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sábado, 25 de febrero de 2012

Memorias de la Feria 2012: Lenin regresa al combate con Nuevo Milenio y Pathfinder Press

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, La última lucha de Lenin, Vladimir Ilich Lenin,  Editorial Nuevo Milenio, Pathfinder Press, La revolución rusa de 1905, León Trotsky, Mary Alice Waters, Fernando Rojas, Partido Socialista de los Trabajadores, marxismo, leninismo, Revolución de Octubre, Partido Bolchevique, URSS, Campo Socialista, Caída del Muro de Berlín, política cultural
Publicado en la web de la Feria el 19 de febrero
 
La última presentación de ayer 18 de febrero, en la sala José Antonio Portuondo de La Cabaña, fue el inicio de un combate: La última lucha de Lenin es el primer golpe conjunto de la Editorial Nuevo Milenio y Pathfinder Press a la larga y malintencionada manipulación política del legado de Vladimir Ilich Lenin y otros dirigentes bolcheviques para el desarrollo de la lucha anticapitalista mundial.
 
La presentación estuvo a cargo de Mary Alice Waters, activa comunista norteamericana y directora de Pathfinder Press, y Fernando Rojas, viceministro de Cultura de Cuba; moderó el panel Gladys Estrada, editora de Nuevo Milenio. Esta publicación es parte de los esfuerzos del sello Ciencias Sociales por volver a circular textos básicos de la tradición revolucionaria mundial en Cuba, lo cual ha generado gran interés. Evidencia de ello es que la edición de 2010 del Manifiesto comunista ya se agotó, y se espera con ansias La revolución rusa de 1905, compilación de artículos de León Trotsky.
 
 
En su discurso, Mary Alice Waters expuso el origen del volumen que ahora se pone a disposición del público cubano: la compilación de cartas, documentos y artículos fue editada en 1995 por su editorial, una empresa del Partido Socialista de los Trabajadores de Estados Unidos. En ese momento, se revelaban materiales que habían sido ocultados por décadas, jamás traducidos fuera del ruso. El volumen fue traducido íntegramente al español en 1997 y se vende en el stand de Pathfinder Press desde 1998.
 
El objetivo de esta antología, explicó Waters, fue luchar contra la manipulación del legado leninista. Todos sabemos lo fácil que es desvirtuar el sentido de los textos al ocultarlos, descontextualizarlos, ocultarlos o dispersarlos. Todas estas estrategias fueron puestas en función contra Lenin, pero el quipo de Pathfinder Press está convencido –más de una década después de la edición– de que las ideas, sueños y advertencias del líder del primer país socialista del mundo son lectura necesaria a todas aquellas personas que luchan por el cambio mundial. En esos materiales se discute de la cuestión nacional, las relaciones de clase, la organización del partido comunista y sus políticas de cuadros, en fin, de muchas temáticas relativas a la dirección y recursos genuinamente revolucionarios.
 
Lo que decidió la coedición con Nuevo Milenio fueron dos factores: Durante un década este título fue de los más solicitados en el stand de Pathfinder Press durante los días de la Feria Internacional del Libro, una demanda que nunca pudieron satisfacer –los otros son Manifiesto comunista, de Marx y Engels, y La revolución traicionada, de León Trotsky. Pero lo que puso en marcha el mecanismo fue el comentario de la joven Gladys Gutiérrez –quien fuera presidenta de la FEU de la Universidad de La Habana e integra ahora el Comité Nacional de la UJC– en 2009, de que este libro le había revelado un Lenin distinto, un Lenin al que su generación desconoce totalmente.
 
Aclaró que la edición cubana no es copia de la que ha circulado estos casi 14 años, sino que se realizaron traducciones nuevas desde el ruso, con una calidad excelente, de modo que Pathfinder Press usará esa nueva versión en sus próximas reimpresiones de La última lucha de Lenin. Por todas esas razones, afirmó a nombre de su equipo: estamos muy felices de que el libro esté disponible para el pueblo de Cuba.
 
Fernando Rojas, fue invitado como presentador, y es también el prologuista del libro. Su alocucion, titulada "Dos mitos", tuvo por objetivos en situar en su contexto los materiales reunidos en el libro, lo que implicó hacer un rápido repaso por las políticas de Lenin desde 1905 hasta la NEP ( 21 de marzo de 1921) y en segundo lugar, comentar las nuevas aproximaciones que amerita el contenido, esto es, el sentido de la edición cubana, aún cuando tantos títulos de las editoriales Raduga y Mir –con textos en apariencia similares– circularon en Cuba durante las décadas sesenta, setenta y ochenta.
 
En su breve repaso histórico, expuso sobre todo la capacidad de Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) para aquilatar las cambiantes circunstancias políticas de Rusia entre 1905 y 1917, y las acciones que se debían elaborar para la toma del poder por las fuerzas revolucionarias. La toma del poder y la guerra civil que conducirá a la NEP fue un proceso doloroso, plagado de contradicciones y frustraciones, pues la apuesta por la revolución mundial falló.
 
Coincido con el viceministro en que hay implícita una terrible revelación en el argumento que defienden hoy tanto los conglomerados mediáticos capitalistas como los estalinistas afincados en espacios de poder: insisten ambos grupos en que la Revolución de Octubre, protagonizada por el Partido Bolchevique, tuvo su continuidad orgánica en la URSS posterior a Stalin, de lo que se deduce que el derrumbe de la URSS y el otrora llamado Campo Socialista es responsabilidad directa de los bolcheviques y Lenin. Estos y otros mitos habrá que desmontar dentro de los aparatos lógicos de la izquierda y la derecha para poder valorar a la Revolución de Octubre y sus hacedores en la justa medida. En todo caso, este material es de suma importancia para comprender por qué el socialismo se malogró en la Unión Soviética y el resto de Europa Oriental. A ese respecto, elogió el criterio editorial de Pathfinder, que agrupa los materiales con criterio temático, intercala los textos de Lenin y otras personas, de modo que se puede seguir la polémica sin dificultad, y cuyas abundantes notas al pie, que sitúan el contexto político general.
 
Para lograr que este libro llegue a todas las instituciones, a todas las mentes en formación de las cuales aspiramos a moldear esos míticos Hombre y Mujer Nuevos, debemos estar dispuestos a reeditar el volumen tantas veces como sea necesario. Pues muchas deformaciones en la percepción sobre la construcción del socialismo en nuestra población se deben a no conocer otro líder comunista que Lenin, y conocerlo mal. Además, el MINCULT se compromete a apoyar todos los proyectos de coedición que acuerde Nuevo Milenio en el objetivo de traer a Cuba los clásicos del marxismo. Sin embargo, aclaró, hay factores en este asunto que superan las competencias del Instituto Cubano del Libro y del mismo Ministerio de Cultura de Cuba, es por eso que tenemos representantes en comisiones de trabajo conjuntas, que involucran a la Academia de Ciencias de Cuba y a los ministerios de Educación y Educación Superior.
 
Solo puso Rojas una condición para que la lectura sea en verdad instructiva y amena: olvidarse de que alguna vez se leyó un manual de marxismo.

Memorias de la Feria 2012: Una visión indígena para el camino a la definitiva independencia

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Abya Yala. Una visión indígena, Sonia Almaguer Darna, Editorial Nuevo Milenio, Palmiro Soria, Estado Plurinacional de Bolivia, Félix Albisu Cruz, Prensa Latina, Hubert Garrido, Rolando de la Ribera, Letras Urgentes
Publicado en la web de la Feria el 19 de febrero
 
Este último día de Feria en La Habana, en la sala José Lezama Lima de La Cabaña se presentó un volumen muy esperado: Abya Yala. Una visión indígena, colección de artículos sobre los pueblos originarios de América Latina, prologada por Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. El libro es una coedición de Editorial Nuevo Milenio y Letras Urgentes, sello editorial de la agencia Prensa Latina.
 
El panel convocado para la ocasión reunió a Sonia Almaguer Darna, directora de Editorial Nuevo Milenio; Palmiro Soria, embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en Cuba; Félix Albisu Cruz, vicepresidente comercial de Prensa Latina; Hubert Garrido, coordinador de corresponsales de Prensa Latina en Bolivia, promotor del proyecto, y Rolando de la Ribera, editor de Abya Yala. Una visión indígena.
 
 
Sonia Almaguer declaró estar muy satisfecha de la cooperación con Prensa Latina. Aseguró que Nuevo Milenio tiene interés en aumentar su catálogo con temas ambientales y sobre los pueblos originarios de América, por lo que los materiales de esa agencia de prensa son especialmente ventajosos para sus objetivos. En 2010 ya habían colaborado para la publicación de SOS Amazonía, un libro agotado y solicitado por los lectores, lo que justificó su reimpresión a fines de 2011. Además, se valoran otras compilaciones temáticas.
 
Las palabras de Rolando de la Ribera, el editor, revelaron varios detalles del contenido del libro: se trata de casi cincuenta textos de veinticinco autores. Son crónicas, reportajes y entrevistas que reflejan el trabajo de los corresponsales de Prensa Latina en toda América Latina, especialmente en Bolivia. El tema común son los habitantes originarios de nuestro continente: el modo en que las diversas comunidades enfrentan al cambio climático, manejan el aislamiento geográfico y/o cultural, participan con, o enfrentan a, sus gobiernos, los debates culturales a los que están abocados por la alfabetización de sus lenguas, el ajuste entre las tradiciones y las leyes nacionales. Esos y otros asuntos son expuestos, tanto cuando reflejan avances, como cuando se descubren injusticias o incomprensiones.
 
Comentando el prólogo escrito por Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, el editor destacó el cambo radical que significó la invasión europea a partir de 1492. Antes de la llegada de Cristóbal Colón nuestro continente era uno solo: AbyaYala, lo que literalmente significa "tierra en plena madurez" o "tierra de sangre vital". Las naciones conquistadoras vinieron a saquear nuestras riquezas y esclavizarnos, pero nunca pudieron borrar la memoria de las culturas originarias. Ahora esos pueblos, marginados durante siglos, son cada vez más visibles y están más seguros del camino por recorrer.
 
