopías americanas)", del sociólogo argentino Jorge Etchenique; "La miseria a nombre de la libertad", remitido por el historiador cubano Elier Ramírez Cañedo, coautor, junto a Esteban Morales, del interesante libro De la confrontación a los intentos de "normalización". La política de los Estados Unidos hacia Cuba (Ciencias Sociales, 2011); "La locomotora y el silencio. Reflexiones en torno al arte y al siglo XX", de Iván Olano Duque, estudiante de la carrera de Música con énfasis en teoría y composición de la Universidad del Valle (Colombia); "La guerra como 'instrumento de la política' en el siglo XXI. El caso iraquí", del cubano Dino Amador Allende González, especialista en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales; "Capitalismo y enclaves: nuevas dinámicas, viejos problemas, renovados desafíos para pensar alternativas", del sociólogo y docente uruguayo Alfredo Falero, viejo conocido en estas lides, pues un trabajo suyo recibió Mención en el "Pensar a Contracorriente" 2005: "Diez tesis equivocadas sobre la Integración regional en América Latina"; "La influencia del lobby pro israelí en la conformación de la política exterior de Estados Unidos", de Willian Espronceda Rodríguez, joven graduado de la Universidad de La Habana que investiga en el Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, adscrito a esa casa de altos estudios; y el último texto fue "La tendencia al multipolarismo en las Relaciones Internacionales. Algunas acciones geopolíticas", escrito por dos cubanos: Lázaro Luis González Morales, quien ejerce como docente en la Universidad Nacional Autónoma de México, y Nelson Roque Valdés, historiador, comentarista internacional y, ahora, Especialista en Distribución Comercial Externa en canal de TV Cubavisión Internacional.
Tras las emotivas visitas al podio de muchas de las personas reconocidas, correspondió a Yasmín S. Portales Machado presentar al público el libro Pensar a Contracorriente VIII, que recoge los ensayos reconocidos en 2011. La editora explicó que trabajar con este libro le dió una gran satisfacción, pues la selección realizada por el jurado cada año garantiza la calidad de los textos "no hay que editar, apenas normalizar" y se aprende de cosas diversas en el proceso de investigación, oportunidad poco frecuente.
Este octavo Pensar a Contracorriente abre con el excelente ensayo de Carlos Francisco Bauer "La huella de Haití entre el latino-américo-centrismo y la historia universal. Otro camino para descolonizar nuestra historia, cultura y estado. Notas para un proceso de liberación permanente", cuyo valor radica en hacernos ver a Haití, no como el país arruinado de hoy, sino como la pujante nación que inició las luchas por la independencia en América. No menos notables son el análisis del legado de José Carlos Mariátegi, de Cecilia Valdés Ponciano; las reflexiones sobre las relaciones entre mercado, acaparamiento de la tierra y capitalismo de Carlos Balmaseda; las críticas a la lógica burocrática de Víctor Bellido; o el desmontaje de las lógicas de dominación latentes en los proyectos de ayuda humanitaria que realiza José Antonio Monje a partir de la experiencia personal en su hogar, la República Popular Árabe Saharaui. La editora concluyó sus palabras con la recomendación de que los volúmenes de la colección Pensar a Contracorriente sean circulados, consultados, incluso atesorados, pues los 92 ensayos que allí se encuentran en 2013 serán 104- reúnen lecciones diversas de coherencia intelectual, actitud emancipadora, cuidada investigación y hermosa escritura. Son libros que nos exhortan a seguir luchando y a ser conscientes de que el gran sacrificio para cambiar el mundo es avanzar en cada paso pensando, para que no sea un paso vacío de sentido.
Carlos Francisco Bauer, ganador del Pensar a Contracorriente 2011, tuvo una breve intervención en la que expuso su experiencia en relación con el Premio. Primero dio las gracias a quienes crearon y mantienen, un espacio como ese, donde las personas jóvenes pueden hacer oír su voz y reconocerse, hacerse visibles, establecer redes. Como tratar de definir las implicaciones de esa convocatoria anual le parecía muy difícil, optó por una metáfora: que leer la convocatoria le hizo pensar en un campo amplio y fértil, un campo donde se pueden lanzar muchas semillas y confiar en que crecerán las mejores.
