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Vivir en Cuba y ser Queer ha sido elección. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico.

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domingo, 17 de julio de 2011

El Proyecto Arcoíris

Tags: Proyecto Arcoíris, derechos políticos, deberes cívicos, homofobia institucional, Cuba, derechos LGBTI
 
He llegado al punto de saturación: tengo derechos políticos, tengo deberes cívicos, tengo un problema con la legalidad de este país. La única solución que veo es poner mis fuerzas en acción, a ver si destupimos los "canales adecuados" y la homofobia institucional retrocede, siquiera un poquito.
 
No me gustan los títulos grandilocuentes, prefiero la poesía -la poesía da mayor margen de creatividad al equipo de diseño-, así que palabrejas como "Observatorio" y "Comisión" quedan terminantemente descartadas. No me queda más que nombrarlo: Proyecto Arcoíris, las razones sobran, pero daré dos. Primero, evoca el símbolo del movimiento LGBTI y reivindica su intensión inclusiva. Segundo, ¿no es verdad que suena como operación encubierta de la KGB?
 
¿Razones? Que no hay un grupo LGBTI en la Cuba actual que me satisfaga por completo.
 
HxD, Oremi y las chicas Trans pertenecen al CENESEX, digamos que están en la línea de lo gubernamental, y como tal es justo que respeten su política, los límites tácitos que tiene la acción social de este centro como institución del Estado.
 
Del otro lado está el Observatorio Cubano de los Derechos de la Comunidad LGBT: tiene un nombre demasiado pesado, eso sin contar que sus acciones y declaraciones a la prensa para negar la naturaleza política de su existencia me repelen, revelan presupuestos demasiado "socialdemócratas" para ser "revolucionarios". Además, cada vez que pienso en la Marcha de los Nueve no se si reír o llorar.
 
Mientras, ¿qué hacemos las personas LGBTI a las cuales la filiación política levó a distintos grupos de la izquierda libertaria y anticapitalista? Nos corresponde ampliar los marcos ideológicos desde los cuales se debate el asunto de la discriminación por orientación sexual e identidad de género, introducir nuestras propias exigencias, aportar nuestras fuerzas, proponer otros caminos. Esto es política, ¿a quién le da miedo decirlo?
 
Yo soy comunista, feminista y un montón de cosas más. No puedo pretender salir al ruedo del activismo social negando la implicación política de mis objetivos: promover una voz de la comunidad LGBTI cubana autónoma y fuerte, construida desde la lógica de la sociedad civil socialista y actuante dentro de la misma.
 
Busco con el Proyecto Arcoíris ayudar a normalizar espacios de debate sobre las políticas públicas que nos afectan, poner a disposición del colectivo LGBTI información actualizada sobre los recursos con que contamos para enfrentar la homofobia institucional y actuar, de ser posible, en favor de las modificaciones e incorporaciones que erradicarán, de a poco, la discriminación por orientación sexual e identidad de género en la legislación cubana.
 
Si, leyeron bien, y lo voy a poner pegadito, para que se entienda: destupimos los "canales adecuados", incidimos en el cuerpo legislativo cubano y la homofobia institucional retrocede. Ese es el final de la primera parte del viaje, porque después vendrán otros asuntos. Pero vamos por partes, que no será fácil llegar siquiera a lo de "destupir".
 
Por ahora no hay dinero, pero si una lista larguísima de materiales legales que leer, resumir, promover y debatir. ¿Te sumas?

miércoles, 13 de julio de 2011

Vamos a la UNEAC para mirar con sospecha los programas infantiles

[tags Mirar desde la sospecha, UNEAC, Danae C. Diéguez, Helen Hernández Hornilla, Lirians Gordillo Piña, activismo, feminismo, debate, género, medios, participación, televisión, infancia, sexualidad]
 
Por Yasmín S. Portales Machado
 
 
Ya circula la invitación para el encuentro de los terceros jueves de cada mes en la UNEAC, donde el programa de Género y Cultura mantiene el espacio "Mirar desde la sospecha". Este 14 de julio, a partir de las 3:30 pm, se discutirá sobre "Sexualidad y género en la programación infanto-juvenil de la TV", lo cual promete una encendida polémica.
 