Al tomar el micrófono, Félix Albisu Cruz, vicepresidente comercial de Prensa Latina, aprovechó para reconocer el trabajo de coordinación y edición que permitió el nacimiento de Abya Yala. Una visión indígena y la gestación de otros proyectos compilatorios que se negocian con Nuevo Milenio. Anunció, además, que el volumen será presentado en los próximos días en la Feria Internacional del Libro de Venezuela. Por último, hizo entrega simbólica de un ejemplar del libro dedicado al Embajador de Bolivia en Cuba, para que lo lleve a Evo Morales.
 
Hubert Garrido, coordinador de corresponsales de Prensa Latina en Bolivia y promotor del proyecto, agradeció el apoyo de Rolando Gómez González, Embajador de Cuba en Bolivia, así como el entusiasmo de Evo Morales, que se materializó en el excelente prólogo. Lo que más le interesa destacar es el alegato de defensa a la Amazonía que contienen estás páginas, no solo de la Amazonía como ecosistema, sino como espacio  habitado, donde deben ser prioridad los derechos de sus habitantes originarios.
 
Palmiro Soria, embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en Cuba, calificó al texto como un valioso compendio de los retos actuales para las comunidades originarias. Ya no es posible comprender a América Latina sin el componente indígena, advirtió, lo cual ha permeado las políticas, la economía y la comprensión de lo social. El sector poblacional indígena se ha vuelto centro en poco más de una década, aunque estuvo invisibilizado para la teoría política, la literatura, la legislación, las denominaciones y las estructuras gubernamentales. El economista boliviano exhortó a que los investigadores analicen el novedoso fenómeno del que hemos sido testigos: es muy interesante que esa fuerza, integrada por los más débiles de los países periféricos, que son los campesinos y los indígenas, lograra cambiar a Bolivia y a otros países de nuestro continente.
 
Esto es tanto más significativo porque la República de Bolivia no existía de espaldas a los indígenas, sino contra ellos. Prueba de eso es que, en 1825, cuando se declaró la independencia, el territorio contenía un centenar de naciones, de las cuales solo sobreviven treinta y seis. Esas culturas sobrevivientes aprenden ahora a vivir juntas y construir un Estado que les represente en verdad, un Estado con sus nuevas categorías, leyes y ordenamientos.
 
El valor de Abya Yala. Una visión indígena concluyó, está en que ayuda a comprender la complejidad y riqueza de ese proceso. El camino de los millones de habitantes originarios, antes discriminados, que han sido convocados por la Pacha Mama, han dicho "basta", han echado a andar y no serán detenidos hasta alcanzar la definitiva independencia.

Memorias de la Feria 2012: De cómo Raúl aprendió a no ser él mismo, y de vuelta

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Enemigo, Raúl Antonio Capote, CIA, Abel Prieto Jiménez, diferendo Cuba - Estados Unidos, Fran Carlos Vásquez, José Manuel Collera Vento, Dirección de la Seguridad del Estado, G-2, Las razones de Cuba
 
Publicado en la web de la Feria el 18 de febrero
 
La presentación de Enemigo, testimonio de Raúl Antonio Capote sobre su relación con la CIA, fue tan emotiva y masiva como se predijo. La sala Nicolás Guillén de San Carlos de La Cabaña, tenía gran cantidad de público desde antes de la 1:00 p.m., momento anunciado para el inicio de la actividad.
 
Era un público heterogéneo, mucha gente de mediana edad, otras de garbo militar aunque vistieran de civil, no faltaron otras conocidas y admiradas, como los familiares de los Cinco Héroes y ex-agentes de la Seguridad cubana que se hicieron famosos en la serie Las razones de Cuba. Quienes más me llamaron la atención, sin embargo, fueron los jóvenes y adolescentes que se arremolinaban en las puertas, ansiosos por lanzarse sobre el volumen, acaso molestos de que las intervenciones que explicaban y elogiaban el cuarto libro de Raúl Antonio Capote, se alargaran tanto.
 
Bueno, no se puede uno molestar con la gente joven, a ellos está dedicado el libro, asegura el autor en el "Introito", donde también menciona a sus colegas de la Dirección de la Seguridad del Estado, a los que conoce y a los que aún, acaso para siempre, ocultan sus nombres los vecinos del Norte: Gerardo, René, Antonio, Ramón y Fernando, cuyo sacrificio siente suyo por la edad y angustias compartidas; y al Comandante en Jefe Fidel Castro. Hermosa asociación, pienso, que hace uno en el sentimiento y el regalo; lo que el enemigo se empeña en separar.
 
Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura, hizo un discurso cargado de admiración; mucho más emotivo que las palabras con que introduce el volumen. En las dos páginas de "Servir es darse", Prieto Jiménez se refiere, sobre todo, a las circunstancias del libro, a la vocación de la CIA por "refrescar" la imagen de la disidencia cubana y usar a gente como Capote para la destrucción de nuestro Estado.
 
En su intervención oral, en cambio, las palabras estaban más perneadas por el narrador que es Abel, de modo que su discurso se deslizó del campo político al literario. Al principio fue una reflexión sobre la utilidad de Enemigo y en esa línea mencionó apenas tres razones por las que vale la pena leerlo: como arma de denuncia y testimonio de lo insidioso del Imperio, como ejemplo de lo nefastas que pueden ser las respuestas mecánicas, primitivas, insensibles, de la institucionalidad a las iniciativas sociales, y como advertencia de cuánta información, inteligencia y compromiso es necesario para trabajar en la política cultural de una Revolución socialista. Pero a medida que Abel se emocionaba, salió a flote su admiración por la escritura.
 
No será difícil que los jóvenes lean este libro con placer, afirmó, pues Capote narra con gracia, sin almidón, con autenticidad, de sus avatares en una misión que requiere mucha, muchísima sangre fría. No emplea consignas para hablar del compromiso político, no es necesaria la retórica para hablar del amor a la patria. El texto lo revela en su humanidad, cómo no es posible dejar fuera los sentimientos y las contradicciones que eso le provoca. En cierto momento, citó Prieto Jiménez como ejemplo del buen uso de los recursos literario, viaja con un agente de la CIA a Varadero y a través de la mirada evoca su adolescencia, los sueños de ser piloto de combate, el amor por la muchacha lejana que nunca supo de su existencia y regresa al presente con un "las cosas nunca salen como uno las piensa".
 
Otros fragmentos citó el presentador, pero reproducirlos acá sería inútil, pues la idea es que quien me lee, lea también Enemigo.
 
Las palabras de Raúl Antonio Capote fueron breves: primero admitió estar nervioso. Explicó que le parecía contradictorio, pues como maestro está acostumbrado a hablar en público, pero la circunstancia le abruma. Desde que se involucró con la disidencia en 2004 había renunciado a la esperanza de presentar algo en la Feria Internacional del Libro de Cuba, y ahora se ve en la sala Nicolás Guillén… se explican los ojos húmedos ¿cierto?
 
No quiso volver a contar el libro y sus razones, por eso la intervención se concentró sobre todo en aclarar, reconocer y agradecer: Aclaró que él y los otros ex–agentes que denunciaron los planes de la CIA en Las razones de Cuba son privilegiados, pues la mayoría de los agentes no revelarán jamás sus tareas. Y dejo claro que todavía no se explica qué vio la CIA en él; cómo imaginaron que un escritor y maestro revolucionario podría ser traidor a su pueblo.
 
Reconocimiento a los jóvenes de hoy, a quienes en sus encuentros por toda Cuba le mostraron admiración. Es una juventud inquieta, crítica y revolucionaria, enumeró. Y en ellos confío para la defensa de la Revolución, porque no son revolucionarias las personas que aceptan todo sin cuestionar, sino las que desde jóvenes quieren cambiar el mundo. Otro reconocimiento fue para los oficiales de la Seguridad del Estado que le acompañaron en todo momento.
 
Por último hizo un recuento de sus fuentes de inspiración para enfrentar la dura tarea de negarse a sí mismo por tiempo indeterminado a partir de 2004: Mama Cacha y su esposo, que le enseñaron a amar la Revolución, y de manera especial a los Cinco Héroes, gente de su generación, personas llenas de valor y sacrificio. Mientras existan hombres así, esposas, madres, hermanas, hijos e hijas como las de sus familias, Cuba tiene garantizado su futuro.
 
Enemigo no es solo un testimonio de los planes de Estados Unidos contra Cuba, sino también del heroísmo callado y su valor, de cómo hacen carne esta hermosa frase de José Martí: "Hay que arrancarse de sí. Servir es darse".

Memorias de la Feria 2012: Testimonio sobre nuestros enemigos

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Enemigo, Raúl Antonio Capote, CIA, Las razones de Cuba, diferendo Cuba - Estados Unidos, Fran Carlos Vásquez, José Manuel Collera Vento, Dirección de la Seguridad del Estado, G-2
Publicado en la web de la Feria el 17 de febrero
 
En la reunión de prensa de este jueves se anunció para mañana sábado, a la 1 p.m. en la Sala Nicolás Guillén de La Cabaña, la presentación del que, sin dudas, será uno de los libros más buscados, leídos y discutidos del año: Enemigo, el relato de Raúl Antonio Capote sobre seis años sus años de trabajo como agente de la Seguridad cubana, lo que implicó fingir que servía a la CIA en la recopilación de inteligencia y la subversión entre escritores y otros artistas de Cuba.
 
De acuerdo con las declaraciones de Capote, Enemigo es un libro del género testimonio. Lo escribió durante el año que medió entre el final de sus labores como el agente "Daniel" y la revelación de sus verdaderas lealtades en la serie documental Las razones de Cuba, transmitido a fines de 2011 por la televisión cubana.
 