Otro de los participantes del Pensar a Contracorriente 2011 que viajó a La Habana para la presentación del libro, José Antonio Monje, pidió la palabra. Explicó que su texto "Solidaridad con nombre de isla y arena" es un modo de dar las gracias a Cuba, cuyos contingentes de maestros, médicos, entrenadores deportivos, sicólogos y especialistas de todo tipo ayudan a mantener la lucha del pueblo saharaui, ayudan a mantener vivo el sueño de una patria libre, como Cuba.
La última persona en intervenir fue Zuleica Romay Guerra, Presidenta del Instituto Cubano del Libro, para anunciar algunos cambios en las próximas convocatorias del premio. A raíz del encuentro del compañero Fidel Castro con los intelectuales el pasado 10 de febrero y de los talleres que se han realizado luego, explicó, la Red de Redes en Defensa de la Humanidad reconoció el potencial del premio "Pensar a Contracorriente" para incorporar a jóvenes de todo el mundo en acciones antiimperialistas y anticapitalistas, por lo que desean involucrarse en la gestión y mantenimiento de una red integrada por participantes en este concurso. Han sido nueve años y hemos perdido de vista a algunos de los cientos de personas que participaron, admitió Romay, pero seguro podremos localizar a un buen número, saber si aún quieren hacer cosas y ofrecerles la oportunidad de integrarse. Además, la Red planea otorgar un premio paralelo al "Pensar a Contracorriente", el Premio Especial "Una especie en peligro", cuyos detalles se están afinando, pero esperamos poder lanzar esa convocatoria doble en el 2013, que será la décima edición, miren que buen número.
Por último, la presidenta del ICL explicó que, a raíz del análisis de las intervenciones del compañero Bauer, se introducirán cambios en la atención a los ganadores: a partir del 2013 se garantizará la participación de quien reciba el "Pensar a Contracorriente" en la Feria del Libro de Cuba, además del monto del premio.
Así concluyó el Pensar a Contracorriente 2012: como un buen premio para el pensamiento crítico, reconoce sus propios problemas y desafíos, crece con ellos. Como es una convocatoria para personas empeñadas en pensar críticamente la realidad, se nutre de las opiniones más diversas y busca unir, mantener, seguir sembrando hermandades y oportunidades de acción revolucionaria. Sus responsables saben que solo de este modo la cosecha de este campo fértil el espacio de la crítica antiimperialista, emancipadora- dará frutos hermosos el conocimiento cada día más claro de qué debemos construir para hacer realidad un mundo mejor, y la conciencia de cuáles actitudes y postulados de esta sociedad injusta no podemos permitirnos reproducir dentro de la verdadera revolución.
viernes, 24 de febrero de 2012
Memorias de la Feria 2012: A propósito de una pantalla donde se lee a Tolstoi con erratas
El panel inaugural fue moderado por Víctor Malagón, Premio Nacional de Edición 2008, los ponentes eran Ambrosio Fornet Frutos, Premio Nacional de Edición 2000 y de Literatura 2009, una de las personalidades a quien está dedicada la Feria, y Bernardo Jaramillo Hoyos, representante del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC). Las exposiciones y posterior debate giraron alrededor de la evolución del papel del editor frente a los retos tecnológicos y económicos más recientes y el destino del libro.
Recordó el conocido investigador que, al terminar la dominación colonial en 1902, surgió rápidamente la idea de establecer una Imprenta Nacional, la que haría los libros de textos escolares de la flamante república y, más adelante, libros de autores nacionales. Sin embargo, los intereses económicos se movilizaron enseguida para impedir este paso democratizador. Las librerías "La Moderna Poesía" y "Cervantes" -que también imprimían libros- emitieron un informe que demostraba la inviabilidad económica de esa idea, así como el "evidente" beneficio para Cuba de encargar tales libros a empresas privadas.
La narración de Fornet siguió adelante en el tiempo, explicando cómo los libreros-impresores de principios del siglo XX fueron sustituidos por vendedores de libros, sin interés alguno en la gestión editorial o la ampliación del sector poblacional capaz de leer o comprar libros. De hecho aplicaron el ejemplo de otros campos y crearon un monopolio: Cultural SA, que se dedicaba a explotar el mercado cautivo de estudiantes y profesionales -como abogados o médicos- siempre en busca de las últimas actualizaciones en su campo. Sin embargo, esa empresa tuvo la bondad de contratar como viajantes a escritores e intelectuales eran las mejores personas para exponer las bondades de estos productos que viajaban por el Gran Caribe y así estrechaban lazos, conocían mundo. Lo paradójico es que, tras el triunfo de la Revolución, pocos reivindicaron su empleo en Cultural SA u otras imprentas como gestión cultural, promoción del libro o labor editorial.