Como mandan las reglas del género, este relato no es historia, sino la aventura de un hombre que se mete tras las líneas del enemigo, donde se privilegia el lado humano, la tensión constante a la que estaba sometido Daniel. Pero aclaró que no hay nada de fantasía. Excepto algunos nombres cambiados para proteger la intimidad, cada hecho es real. Y cualquiera se imagina que, entre los años 2004 y 2011, Daniel-Raúl vio fundar muchos proyectos de la sociedad civil y grupos políticos "independientes", recibió las visitas de numerosos agentes de la CIA, fue testigo de grandes pagos para el financiamiento de acciones antigubernamentales y escribió profusas declaraciones, reportajes e informes confidenciales para los servicios de inteligencia norteamericanos.
 
En fin, que Enemigo no solo es una lectura emocionante, deviene recopilación de las acciones del gobierno de los Estados Unidos contra el Estado cubano en los últimos siete años. La organización y experiencia con que los servicios de inteligencia norteamericanos enfrentan sus acciones en Cuba demuestran, además, la larga vida de estos programas, su coherencia con la política exterior injerencista de nuestro vecino del Norte. Claro, que eso no implica que se alcance el éxito, ni siquiera eficiencia.
 
Según Raúl Capote, el valor de este testimonio, la razón para que llegara a imprenta, es la importancia de modificar la percepción social de que las grandes historias de contrainteligencia son cosa de las décadas setenta y ochenta del siglo pasado, cuando las series En silencio ha tenido que ser y Para empezar a vivir construyeron una imagen heroica específica. Influidos por estas ideas, logró que otros dos ex–agentes encubiertos comenzaran a preparar sus memorias: se trata de Fran Carlos Vásquez, Robin por más de cinco años, y de José Manuel Collera Vento, "Gerardo" para sus compañeros de la Seguridad del Estado por 36 años, durante los cuales llegó a ser asesor del Pentágono, consultor de la OEA y visitante frecuente de la Casa Blanca.
 
Raúl Capote es escritor, aunque dejó de lado su vocación desde 2004 para dedicarse al "negocio de la disidencia". A principios de siglo publicó un libro de cuentos y la novela El caballero ilustrado. Su segunda novela, El adversario, la publicó la Editorial Plaza Mayor (Puerto Rico), y su contenido fue manipulado como parte de la campaña que lo pondría en la lista de "jóvenes escritores contestatarios" que preparaban los testaferros de la CIA. En realidad, explica, es un gran homenaje a la resistencia de nuestro pueblo en la década del noventa, con la imprescindible crítica social que hace siempre la literatura comprometida. Para aclarar este equívoco, El adversario será editada por Letras Cubanas en 2013, así la leerán las personas que realmente pueden comprenderla.
 
Es de desear que el éxito editorial Enemigo —seguido más adelante por las memorias de Robin y Gerardo— revitalice el testimonio, porque ¿qué es más emocionante que una historia de espías? Una historia de espías con ideología. Acaso ello decida a las editoriales a promoverlo desde acercamientos frescos, alejados del esquematismo y la pobreza literaria que acabó por desprestigiar el género entre el público a fines del siglo xx.
 
Muchos actores de gran importancia social en este medio siglo llegan ya a la edad en que deben transmitir el legado. En esta Feria Internacional del Libro se han presentado varios títulos de ese corte, como SIDA, confesiones de un médico, Volver a la semilla. Memorias de un médico rural, Luis Giraldo Casanova: el señor pelotero y Una hija reivindica a su padre. Todos contaron con notable presencia de público y crítica. Pero estoy segura de que pocos autores tendrán una presentación tan emotiva como Raúl "Daniel" Capote, al poner en evidencia a nuestros enemigos.

Memorias de la Feria 2012: Un poeta extraño indaga por correo electrónico sobre la guerra cultural

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Jorge Ángel Hernández, Enrique Ubieta Gómez, Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica, Enid Vian, Editorial Nuevo Milenio

Publicado en la web de la Feria el 16 de febrero
 
El programa de la Sala José Antonio Portuondo de La Cabaña era tentador al mediodía. Un título intrigante: Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica; un autor de provincia: Jorge Ángel Hernández (Vueltas, Villa Clara, 1961); una cubierta con la escultura cinética Balouba, de Jean Tinguely; y un presentador de lujo: el investigador y periodista cubano Enrique Ubieta Gómez, director del popular tabloide La calle del medio. Pero éramos seis personas en las cómodas butacas.


¿Qué pasó? Bueno, seguro fue un problema de promoción, pero creo que la intimidad ayudó a que el denso libro fuera expuesto por Enid Vian, su editora; Ubieta y Hernández parecían sin tensión, de modo que este nuevo título de la Editorial Nuevo Milenio llegó a quienes estamos genuinamente interesados, ¿no es esa la idea?

De acuerdo a Enid Vian, Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica llegó a ella con la recomendación que implica el Premio Beca de Creación Bolívar-Martí, convocado por la Casa del ALBA Cultural y tuvo un proceso editorial completamente digitalizado –cosa rara en nuestros predios–, pues todas las consultas, propuestas, debates y peleas se hicieron a través de correos electrónicos entre la editora, radicada en La Habana, y el autor, que vive en Santa Clara. La mayoría de esos encontronazos se dieron por el persistente interés de ella en aclarar el texto, de modo que fuera accesible a una mayor cantidad de personas la indagación sobre cómo se manifiestan las estructuras hegemónicas en los "diversos planos de la evolución cultural", el análisis acerca de las "las condiciones, posibilidades y deberes de responsabilidad a que estamos llamados los intelectuales y personas con necesidad de conciencia" y la extensión de ese sentido intelectual a los sectores de creatividad popular. Todo ello debía aclararse sin que se perdiera el estilo denso y personal de Jorge Ángel Hernández.

Todo un reto laboral ¿no? En realidad no es sorpresa en un libro cuyo titulo refiere —¿cita, homenajea o parodia?— a uno de los textos más conocidos del crítico cultural marxista Walter Benjamin La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (1936) —para los más cultos Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen Reproduzierbarkeit—.

La intervención de Enrique Ubieta Gómez osciló entre la prosa poética y el ensayo sociológico. Sus palabras no buscaban explicar en el sentido tradicional del término, las razones del autor o las estructuras internas del volumen, más bien revelaban su vinculación con las líneas de investigación de Hernández, la comunidad profunda que les une ¿cosa de edad o de afinidad?

Afirma Ubieta que el libro es un sucesivo análisis de temas que acosan a Jorge Ángel Hernández, marcada la escritura por la tensión constante que implica entender el entorno cultural donde vive a la vez que lo defiende. Si bien la bibliografía final demuestra el profundo conocimiento de los temas que aborda, lo que seduce es que el sentido intelectual que busca desvelar es el suyo propio, el de muchas personas más ancladas a la Cuba profunda, empeñadas en ser auténticas, en resistir la asimilación a las lógicas de la cultura global y desechable. El empeño, además, no es nuevo, pues Jorge Ángel Hernández lo practica en espacios tan diversos como la dirección de la revista digital Hacerse el cuerdo, la columna Semiosis, del portal Cubaliteraria y el blog Oggun Guerrero.

Las palabras del autor, acaso debido a lo íntima que se volvió la presentación, se enfocaron en explicar la extraña génesis de Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica. "Acosado por las deudas y otras penas me encontré con esa convocatoria del ALBA y decidí terminar este proyecto". Calificó el proceso editorial de excelente –¿peleas digitales incluidas?– y afirmó que el libro resultante llega de superar sus tres grandes defectos: ser de fuera de La Habana, ser escritor y empeñarse en escribir de teoría literaria.

Como ensayo que trata de mirar a nuestra sociedad en su encrucijada, Sentido Intelectual en la era de la globalización mecánica se hermana con otros textos de reciente aparición en Cuba: Cuba: Revolución o Reforma, que Enrique Ubieta Gómez presentó hace unos días en esta misma Feria, Para cambiar el mundo. Derecho educacional y contra-hegemonía, con el cual Rolando González Patricio obtuvo el Premio Temas de Ensayo 2011 en Ciencias Sociales, o Imperialismo del siglo XXI. Las guerras culturales, de Eliades Acosta Matos. Todos se unen en la indagación sobre los mecanismos insidiosos del discurso capitalista, las lógicas de la resistencia y la confianza en la naturaleza autóctona y perfectible del proyecto social cubano.

Un proyecto asediado que ha crecido a pesar de los ataques —simbólicos, económicos, bélicos—, pero que busca refrendar el pacífico derecho a la singularidad. Por lo menos eso cree Jorge Ángel Hernández, cuyo libro termina con esta afirmación: "la guerra cultural se gana, paradójicamente, con la paz".

Memorias de la Feria 2012: El extractivismo y el liberalismo no nos sacarán del hueco

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Ruth Casa Editorial, Editorial Nuevo Milenio, Instituto de Investigaciones Culturales Juan Marinello, Imperialismo tecnológico y desarrollo en América Latina, Gian Carlo Delgado Ramos, Reflexiones sobre la crisis actual, Notas sobre la economía cubana, José Luis Rodríguez García
 
Publicado en la web de la Feria el 16 de febrero
 
Hay sol y aire seco en las calles de La Cabaña, después de la penumbra y el fresco de la sala Nicolás Guillén –donde transcurre el Encuentro de Editores y Traductores Literarios–, el brillante colorido de los patios llenos de estudiantes y gente escapadas del trabajo me deslumbra. Apenas faltan tres minutos para que comience la presentación en la Sala José Antonio Portuondo y apuro el paso, ¿alcanzaré asiento?
 
Es que me dirijo a una de esas citas donde el público está garantizado, pues Ruth Casa Editorial tuvo la perspicacia de programar Imperialismo tecnológico y desarrollo en América Latina, del joven Gian Carlo Delgado Ramos –apenas conocido en Cuba–, junto a Reflexiones sobre la crisis actual y Notas sobre la economía cubana, dos libros del famoso José Luis Rodríguez García, quien fuera ministro de Economía de Cuba en los difíciles años de 1993 al 95 y vicepresidente del Consejo de Ministros y miembro del Consejo de Estado entre 1995 y 2005. Por si fuera poco, el presentador anunciado es Osvaldo Martínez Martínez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular y director del Centro de Estudios de la Economía Mundial, figura muy conocida por sus intervenciones en el programa Mesa Redonda de la televisión cubana.
 
Llego justo a tiempo: entro en la sala detrás de Francois Houtart, cuyo prestigio –no es poca cosa ser un sacerdote marxista y fundar el Centro Tricontinental– e imponente físico son la combinación perfecta para abrir paso entre la multitud. Sentada a su lado, ordeno las notas.
 
Los tres libros son fruto de coediciones que realizó Ruth Casa Editorial con entidades cubanas. Imperialismo tecnológico y desarrollo en América Latina y Reflexiones sobre la crisis actual tuvieron la contraparte de la Editorial Nuevo Milenio, Notas sobre la economía cubana –este libro circula desde agosto de 2011– fue asumido por el Instituto de Investigaciones Culturales Juan Marinello.
 
La primera persona en intervenir es Carlos Tablada, director de Ruth Csa Editorial y famoso por derecho propio. No porque tenga un Doctorado en Economía –mucha gente saca el Doctorado en Economía y no pasa nada–, sino porque ganó el Premio "Casa de las Américas" 1987 con El pensamiento económico de Ernesto Che Guevara –todo un bestseller que ya lleva treinta y dos ediciones en trece países y nueve traducciones. Sus palabras introducen a los integrantes de la mesa, así que transcribo lo que descubro del desconocido:
 
Gian Carlo Delgado Ramos (México, 1978) obtuvo la Licenciatura en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Doctorado en Economía Ecológica por la Universidad Autónoma de Barcelona. En la actualidad es investigador del programa "El Mundo en el Siglo XXI" del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM e integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional en Ciencia y Tecnología (CONACYT) de México.
 
Luego el turno corresponde a Osvaldo Martínez, que se apresura a aclarar que es para él extraña la circunstancia de presentar tres libros de dos autores que apenas se conocen, pero que coinciden en muchas de sus ideas. Asiento, pues en verdad es inusual en las dinámicas del libro cubano.
 
Imperialismo tecnológico y desarrollo en América Latina –comienza– es un libro singular. Somos constantemente bombardeados con opiniones sobre el tema que aborda, pero por propagandas tecnologisistas que promueven el fetichismo frente a una espiral tecnológico y consumista. En cambio, Gian Carlo Delgado busca desmontar esa lógica fetichista y revela cómo es parte de una gran estructura de dominación capitalista, que incluye elementos como la transferencia de tecnologías y el destino de los financiamientos para el I+D de universidades e institutos de investigación.
 
No es un libro antitecnológico –y la aclaración me tranquiliza, de eso tenemos bastante con ¿Hacia dónde va la tecnología?–, sino crítico de los modelos hegemónicos de desarrollo que se promueven todavía hoy para América Latina. Temas de extrema importancia como extractivismo, maquilas y dependencia tecnológica son expuestos con cuidado y amplitud, de modo que ayudarán al debate. En especial, hay una aparte para el análisis realista de las limitaciones que enfrentan los gobiernos progresistas del Tercer Mundo para liberarse de estas redes de dominación, aun cuando cuenten con voluntad política genuina y apoyo popular. Por todo eso su aparición en Cuba ilumina un tema en el que tenemos gran déficit de información.
 
La intervención de Gian Carlo Delgado se concentró a exponer la razón general que le motivó a escribir este estudio: Imperialismo tecnológico y desarrollo en América Latina nace de constatar que en muchas regiones de América Latina no se cuestiona el concepto de "desarrollo", solo se le entiende como crecimiento económico, lo que reproduce los problemas estructurales de siempre. Si bien es importante el progreso científico y tecnológico el bienestar de los pueblos no puede garantizarse solo sobre la base de esos factores: son clave también los económicos, políticos, sociales, ambientales, culturales e incluso éticos.
 
Por supuesto, la derecha política sigue apoyando el modelo tradicional de desarrollo, no propone modos de salir del Extractivismo. Las materias primas que exporta América Latina se han depreciado hasta un 25% en el último cuarto de siglo, por lo que exportamos más para compensar, pero ya es evidente que esos recursos están al límite. Es un modelo sin salida.
 
Aclaró que esa es la razón para exponer por separado los casos de Cuba y Venezuela: con la primera se desmonta el mito de que un país sin recursos naturales no puede desarrollar productos de alta tecnología, la industria farmacéutica cubana es reconocida en Europa; con Venezuela se desmiente la idea de que poseer abundantes recursos energéticos garantiza el éxito, pues los proyectos del gobierno bolivariano están por dar frutos.
 
En su segundo turno al habla, Osvaldo Martínez expuso con igual brevedad los valores de Reflexiones sobre la crisis actual y Notas sobre la economía cubana.
 
Todo libro de José Luis Rodríguez se espera con interés –afirmó como preludio–, pues el autor combina la exigente formación científica (en 1978 obtuvo el grado de Doctor en Ciencias Económicas) con la experiencia práctica de diseñar políticas económicas entre los años 1993 y 2005.
 
Reflexiones sobre la crisis y la economía internacional actual es una reunión de ensayos donde se exponen ángulos poco tratados sobre las muchas caras de la crisis económica mundial: "La crisis global: sus orígenes y desafíos" aborda las acusas teóricas, profundas del estallido de 2007, sus consecuencias principales y los intentos de solución. Le sigue "El impacto de la crisis en Rusia, Europa Oriental y el espacio postsoviético", se concentra en uno de los mayores impactos de la caída del Muro de Berlín, el desastre económico de los antiguos miembros del CAME, algo sobre lo cual no se discute nunca en Cuba. El tercero es "Nuevos actores en la economía internacional: los BRICs" y examina la dinámica de ese grupo de países emergentes –Brasil, Rusia, India y China–, haciendo especial énfasis en la validez de sus modelos de desarrollo, así como las perspectivas en los próximos años. Cierra el volumen un análisis de la relación entre Planificación y Mercado, con el estudio de caso de la experiencia en Europa Oriental como ejemplo de las tensiones que implica tal disyuntiva.
 
Notas sobre la economía cubana revela claramente la experiencia personal del autor en el manejo de la economía cubana en los años del Periodo Espacial. Ese periodo fue una epopeya que tuvo como protagonista al pueblo cubano, y este libro es testimonio de uno de los frentes más complejos en Cuba durante la novena década del siglo XX. Los tres ensayos que reúne reflexionan acerca de la política económica aplicada en Cuba entre 1959 y 2009, los modelos de planificación seguidos en el país, y, por último, las relaciones económicas de nuestro país con la Unión Soviética (1959-1991) y Rusia (1991-2010). Aunque los tres materiales están avalados por fuentes amplias y actualizadas, este aporte está lejos de agotar el tema, que pertenece tanto a los economistas como a los historiadores.
 
La última persona en intervenir fue José Luis Rodríguez, y se limitó a hacer algunas precisiones sobre el material expuesto.
 
Reflexiones sobre la crisis y la economía internacional actual trata de explicar la crisis desde ángulos que son poco tratados en los debates mundiales y en los análisis desde Cuba. El énfasis en el destino de los países ex–soviéticos se debe a que para él es evidente la hipocresía de los organismos económicos internacionales, que ocultan deliberadamente el nivel de deterioro de esas naciones –Letonia, por ejemplo, tiene el 25% de su población en la migración y un 14% de desempleo. Una debacle económica y social que, en su opinión, supera con mucho todas las faltas del llamado "socialismo real". Sin embargo, las noticias de Cuba se concentran en Grecia y España, lo que dictan los medios globales.
 
El otro tema de estudio de ese libro es el aparente éxito de los BRIC, en su texto Rodríguez se une a los numerosos críticos que cuestionan la ejemplaridad de ese proyecto para el resto del Tercer Mundo. Se ha dicho que los BRIC superarán al Primer Mundo con sus índices para el 2050, pero el camino de esos países al desarrollo no es transitable –afirmó el economista. Hasta ahora solo intentan reproducir el modelo de consumo occidental lo cual implica exceder la capacidad de la economía global y del ambiente para sostenerlo.
 
Respecto a sus Notas sobre la economía cubana, explicó que su objetivo fue establecer una panorámica de la economía cubana revolucionara (1959-2009) con sus logros y errores, así como por qué es necesaria la reforma económica a partir de todo lo que ocurrió antes. Hay un discurso que se generaliza de a poco entre personas de derecha e izquierda, el cual pretende hacer tabla rasa con la experiencia económica del "socialismo real" durante el siglo XX y debemos enfrentarnos a esa idea. No todo lo hecho en Europa Oriental y en Cuba fue erróneo, aseguró, sin conciencia de ello no podremos seguir adelante.
 
La misma voluntad de desmitificación le motivó al abordaje de las relaciones entre La Habana y Moscú por medio siglo: ni fuimos un satélite que se beneficiaba unilateralmente de los subsidios soviéticos entre 1960 y 1990, ni nuestras relaciones con Rusia pueden estar basadas en las mismas lógicas a partir de 1991. Ambas cosas están demostradas con cifras y documentos.
 
Al terminar el encuentro, comprendí que la reunión de estos tres libros no se debió solo al interés de aprovechar la bien merecida fama de José Luis Rodríguez y Osvaldo Martínez. Hay entre Imperialismo tecnológico y desarrollo en América Latina, Reflexiones sobre la crisis actual y Notas sobre la economía cubana un hilo conductor: la crítica a los modelos hegemónicos de la economía global, especialmente los que se proponen desde el norte desarrollado para que el sur salga del subdesarrollo y que, cosa rara, en más de un siglo no nos terminaron con la deuda, la dependencia y el hambre.