La última parte de la intervención se refirió a los cambios que el universo digital ha generado en los hábitos de lectura. Confesó sentirse asombrado ante la disposición de algunos jóvenes a leerse La guerra y la paz en la pantalla de una computadora. Tal actitud es impensable para él, ya que se autodefine como un hombre que pertenece totalmente a la Galaxia Gutemberg, la experiencia de la lectura implica por tanto un ambiente que solo puede alcanzarse con cierto aislamiento y la intimidad que provee la caricia de las páginas. Es cierto que las estadísticas indican que el libro en papel sigue siendo preponderante, pero ¿cuál es el formato que prefieren los jóvenes? El hecho de que hoy se lea todo tipo de textos mediante el intercambio de archivos de texto significa que no conocemos las personas de la industria del libro qué leen en realidad esas personas, pero también que la importancia de la lectura no decaerá por un tiempo, concluyó.
La exposición de Bernardo Jaramillo Hoyos estuvo orientada a la presentación somera del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), para el cual trabaja como Subdirector de Producción y Circulación del Libro, y de los retos que enfrenta Latinoamérica respecto a la promoción de la lectura.
Por todo esto, los interlocutores naturales de este organismo son los ministerios de cultura y educación, así como los responsables de las políticas culturales de los países miembros; también los gremios, organizaciones profesionales, instituciones y organizaciones de la sociedad civil que actúen en cualquiera de los ámbitos relativos a su misión.
Tras la cuidada introducción, Jaramillo presentó lo que el define como retos actuales de CERLALC, que considero competen también a quienes promovemos la lectura en toda América Latina:
Reto 1: Promover la investigación y el análisis sobre la relación de los infantes en especial los nativos digitales con la lectura. Se trata de saber por qué caminos se acercan al libro y así poder acompañarles.
Reto 2: Reducción de la brecha de acceso al libro de papel. Mientras el precio mínimo de un volumen en América Latina oscile entre los 15 y 20 dólares no estará al alcance de las mayorías, solo en Cuba el libro es objeto de consumo masivo.
Reto 3: La entrada en el continente de Amazon y otras librerías transnacionales implica la entrada masiva de un catálogo de textos españoles y traducciones del resto del mundo. Eso es bueno, pero los libros latinoamericanos perderán visibilidad. La respuesta a esto es ayudar al desarrollo de plataformas autóctonas y la potenciación de las librerías capaces de imprimir bajo demanda, lo que abaratará los libros, que son pesados de mover.
Reto 4: La promoción de nuestros textos en otras tierras mediante la traducción a otras lenguas y las coediciones.
El debate que siguió fue muy revelador.
Nancy Maestigue Prieto, editora de la Editorial Arte y Literatura, expresó su preocupación porque el precio del libro digital reproduzca la brecha cultural con la cual luchamos. Ante lo cual Bernardo Jaramillo Hoyos insistió que es imperativo trabajar de modo simultáneo en cerrar la brecha de la lectura y abaratar los libros digitales, pues su facilidad de movimiento les hacen excelentes para el uso masivo en bibliotecas y otros espacios públicos.
Una editora de Nuevo Milenio preguntó cuál es la posición del CERLALC respecto a las polémicas sobre el Derecho de Autor en Internet. El representante se pronunció por el ajuste de la legislación y defensa de los autores, ya que los únicos que se benefician con la descarga de libros gratuitos son los propietarios de servidores, porque ven aumentar sus ganancias.
Aida Bahr, Vicepresidenta del Instituto Cubano del Libro, reflexionó sobre lo importante de no olvidar las diferencias entre Cuba y el resto del continente. En nuestro país los libros y librerías abundan, pero Granada tiene una solo una librería en el país. Tras exponer los resultados fallidos de varias iniciativas regionales para coedición de libros, la narradora y editora expresó su esperanza de que los nuevos organismos regionales como ALBA y CELAP, dinamicen estos esfuerzos para la integración editorial y la circulación de nuestros libros por el continente. Sin embargo, ella considera que las iniciativas estatales suelen ser lentas, mientras que las iniciativas personales son más dinámicas.