Memorias de la Feria 2012: Para seguir lanzando semillas al fértil campo de la contracorriente

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Concurso Internacional de Ensayo Pensar a Contracorriente, Zuleica Romay Guerra, Carlos Francisco Bauer, Alicia Herrera de Urrechaga, María Elena Álvarez Acostam, Stella Calloni

Publicado en la web de la Feria el 14 de febrero

La mayoría de las premiaciones que se realizan en la Feria Internacional del Libro de Cuba son solo eso: ceremonias. Ya están en el programa general los nombres de las personas que serán reconocidas, y la única sorpresa posible es qué extraño giro podrá tomar el discurso de elogio. Sin embargo, la ceremonia del Concurso Internacional de Ensayo "Pensar a Contracorriente", que organiza la Editorial Nuevo Milenio, es diferente en los diez días de Feria en La Habana.

Tal vez sea locura, pero el equipo de este concurso insiste en hacer las cosas a la vieja usanza: el Jurado toma su decisión a ciegas, se abren los archivos para descubrir la identidad de los autores y 48 horas después se realiza la ceremonia de premiación, momento en que se revela a la prensa quiénes remitieron los mejores ensayos breves de actitud antiimperialista. Eso hace del premio Pensar a Contracorriente uno de los encuentros más emotivos del denso programa de actividades de estos días.

Esta tarde del 14 de febrero la asamblea reunida en la Sala Nicolás Guillén de La Cabaña, fue motivada por la entrega oficial del IX Premio Internacional de Ensayo "Pensar a Contracorriente" y la presentación del octavo volumen de la colección, que reúne los textos reconocidos en la pasada edición del concurso, en 2011. Estaban en la mesa presidencial las integrantes del Jurado, Alicia Herrera de Urrechaga (Venezuela), María Elena Álvarez Acosta (Cuba) y Stella Calloni (Argentina), quien fue la presidenta, las acompañaban Adolfo Pérez Esquivel, escritor argentino y Premio Nobel de la Paz en 1980, Zuleica Romay Guerra, presidenta del Instituto Cubano del Libro, Carlos Francisco Bauer, argentino ganador del Premio Único "Pensar a Contracorriente" 2011 y Yasmín S. Portales Machado, editora del Pensar a Contracorriente VIII.

Estaban en el público personalidades de la cultura como Abel Prieto, ministro de cultura de la República de Cuba, Mary Alice Waters, periodista y activista socialista de los Estados Unidos, que integró el jurado en 2011, Fernando Rojas, viceministro de cultura y el saharaui José Antonio Monje, que fuera reconocido con Mención el año pasado, y vino desde Ecuador para esta ocasión.

La primera parte de la ceremonia correspondió a la lectura del Acta del Jurado, labor asignada a Stella Calloni como presidenta. Antes de comenzar,  la prestigiosa investigadora reconoció la calidad de los textos leídos, así como la gran variedad de enfoques y temas. No obstante, de los 180 textos remitidos desde veinte países, se eligieron doce.

Premio Único a "Una mirada a América Latina desde la Economía Ecológica", de Eduardo Julio López Bastida, profesor Titular de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Cienfuegos -quien se encuentra en La Habana en estos días por el congreso Universidad 2012. Entre las consideraciones para esta decisión –advierte el acta del jurado- están la calidad de la investigación, los aportes en cifras, la novedad de una propuesta contracorriente que surge de los elementos de una realidad innegable que nos demanda una acción inmediata para salvar nuestra especie, así como la precisión de un lenguaje que, a pesar de su innegable énfasis científico, puede ser comprendido y asimilado por cualquier lector interesado en el tema.

Se reconocieron tres ensayos con Mención de Honor:

"El despertar del pensamiento/ contra-paradigmas", del joven estudiante de Sociología y Lengua y Literatura de la Universidad de San Carlos de Guatemala Anibal Rolando Barillas Diéguez. Porque es una reflexión que, sin ninguna duda, navega en contra de la corriente del pensamiento dominante que impide ver la posibilidad real de construcción de un pensamiento propio que ha sido vedado, ocultado o aplastado por las relaciones que el poder hegemónico ha impuesto en la región. El autor hace introducciones creativas como los campos de concentración del pensamiento y analiza el marginalismo global, el pensamiento como dispositivo, el satelital, el marginal, entre otros aportes, para desafiar a esa empresa sin parangón que es construir el pensamiento contraparadigma para la liberación.

"El discurso radiofónico en la producción y reproducción ideológicas. Una propuesta de análisis", de Ana Teresa Badía Valdés (Cuba). ¿Argumentos? Está escrito en un lenguaje cautivante, rescata a la radio como medio masivo de comunicación, el de mayor penetración en los sectores populares, asediados por la desinformación y manipulación de los grandes monopolios del poder hegemónico, que pretenden imponer su esquema de dominación a nivel mundial en tiempos de retornos coloniales y neocoloniales. Badía Valdés es periodista de Radio Rebelde, docente de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana y presidenta de la Cátedra de Radio del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

"¿Cómo se fabrica una guerra? Irak y Libia frente a la manipulación informativa del New York Times", de Raúl Garcés Corra (Cuba). Pues este ensayo constituye un detallado análisis que demuestra cómo los aparatos ideológicos de Estados Unidos han actuado para manipular en forma extrema la realidad e imponer en la opinión pública estadounidense, mensajes construidos para justificar guerras de ocupación colonial. El autor es Director del Departamento de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y profesor de las asignaturas Ética Periodística, Periodismo Radiofónico –en Pregrado- y Temas de Comunicación Política –en Postgrado.

Ocho ensayos recibieron menciones:

"El MST: un movimiento social emancipador antisistémico, que se transforma en político y construye el socialismo. Lecciones para una izquierda aun desorientada", de Miguel Ángel Falcón Padilla, Docente de la Universidad Central "Marta Abreu" de las Villas; "Sujetos sociales y paradigmas en pugna (Memoria y utopías americanas)", del sociólogo argentino Jorge Etchenique; "La miseria a nombre de la libertad", remitido por el historiador cubano Elier Ramírez Cañedo, coautor, junto a Esteban Morales, del interesante libro De la confrontación a los intentos de "normalización". La política de los Estados Unidos hacia Cuba (Ciencias Sociales, 2011); "La locomotora y el silencio. Reflexiones en torno al arte y al siglo XX", de Iván Olano Duque, estudiante de la carrera de Música con énfasis en teoría y composición de la Universidad del Valle (Colombia); "La guerra como 'instrumento de la política' en el siglo XXI. El caso iraquí", del cubano Dino Amador Allende González, especialista en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales; "Capitalismo y enclaves: nuevas dinámicas, viejos problemas, renovados desafíos para pensar alternativas", del sociólogo y docente uruguayo Alfredo Falero, viejo conocido en estas lides, pues un trabajo suyo recibió Mención en el "Pensar a Contracorriente" 2005: "Diez tesis equivocadas sobre la Integración regional en América Latina"; "La influencia del lobby pro israelí en la conformación de la política exterior de Estados Unidos", de Willian Espronceda Rodríguez, joven graduado de la Universidad de La Habana que investiga en el Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, adscrito a esa casa de altos estudios; y el último texto fue "La tendencia al multipolarismo en las Relaciones Internacionales. Algunas acciones geopolíticas", escrito por dos cubanos: Lázaro Luis González Morales, quien ejerce como docente en la Universidad Nacional Autónoma de México, y Nelson Roque Valdés, historiador, comentarista internacional y, ahora, Especialista en Distribución Comercial Externa en canal de TV Cubavisión Internacional.

Tras las emotivas visitas al podio de muchas de las personas reconocidas, correspondió a Yasmín S. Portales Machado presentar al público el libro Pensar a Contracorriente VIII, que recoge los ensayos reconocidos en 2011. La editora explicó que trabajar con este libro le dió una gran satisfacción, pues la selección realizada por el jurado cada año garantiza la calidad de los textos "no hay que editar, apenas normalizar" y se aprende de cosas diversas en el proceso de investigación, oportunidad poco frecuente.

Este octavo Pensar a Contracorriente abre con el excelente ensayo de Carlos Francisco Bauer "La huella de Haití entre el latino-américo-centrismo y la historia universal. Otro camino para descolonizar nuestra historia, cultura y estado. Notas para un proceso de liberación permanente", cuyo valor radica en hacernos ver a Haití, no como el país arruinado de hoy, sino como la pujante nación que inició las luchas por la independencia en América. No menos notables son el análisis del legado de José Carlos Mariátegi, de Cecilia Valdés Ponciano; las reflexiones sobre las relaciones entre mercado, acaparamiento de la tierra y capitalismo de Carlos Balmaseda; las críticas a la lógica burocrática de Víctor Bellido; o el desmontaje de las lógicas de dominación latentes en los proyectos de ayuda humanitaria que realiza José Antonio Monje a partir de la experiencia personal en su hogar, la República Popular Árabe Saharaui. La editora concluyó sus palabras con la recomendación de que los volúmenes de la colección Pensar a Contracorriente sean circulados, consultados, incluso atesorados, pues los 92 ensayos que allí se encuentran –en 2013 serán 104- reúnen lecciones diversas de coherencia intelectual, actitud emancipadora, cuidada investigación y hermosa escritura. Son libros que nos exhortan a seguir luchando y a ser conscientes de que el gran sacrificio para cambiar el mundo es avanzar en cada paso pensando, para que no sea un paso vacío de sentido.

Carlos Francisco Bauer, ganador del Pensar a Contracorriente 2011, tuvo una breve intervención en la que expuso su experiencia en relación con el Premio. Primero dio las gracias a quienes crearon y mantienen, un espacio como ese, donde las personas jóvenes pueden hacer oír su voz y reconocerse, hacerse visibles, establecer redes. Como tratar de definir las implicaciones de esa convocatoria anual le parecía muy difícil, optó por una metáfora: que leer la convocatoria le hizo pensar en un campo amplio y fértil, un campo donde se pueden lanzar muchas semillas y confiar en que crecerán las mejores.

Otro de los participantes del Pensar a Contracorriente 2011 que viajó a La Habana para la presentación del libro, José Antonio Monje, pidió la palabra. Explicó que su texto "Solidaridad con nombre de isla y arena" es un modo de dar las gracias a Cuba, cuyos contingentes de maestros, médicos, entrenadores deportivos, sicólogos y especialistas de todo tipo ayudan a mantener la lucha del pueblo saharaui, ayudan a mantener vivo el sueño de una patria libre, como Cuba.

La última persona en intervenir fue Zuleica Romay Guerra, Presidenta del Instituto Cubano del Libro, para anunciar algunos cambios en las próximas convocatorias del premio. A raíz del encuentro del compañero Fidel Castro con los intelectuales el pasado 10 de febrero y de los talleres que se han realizado luego, explicó, la Red de Redes en Defensa de la Humanidad reconoció el potencial del premio "Pensar a Contracorriente" para incorporar a jóvenes de todo el mundo en acciones antiimperialistas y anticapitalistas, por lo que desean involucrarse en la gestión y mantenimiento de una red integrada por participantes en este concurso. Han sido nueve años y hemos perdido de vista a algunos de los cientos de personas que participaron, admitió Romay, pero seguro podremos localizar a un buen número, saber si aún quieren hacer cosas y ofrecerles la oportunidad de integrarse. Además, la Red planea otorgar un premio paralelo al "Pensar a Contracorriente", el Premio Especial "Una especie en peligro", cuyos detalles se están afinando, pero esperamos poder lanzar esa convocatoria doble en el 2013, que será la décima edición, miren que buen número.

Por último, la presidenta del ICL explicó que, a raíz del análisis de las intervenciones del compañero Bauer, se introducirán cambios en la atención a los ganadores: a partir del 2013 se garantizará la participación de quien reciba el "Pensar a Contracorriente" en la Feria del Libro de Cuba, además del monto del premio.

Así concluyó el Pensar a Contracorriente 2012: como un buen premio para el pensamiento crítico, reconoce sus propios problemas y desafíos, crece con ellos. Como es una convocatoria para personas empeñadas en pensar críticamente la realidad, se nutre de las opiniones más diversas y busca unir, mantener, seguir sembrando hermandades y oportunidades de acción revolucionaria. Sus responsables saben que solo de este modo la cosecha de este campo fértil –el espacio de la crítica antiimperialista, emancipadora- dará frutos hermosos –el conocimiento cada día más claro de qué debemos construir para hacer realidad un mundo mejor, y la conciencia de cuáles actitudes y postulados de esta sociedad injusta no podemos permitirnos reproducir dentro de la verdadera revolución.

viernes, 24 de febrero de 2012

Memorias de la Feria 2012: A propósito de una pantalla donde se lee a Tolstoi con erratas

tags: Feria Internacional del Libro de Cuba 2012, Encuentro de Editores y Traductores Literarios, Víctor Malagón, Ambrosio Fornet Frutos, Bernardo Jaramillo Hoyos, Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, CERLALC, Aida Bahr
 
Publicado en la web de la Feria el 15 de febrero
 
El Encuentro de Editores y Traductores Literarios es el foro profesional que mayor cantidad de participantes convoca en cada Feria Internacional del Libro de Cuba. Es fácil de comprender, pues los temas que se tratan involucran siempre las inquietudes de un significativo sector del gremio editorial cubano. Este miércoles 15 de febrero comenzó el encuentro en su sede habitual, la sala Nicolás Guillén de La Cabaña.

El panel inaugural fue moderado por Víctor Malagón, Premio Nacional de Edición 2008, los ponentes eran Ambrosio Fornet Frutos, Premio Nacional de Edición 2000 y de Literatura 2009, una de las personalidades a quien está dedicada la Feria, y Bernardo Jaramillo Hoyos, representante del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC). Las exposiciones y posterior debate giraron alrededor de la evolución del papel del editor frente a los retos tecnológicos y económicos más recientes y el destino del libro.
 
La intervención de  Ambrosio Fornet Frutos fue una reflexión con saltos temporales a propósito de los cambios en la industria del libro y los modos de lectura desde principios del siglo XX hasta este incierto inicio del XXI.

Recordó el conocido investigador que, al terminar la dominación colonial en 1902, surgió rápidamente la idea de establecer una Imprenta Nacional, la que haría los libros de textos escolares de la flamante república y, más adelante, libros de autores nacionales. Sin embargo, los intereses económicos se movilizaron enseguida para impedir este paso democratizador. Las librerías "La Moderna Poesía" y "Cervantes"  -que también imprimían libros- emitieron un informe que demostraba la inviabilidad económica de esa idea, así como el "evidente" beneficio para Cuba de encargar tales libros a empresas privadas.

La narración de Fornet siguió adelante en el tiempo, explicando cómo los libreros-impresores de principios del siglo XX fueron sustituidos por vendedores de libros, sin interés alguno en la gestión editorial o la ampliación del sector poblacional capaz de leer o comprar libros. De hecho aplicaron el ejemplo de otros campos y crearon un monopolio: Cultural SA, que se dedicaba a explotar el mercado cautivo de estudiantes y profesionales -como abogados o médicos- siempre en busca de las últimas actualizaciones en su campo. Sin embargo, esa empresa tuvo la bondad de contratar como viajantes a escritores e intelectuales –eran las mejores personas para exponer las bondades de estos productos– que viajaban por el Gran Caribe y así estrechaban lazos, conocían mundo. Lo paradójico es que, tras el triunfo de la Revolución, pocos reivindicaron su empleo en Cultural SA u otras imprentas como gestión cultural, promoción del libro o labor editorial.

La última parte de la intervención se refirió a los cambios que el universo digital ha generado en los hábitos de lectura. Confesó sentirse asombrado ante la disposición de algunos jóvenes a leerse La guerra y la paz en la pantalla de una computadora. Tal actitud es impensable para él, ya que se autodefine como un hombre que pertenece totalmente a la Galaxia Gutemberg, la experiencia de la lectura implica por tanto un ambiente que solo puede alcanzarse  con cierto aislamiento y la intimidad que provee la caricia de las páginas. Es cierto que las estadísticas indican que el libro en papel sigue siendo preponderante, pero ¿cuál es el formato que prefieren los jóvenes? El hecho de que hoy se lea todo tipo de textos mediante el intercambio de archivos de texto significa que no conocemos –las personas de la industria del libro– qué leen en realidad esas personas, pero también que la importancia de la lectura no decaerá por un tiempo, concluyó.

La exposición de Bernardo Jaramillo Hoyos estuvo orientada a la presentación somera del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), para el cual trabaja como Subdirector de Producción y Circulación del Libro, y de los retos que enfrenta Latinoamérica respecto a la promoción de la lectura.
 
El CERLALC es un organismo intergubernamental, que nació en 1971 bajo los auspicios de la UNESCO. Desde su sede en Bogotá (Colombia) trabaja en la creación de condiciones para el desarrollo de sociedades lectoras. En la actualidad son miembros del CERLALC todos los países iberoamericanos y del Caribe, Portugal fue el último en adherirse en el año 2005. Con el objetivo de promover la lectura, CERLALC orienta sus acciones hacia el fomento de la producción y circulación del libro; la promoción de la lectura y la escritura, y el estímulo y protección de la creación intelectual. Para ello da asistencia técnica en la formulación de políticas públicas, genera conocimiento, divulga información especializada, desarrolla e impulsa procesos de formación y promueve espacios de concertación y cooperación y trabaja en el fortalecimiento de los mecanismos para garantizar el respeto al derecho de autor.

Por todo esto, los interlocutores naturales de este organismo son los ministerios de cultura y educación, así como los responsables de las políticas culturales de los países miembros; también los gremios, organizaciones profesionales, instituciones y organizaciones de la sociedad civil que actúen en cualquiera de los ámbitos relativos a su misión.
   
Tras la cuidada introducción, Jaramillo presentó lo que el define como retos actuales de CERLALC, que considero competen también a quienes promovemos la lectura en toda América Latina:

Reto 1: Promover la investigación y el análisis sobre la relación de los infantes –en especial los nativos digitales– con la lectura. Se trata de saber por qué caminos se acercan al libro y así poder acompañarles.

Reto 2: Reducción de la brecha de acceso al libro de papel. Mientras el precio mínimo de un volumen en América Latina oscile entre los 15 y 20 dólares no estará al alcance de las mayorías, solo en Cuba el libro es objeto de consumo masivo.

Reto 3: La entrada en el continente de Amazon y otras librerías transnacionales implica la entrada masiva de un catálogo de textos españoles y traducciones del resto del mundo. Eso es bueno, pero los libros latinoamericanos perderán visibilidad. La respuesta a esto es ayudar al desarrollo de plataformas autóctonas y la potenciación de las librerías capaces de imprimir bajo demanda, lo que abaratará los libros, que son pesados de mover.

Reto 4: La promoción de nuestros textos en otras tierras mediante la traducción a otras lenguas y las coediciones.

El debate que siguió fue muy revelador.

Nancy Maestigue Prieto, editora de la Editorial Arte y Literatura, expresó su preocupación porque el precio del libro digital reproduzca la brecha cultural con la cual luchamos. Ante lo cual Bernardo Jaramillo Hoyos insistió que es imperativo trabajar de modo simultáneo en cerrar la brecha de la lectura y abaratar los libros digitales, pues su facilidad de movimiento les hacen excelentes para el uso masivo en bibliotecas y otros espacios públicos.