En todo caso, es hora de que la Feria del Libro de Cuba se proyecte internacionalmente afirmó, porque somos de los pocos que defendemos al libro no como negocio, sino como objeto de uso común, como derecho. Debemos exportar esa idea.
Fernando Car, maestro de editores, aportó un detalle a la narración histórica de Ambrosio Fornet sobre la evolución de libreros a editores: Según un viejo impresor que conoció en la década del sesenta, antes del 1959 en Cuba no existían los editores, solo los cajistas y los correctores.
La última intervención fue de Alfredo Cabrera, investigador del IDICT, quien recordó que la primera vez que oyó supo de las especulaciones sobre la muerte del libro por el soporte digital fue en un Correo de la UNESCO de la década del setenta. Admitió que la tecnología avanza, pero el libro digital ni siquiera está cerca con sus tabletas de alcanzar la generalización y aceptación del libro de papel. Eso es para él un consuelo.
Mientras se preparaba la segunda mesa del encuentro, dedicada a "La relación entre el editor y el traductor", me pregunté si en verdad es un consuelo que poco o nada sepamos de qué contienen esos libros digitales que pasan de un puerto USB a otro y hacen la educación sentimental de nuestros hijos. ¿Es tan difícil ir hasta la biblioteca por un ejemplar de La guerra y la paz?
¿Cree usted que durante alguno de los paneles, conferencias y presentaciones de libros que están programados hasta el sábado 18 de febrero encontremos la respuesta?
viernes, 10 de febrero de 2012
Memorias de la FIL 2012: Para que nadie alegue que desconocía la Ley


Bien por Ambrosio
Palabras en el acto inaugural de la 21a Feria Internacional del Libro de CubaIPermítanme comenzar con una anécdota, pero no sin antes agradecer a la generosidad de tantos amigos empezando por los organizadores de la Feria el privilegio de estar aquí, compartiendo con mi admirada Zoila Lapique y con ustedes la alegría del momento.
Cuando publiqué mi primer libro, hace más de 50 años, les envié sendos ejemplares a dos profesores de quienes conservaba un grato recuerdo, y el comentario de uno de ellos, al acusar recibo, me sorprendió: "Enhorabuena decía. Ya ha hecho usted su contribución a la sociedad". Para mí no fue fácil descifrar aquellas misteriosas palabras. Hasta entonces yo había utilizado la escritura como una coraza, y la idea de que un libro mío pudiera "contribuir" en alguna medida a mejorar o cambiar algo salvo la opinión que tenían sobre mí las personas que lo recibirían como obsequio me resultaba completamente extraña. Pero cuando los grupitos de lectores potenciales empezaron a crecer hasta el punto de que parecían abarcar un pueblo entero, me percaté de que la literatura podía tener una función social y que, con ella, el oficio de escritor adquiría una nueva dignidad.Esta fiesta del libro y la lectura, que ya cumple 21 años, lo demuestra con creces. Y se honra con la presencia de sus invitados especiales, autores y editores de nuestro espacio geográfico y cultural más inmediato, las Antillas de Hostos, Betances y los Henríquez Ureña para no hablar de Máximo Gómez, uno de mis autores favoritos; el Caribe de Cyril James, de Price-Mars y Alexis, de Cesaire y Glissant, de Eric Williams y Juan Bosch, de tantos otros narradores, poetas y ensayistas Es un placer darles la bienvenida a esta Isla rodeada de libros por todas partes, la tierra de Martí, de Guillén, de Carpentier y de la bendita idea de la cultura como "ajiaco".IINuevamente hemos entrado en una época de cambios. Que estos cambios se produzcan dentro de una continuidad, no significa que no tengamos que preocuparnos. Lo que nos preocupa es el legado. ¿Es cierto que en la sociedad que estamos legando a las nuevas generaciones predominan los factores positivos sobre los negativos? A quienes creemos que sí, la tarea que afrontamos larga para muchos de ustedes, breve para nosotros, los que estamos llegando al final del camino nos parece muy clara: hallar el modo de afianzar y renovar las conquistas, de barrer pacientemente el polvo acumulado. Para eso contamos, en modesta medida, con la educación, la instrucción y la cultura. No puede trazarse un signo de igualdad entre ellas, pero todas tienen una cosa en común: son expresiones del