Una editora de Nuevo Milenio preguntó cuál es la posición del CERLALC respecto a las polémicas sobre el Derecho de Autor en Internet. El representante se pronunció por el ajuste de la legislación y defensa de los autores, ya que los únicos que se benefician con la descarga de libros gratuitos son los propietarios de servidores, porque ven aumentar sus ganancias.

Aida Bahr, Vicepresidenta del Instituto Cubano del Libro, reflexionó sobre lo importante de no olvidar las diferencias entre Cuba y el resto del continente. En nuestro país los libros y librerías abundan, pero Granada tiene una solo una librería en el país. Tras exponer los resultados fallidos de varias iniciativas regionales para coedición de libros, la narradora y editora expresó su esperanza de que los nuevos organismos regionales como ALBA y CELAP, dinamicen estos esfuerzos para la integración editorial y la circulación de nuestros libros por el continente. Sin embargo, ella considera que las iniciativas estatales suelen ser lentas, mientras que las iniciativas personales son más dinámicas.

En todo caso, es hora de que la Feria del Libro de Cuba se proyecte internacionalmente –afirmó–, porque somos de los pocos que defendemos al libro no como negocio, sino como objeto de uso común, como derecho. Debemos exportar esa idea.

Fernando Car, maestro de editores, aportó un detalle a la narración histórica de Ambrosio Fornet sobre la evolución de libreros a editores: Según un viejo impresor que conoció en la década del sesenta, antes del 1959 en Cuba no existían los editores, solo los cajistas y los correctores.

La última intervención fue de Alfredo Cabrera, investigador del IDICT, quien recordó que la primera vez que oyó supo de las especulaciones sobre la muerte del libro por el soporte digital fue en un Correo de la UNESCO de la década del setenta. Admitió que la tecnología avanza, pero el libro digital ni siquiera está cerca con sus tabletas de alcanzar la generalización y aceptación del libro de papel. Eso es para él un consuelo.

Mientras se preparaba la segunda mesa del encuentro, dedicada a "La relación entre el editor y el traductor", me pregunté si en verdad es un consuelo que poco o nada sepamos de qué contienen esos libros digitales que pasan de un puerto USB a otro y hacen la educación sentimental de nuestros hijos. ¿Es tan difícil ir hasta la biblioteca por un ejemplar de La guerra y la paz?

¿Cree usted que durante alguno de los paneles, conferencias y presentaciones de libros que están programados hasta el sábado 18 de febrero encontremos la respuesta?
 

viernes, 10 de febrero de 2012

Memorias de la FIL 2012: Para que nadie alegue que desconocía la Ley

Publicado en la web de la Feria del Libro
 
La primera cita de la Editorial Nuevo Milenio en esta 21 Feria Internacional del Libro de Cuba tuvo como tema central la legalidad y sus complejas implicaciones para el mundo contemporáneo, los títulos en exposición eran Glosario de expresiones ambientales y jurídicas, escrito por el Dr. Ángel Fernández-Rubio Legrá, y Concurso y la conexidad delictiva, del ex-fiscal José Luis Escasena Guillarón. Con tales antecedentes, se deduce que las personas reunidas esta tarde en la sala Nicolás Guillén, de La Cabaña, esperábamos un evento formal y lleno del metalenguaje jurídico, al que asentiríamos para no quedar como  ignorantes. No fue así: qué bueno.
 
 
Comenzó la intervención Ana Molina, editora de Glosario de expresiones ambientales y jurídicas, reconociendo la importancia de comprender las implicaciones jurídicas de los problemas ambientales contemporáneos. Resaltó la vocación integradora del libro, escrito además en un lenguaje asequible que permite la consulta de unas 1 340 expresiones. Advirtió que el Dr. Ángel Fernández-Rubio Legrá, profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, y de las facultades de Derecho y Economía de la Universidad de La Habana, fue fundador de la Asociación Latinoamericana de Derecho Ambiental.
 
Tras estas informaciones, Ana Molina pasó la palabra al autor, cuya intervención fue un poco más extensa: primero se refirió a los orígenes del libro. Resulta ser que la primera versión fue digital, escrita para los cursos regular diurno y por encuentros de Derecho en la Universidad de La Habana en 2004. Esta versión de 2012 tiene unos 500 términos más, porque el tema ha crecido en complejidad y así mismo debe hacerlo un Glosario que se respete.
 
Los conceptos expuestos, aclaró el Dr. Ángel Fernández-Rubio Legrá, surgen de la consulta de numerosos instrumentos jurídicos, artículos e informes, de modo que toda persona interesada en las implicaciones jurídicas de los problemas ambientales pueda apoyarse en el mismo para leer, interpretar o redactar textos relacionados con el asunto, lo mismo que cualquier especialista en leyes –jurista o abogado- se asegure de que los términos ambientales incorporados en sus informes o dictámenes sean correctos. Este es un material de consulta que sigue en elaboración, pues ya se prepara una tercera edición, con nuevos términos, acepciones y conflictos.
 
Si del primer libro presentado, por su misma naturaleza de divulgación científica, se esperaba cierta sencillez, no puede decirse lo mismo del titulado El concurso y la conexidad delictiva. Sin dudas, José Luis Escasena Guillarón sería un hombre serio y docto, que enunciaría sin dudar palabras de seis o siete sílabas y comentarios latinos cada cuatro oraciones, de modo que quedase muy en claro que nuestra ignorancia es crasa, por no decir absoluta. De nuevo fallaron las predicciones.
 
Pilar Sa, la editora a cargo del libro por Ciencias Sociales, presentó a un hombre bonachón, tocado con una pachanguita manoseada, cuya relajada imagen poco cuadra a un agresivo fiscal, e investigador de la filosofía de las leyes. Lo que transformó definitivamente el ambiente de la sala Nicolás Guillén fue la explicación de que un tema tan árido como la conexidad delictiva y las teorías alrededor de la naturaleza del delito fueran abordadas a través de los recursos que Escasena Guillarón adquirió como escritor de relatos policiacos. Ello, expuso la experimentada editora, transforma la exposición en una aventura dramática, amena.
 
Como prueba de sus palabras, la intervención de Escasena Guillarón fue la mar de divertida, aunque en absoluto superficial. Explicó que este libro fue aprobado para edición en 2001, pero por problemas presupuestarios fue pospuesto de año a año, casi por una década. Sufrió mucho, primero al redactar los análisis de más de 200 sentencias, acuerdos y documentos legales, luego ante el reto de exponer de modo claro temas tales como la evolución de las consideraciones y formas del delito en Cuba en los últimos cincuenta años, o la naturaleza teórica del delito para distintas escuelas y su concreción en la legislación cubana. Inspirado en los contratiempos sufridos con su primera obra ensayística hizo un relato, "Vicisitudes de un joven delincuente", que narra en parábola los contratiempos a que se enfrenta alguien en un campo al que accede apenas arropado por las recomendaciones de colegas experimentados, y cómo se sufren las zancadillas de un sino adverso.
 
Pero todo ha sido para mejor, resumió, ya que este año la Editorial Nuevo Milenio presenta cuatro títulos de temática jurídica en esta 21 Feria Internacional del Libro de Cuba, lo que indica una reanimación del tema, de modo que saldrán beneficiados especialistas, estudiantes y personas interesadas en diversos asuntos puntuales de la compleja trama legal de nuestra sociedad.
 
Otros dos títulos dedicados a ciencias jurídicas de Nuevo Milenio serán presentados el próximo 17 de febrero: Código civil de la República de Cuba. Ley número 59 (Anotado y Concordado) y El derecho como saber cultural. El quinto texto de esta línea publicado por la editorial en 2011, la compilación de Ana Suárez Retrospección crítica de la Constituyente de 1940, está a la venta en su stand, el K-16, en las librerías de la Feria y será distribuido por todo el país a partir de la tercera semana de febrero.

Bien por Ambrosio

No pude ver la inauguracion de la Feria en vivo por la TV, y por supuesto que no mencionaron el tema en el resumen del Noticiero Nacional de Televisión, pero esta mañana un compañero me comentó muy exitado acerca del valor y fuerza del discurso del Ambrosio Fornet Frutos anoche, tanto que rompí mi voto y entré a La Jiribilla para copiarlo.
 
No tengo idea de cómo propondría él implementar los cambios de "actualización del modelo económico" -¿verdad que suena a software barato?-, pero desde hoy (anocheel blasón de tener el valor de decirlo, con todas las palabras que dictan la cautela, el peligro de aplicar a un remedio neoliberal a unaa sociedad que se dice socialista.
 
Por eso lo cito y digo: ¡Bien por Ambrosio!
 
"Lo que nos preocupa es el legado"
Palabras en el acto inaugural de la 21a Feria Internacional del Libro de Cuba
 
I
 
Permítanme comenzar con una anécdota, pero no sin antes agradecer a la generosidad de tantos amigos —empezando por los organizadores de la Feria— el privilegio de estar aquí, compartiendo con mi admirada Zoila Lapique y con ustedes la alegría del momento.
 
Cuando publiqué mi primer libro, hace más de 50 años, les envié sendos ejemplares a dos profesores de quienes conservaba un grato recuerdo, y el comentario de uno de ellos, al acusar recibo, me sorprendió: "Enhorabuena —decía—. Ya ha hecho usted su contribución a la sociedad". Para mí no fue fácil descifrar aquellas misteriosas palabras. Hasta entonces yo había utilizado la escritura como una coraza, y la idea de que un libro mío pudiera "contribuir" en alguna medida a mejorar o cambiar algo —salvo la opinión que tenían sobre mí las personas que lo recibirían como obsequio— me resultaba completamente extraña. Pero cuando los grupitos de lectores potenciales empezaron a crecer hasta el punto de que parecían abarcar un pueblo entero, me percaté de que la literatura podía tener una función social y que, con ella, el oficio de escritor adquiría una nueva dignidad.
 
Esta fiesta del libro y la lectura, que ya cumple 21 años, lo demuestra con creces. Y se honra con la presencia de sus invitados especiales, autores y editores de nuestro espacio geográfico y cultural más inmediato, las Antillas de Hostos, Betances y los Henríquez Ureña —para no hablar de Máximo Gómez, uno de mis autores favoritos—; el Caribe de Cyril James, de Price-Mars y Alexis, de Cesaire y Glissant, de Eric Williams y Juan Bosch, de tantos otros narradores, poetas y ensayistas… Es un placer darles la bienvenida a esta Isla rodeada de libros por todas partes, la tierra de Martí, de Guillén, de Carpentier y de la bendita idea de la cultura como "ajiaco".
 
II
 
Nuevamente hemos entrado en una época de cambios. Que estos cambios se produzcan dentro de una continuidad, no significa que no tengamos que preocuparnos. Lo que nos preocupa es el legado. ¿Es cierto que en la sociedad que estamos legando a las nuevas generaciones predominan los factores positivos sobre los negativos? A quienes creemos que sí, la tarea que afrontamos —larga para muchos de ustedes, breve para nosotros, los que estamos llegando al final del camino— nos parece muy clara: hallar el modo de afianzar y renovar las conquistas, de barrer pacientemente el polvo acumulado. Para eso contamos, en modesta medida, con la educación, la instrucción y la cultura. No puede trazarse un signo de igualdad entre ellas, pero todas tienen una cosa en común: son  expresiones del talento, la perseverancia y la conducta individual y social que favorecen las relaciones humanas. De manera que no nos basta con saber que se publican libros, se inauguran exposiciones, se estrenan obras de teatro y de ballet, se divulgan las expresiones más auténticas de nuestro folclor urbano y rural; necesitamos saber, además, cuánto han retrocedido el machismo y la homofobia, cómo vamos a enfrentar el desconcierto, las indisciplinas sociales, los prejuicios raciales, la corrupción administrativa, el viscoso lastre que nos dejó la crisis de los años 90. Si nosotros —escritores, artistas, trabajadores del medio— ponemos tanto empeño en la proyección social de nuestras actividades es porque creemos que cumplen también una función cívica, que quienes leen un buen libro, escuchan buena música o asisten al estreno de una obra teatral son menos proclives a violar ciertas normas de conducta o abusar de la paciencia de los demás. En otras palabras, creemos que existe una relación entre el comportamiento individual y el social, entre las necesidades espirituales y las normas de convivencia. Pero como no sabemos qué alcance tiene ese vínculo, asumimos como tarea irrenunciable la de seguir creando las bases que favorezcan el predominio de lo mejor sobre lo peor, de modo que la nuestra llegue a ser una sociedad donde, para decirlo con la fórmula clásica, el libre desarrollo de cada uno sea la condición para el libre desarrollo de todos, donde podamos seguir forjando en común esa nación para el bien de todos que es nuestra aspiración más legítima.
 
Y aquí topamos con la ineludible realidad de que las condiciones que favorecen el desarrollo cultural tienen también un fundamento económico. Ya sabemos, por experiencia propia, que el irrestricto apoyo estatal a la instrucción y la cultura ha producido —desde los ya lejanos tiempos de la Campaña de Alfabetización y la creación de la Imprenta Nacional— una expansión cultural sin precedentes en nuestra historia, pero ¿hasta dónde es posible mantener ese apoyo en tiempos de crisis y cambios? A nosotros nos toca encontrar la respuesta sin abjurar de nuestro sentido de la justicia y sin olvidar que aun a la pregunta más difícil se le puede dar una respuesta fácil —dictada por la ignorancia o la rutina—, así que no conviene descartar sin más la posibilidad de que, con el paso del tiempo, a alguien se le ocurra la idea de aplicar, en nuestro medio, el principio de la rentabilidad económica que debe regir en otros campos. Eso conduciría a una pregunta retórica —el simple hecho de hacérsela demostraría que se conoce de antemano la respuesta—: ¿Para qué "sirve" la cultura literaria y artística? O más concretamente, ¿qué "utilidad" —es decir, qué grado de "rentabilidad— puede esperarse de un concierto de la Sinfónica, de un libro de ensayos, de un museo de artes visuales? Nos preocupa, en fin, que los reajustes socioeconómicos, los guiños del mercado y el curso inexorable del tiempo puedan disolver o reducir al mínimo el proceso de afirmación de la identidad —o, si lo prefieren, de descolonización cultural— que caracterizó en el pasado nuestras búsquedas. Y nos preocupa que la crisis de valores generada por el fracaso del socialismo europeo pueda desembocar, en el caso de nuestros escritores —los críticos y ensayistas, sobre todo—, en la filosofía del vale todo o del sálvese quien pueda, antítesis de la noción misma de cultura y, en particular, de la cultura que hemos tratado de consolidar en el curso de estos años. Afortunadamente, nos apoyamos en una tradición creativa —incluyendo la formada por la investigación y la crítica— que ha demostrado ser infatigable en su búsqueda de la autenticidad.
 
Y ya que hablamos de tradición, permítanme terminar recordando que este año se cumple el bicentenario del nacimiento de Antonio Bachiller y Morales, fundador de la bibliografía cubana. Dedico estas palabras a su memoria y a todos los que, dentro y fuera de Cuba, han ido delineando ese retrato de familia todavía inconcluso, la imagen real o posible del cubano tal como se insinúa o se refleja en las páginas de los libros.
 
Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, 9 de febrero de 2012.

jueves, 9 de febrero de 2012

Acerca del síndrome del agotamiento previo en el segundo mes del año

Tags: Feria Internacional del Libro de Cuba, Cuba, política cultural, Instituto Cubano del Libro, Ministerio de Cultura, libros, lectura, La Cabaña
 
Ya estamos de nuevo, apenas nos recuperamos de la agitación y es la segunda semana de febrero. El parto comienza.
 
El parto, claro, es la Feria Internacional del Libro de Cuba, que funciona como ritual dionisiaco de muerte y resurrección. A la Feria se orientan todas las fuerzas del gremio editorial y la industria poligráfica desde agosto, en la Feria quieren presentar sus títulos las gentes de toda Cuba, solo por la algazara de la Feria compran muchas gentes libros para el resto del año, a la Feria vienen intelectuales –narradores, ensayistas, poetas, editores– de medio mundo, curiosos por esa fiesta multitudinaria que pisotea las teorías sobre "cultura de masas" y pendejadas elitistas semejantes.
 
Se ve de todo en la Feria Internacional del Libro de Cuba:
 
A un chofer de ómnibus pidiendo de favor que le consigan el libro del Fidel, porque no puede dejar solo "al carro", pero su mujer lo mata si regresa sin eso a casa.
 
A un ex–guerrillero cantando loas al "capitalismo bueno" y sus políticas culturales.
 
A un estalinista ortodoxo compartiendo espacio de presentación –obligado a sonreír– con un libertario troskista.
 
A un historiador presentar un libro digital gratuito y asegurar "Esto es el justo homenaje a la memoria de ella", aunque diez años de investigación se le queden sin recompensa material directa.
 
A un representante de la Distribuidora del Libro frenético: "Se robaron el camión que llevaba La edad de oro para Santiago de Cuba". "Pero, ¿cómo se roban algo tan grande?". "No, el camión está ahí, pero la carga desapareció." Y la filosófica respuesta de alguien: "Bueno, los ladrones también tienen hijos ¿no?"
 
A un director de editorial perseguido por la turba enardecida, porque los libros no alcanzaron.
 
A un miembro del Consejo de Ministros de Venezuela mezclarse entre la muchedumbre, relajado y feliz.
 
A un grupo de intelectuales que esperan tres horas a que empiece una presentación.
 
A un Ministro de Cultura organizando una cola.
 
A un príncipe inca –representante de los pueblos originarios– pasando sed en la calle –las fuerzas de seguridad nos sacaron de la fortaleza para "asegurar el perímetro"– y luego sentarse al lado del Comandante en Jefe.
 
Por eso ya no me imagino que lo he visto todo, la Feria siempre supera tu experiencia anterior, es más grande, más diversa, más políglota, más popular, más agotadora.
 
Y es que desde que se hace Feria en La Cabaña y Feria en El Vedado me hace falta el aparatico de Bruno Enríquez en su relato "Solo Marta", el multiplicador dimensional, para tener la más remota esperanza de asistir a todo lo que me interesa. Claro, cuando solo se planeaban presentaciones dentro de la fortaleza de San Carlos de La Cabaña corría de un lado a otro, pero con esta "actualización del modelo", a menos que corra con una moto de gomas antideslizantes –el Túnel de la Bahía, ¿recuerdan?– y gasolina a 60 centavos de CUP es imposible. Si, lo se, la culpa es mía, por querer saber de tantas cosas, por querer leer tantos libros y tener otros tantos "de consulta", desde recetas de cocina hasta colecciones temáticas de discursos. Pero no me puedo resistir, desde chiquitica soy biblioadicta y relectora compulsiva… tanto a mi favor es que ya dejé de leer en la guagua.
 
Así que, como casi cada enero desde que empezó el siglo, me fui a poner extensiones en el pelo –la Feria agota mucho como para pensar en peinarse–, lave toda la ropa y reparé las sandalias.
 
En Guanabacoa, a donde viajé para pagar 100 pesos menos por el arreglo de la cabeza que en mi zona de residencia actual, me ha preguntado la hábil peinadora que cómo era eso hacer la Feria y le respondí "Es como organizar una fiesta de quince por todo lo alto. Y está bien" añado "si te gusta hacer fiestas de quince cada doce meses".
 
Día a día les contaré qué veo, pero primero saldrá en el sitio de la Feria, que hay que comer… y no solo pan.