talento, la perseverancia y la conducta individual y social que favorecen las relaciones humanas. De manera que no nos basta con saber que se publican libros, se inauguran exposiciones, se estrenan obras de teatro y de ballet, se divulgan las expresiones más auténticas de nuestro folclor urbano y rural; necesitamos saber, además, cuánto han retrocedido el machismo y la homofobia, cómo vamos a enfrentar el desconcierto, las indisciplinas sociales, los prejuicios raciales, la corrupción administrativa, el viscoso lastre que nos dejó la crisis de los años 90. Si nosotros escritores, artistas, trabajadores del medio ponemos tanto empeño en la proyección social de nuestras actividades es porque creemos que cumplen también una función cívica, que quienes leen un buen libro, escuchan buena música o asisten al estreno de una obra teatral son menos proclives a violar ciertas normas de conducta o abusar de la paciencia de los demás. En otras palabras, creemos que existe una relación entre el comportamiento individual y el social, entre las necesidades espirituales y las normas de convivencia. Pero como no sabemos qué alcance tiene ese vínculo, asumimos como tarea irrenunciable la de seguir creando las bases que favorezcan el predominio de lo mejor sobre lo peor, de modo que la nuestra llegue a ser una sociedad donde, para decirlo con la fórmula clásica, el libre desarrollo de cada uno sea la condición para el libre desarrollo de todos, donde podamos seguir forjando en común esa nación para el bien de todos que es nuestra aspiración más legítima.Y aquí topamos con la ineludible realidad de que las condiciones que favorecen el desarrollo cultural tienen también un fundamento económico. Ya sabemos, por experiencia propia, que el irrestricto apoyo estatal a la instrucción y la cultura ha producido desde los ya lejanos tiempos de la Campaña de Alfabetización y la creación de la Imprenta Nacional una expansión cultural sin precedentes en nuestra historia, pero ¿hasta dónde es posible mantener ese apoyo en tiempos de crisis y cambios? A nosotros nos toca encontrar la respuesta sin abjurar de nuestro sentido de la justicia y sin olvidar que aun a la pregunta más difícil se le puede dar una respuesta fácil dictada por la ignorancia o la rutina, así que no conviene descartar sin más la posibilidad de que, con el paso del tiempo, a alguien se le ocurra la idea de aplicar, en nuestro medio, el principio de la rentabilidad económica que debe regir en otros campos. Eso conduciría a una pregunta retórica el simple hecho de hacérsela demostraría que se conoce de antemano la respuesta: ¿Para qué "sirve" la cultura literaria y artística? O más concretamente, ¿qué "utilidad" es decir, qué grado de "rentabilidad puede esperarse de un concierto de la Sinfónica, de un libro de ensayos, de un museo de artes visuales? Nos preocupa, en fin, que los reajustes socioeconómicos, los guiños del mercado y el curso inexorable del tiempo puedan disolver o reducir al mínimo el proceso de afirmación de la identidad o, si lo prefieren, de descolonización cultural que caracterizó en el pasado nuestras búsquedas. Y nos preocupa que la crisis de valores generada por el fracaso del socialismo europeo pueda desembocar, en el caso de nuestros escritores los críticos y ensayistas, sobre todo, en la filosofía del vale todo o del sálvese quien pueda, antítesis de la noción misma de cultura y, en particular, de la cultura que hemos tratado de consolidar en el curso de estos años. Afortunadamente, nos apoyamos en una tradición creativa incluyendo la formada por la investigación y la crítica que ha demostrado ser infatigable en su búsqueda de la autenticidad.Y ya que hablamos de tradición, permítanme terminar recordando que este año se cumple el bicentenario del nacimiento de Antonio Bachiller y Morales, fundador de la bibliografía cubana. Dedico estas palabras a su memoria y a todos los que, dentro y fuera de Cuba, han ido delineando ese retrato de familia todavía inconcluso, la imagen real o posible del cubano tal como se insinúa o se refleja en las páginas de los libros.Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, 9 de febrero de 2012.
jueves, 9 de febrero de 2012
Acerca del síndrome del agotamiento previo en el segundo mes del año