Para la mesa de exposición, se anuncia la presencia de Elsa Carrasco, Mariela López y Carolina Díaz Bravo. Elsa Carrasco es una destacada figura de la televisión cubana, su labor como asesora de programas para niños y jóvenes le valió el Premio Tentempié -de la UNEAC- este 2011. Mariela López es realizadora de televisión, la serie monotemática de treinta y ocho capítulos La sombrilla amarilla, en la que fungió como Guionista y Directora General, fue uno de los mayores éxitos de la televisión cubana en lo que va de siglo. La psicóloga y guionista Carolina Díaz Bravo es colaboradora habitual del Centro Nacional de Educación Sexual, como miembro de la Red del Universo Audiovisual del Niño y la Niña Iberoamericano, ha participado en la realización y asesoría de materiales educativos y promocionales sobre sexualidad en diferentes soportes comunicacionales.
 
Las coordinadoras de "Mirar desde la sospecha" son Danae C. Diéguez, Helen Hernández Hornilla y Lirians Gordillo Piña. Las tres se han propuesto establecer un espacio de discusión con enfoque de género que promueva la mirada crítica de hombres y mujeres sobre los productos culturales que nos rodean. Con ese objetivo en perspectiva, el panel ha abordado la producción de video clips, los textos de historia, el modo en que se hacen un filme o una telenovela, por citar algunos ejemplos. Siempre se busca tener la voz autorizada de especialistas en la materia y estimular el diálogo con un público heterogéneo, a veces más interesado que informado sobre las sutilezas ideológicas del patriarcado.
 
Este equipo desarrolla, además, una labor de promoción a través de los medios digitales. El blog del proyecto (http://generoycultura.wordpress.com) recoge los reportes de los encuentros mensuales, anuncios de actividades afines, y artículos de impacto el el campo del análisis de la cultura con enfoque de género. Para aquellas personas que no pueden acceder a la web, el equipo de "Mirar desde la sospecha" ofrece un servicio personalizado de textos sobre género por correo electrónico: solo debe escribir a programageneroycultura@gmail.com para solicitar la lista y luego especificar qué artículo desea le remitan completo.

sábado, 9 de julio de 2011

El regreso de la Libélula

Tags: Relatos de viaje, migración, Centro Onelio Jorge Cardoso, Cubaliteraria, amigos
 
Empecé a trabajar en Cubaliteraria antes de que tumbaran las Torres Gemelas -o sea, antes de que Osama fuera un nombre "popular", cuando Afganistán estaba solo en el mapa de las feministas, antes de que la Feria del Libro se extendiera hasta el oriente de la Isla, en un tiempo en que los discos de tres pulgadas y media eran moneda común.
 
Antes de 2001, solo la revista La Jiribilla y el portal Cubaliteraria "defendían" la literatura cubana hecha en Cuba en la red. Como era un pasaje a lo desconocido cada día, no había criterios para acotar nuestra ruta de navegación más allá de las webs porno y de grupos terroristas anticubanos. Sacamos el máximo de la libertad que se nos daban y el equipo era genial.
 
Éramos lo mejor del mundo, casi un  Bloggers Cuba institucional. La meca de los libros digitales descargados. Los mejores fiesteros. La editorial que se iba de acampada. El equipo capaz de hacer huelga. El aeropuerto. Si, el aeropuerto y no la salida, porque en esa época de  nuestra singularidad consistía en tener miembros que "se iban" y "regresaban" sin perder el vínculo con la editorial. ¡Un escándalo!
 
Allí, mientras hacía hipertexto con el fondo musical de Moulin Rouge, conocí a Yordan, la Libélula Rubia. Pocas personas conozco capaces de ser tan inocentes, tan esencialmente poéticas como Yordan. Ambos matriculamos en el Curso 2002-2003 del Centro de formación Literaria "Onelio Jorge Cardoso", embullados por Osmany, Boris, Yen, Laily y Ray graduados de cursos anteriores que integraban Cubaliteraria, y tuvimos largas conversaciones sobre la literatura, el amor y todo lo demás mientras desandábamos El Malecón en las tardes de sábado.
 
Un día, Yordan se fue. Cruzó el mar, con ese novio extraño que nunca pensamos le amaría tanto, y se unió a una comunidad pagana en Valencia. Desde allá siguió dando señales de parecido con Remedios la Bella, hasta intentó ascender... pero su novio lo atrapó por una pata y lo ingresó en el hospital, y se quedó a su lado, y le besó los labios y las cicatrices.
 
Otro día Yordan caminó fuera de la habitación blanca donde lo tenían y rogó al Mediterráneo que le devolviera la paz. Le pidió a la Madre Tierra que guiara sus pasos a un puerto seguro -¿qué otra cosa pide un isleño, sino un puerto?- y ella contestó: le golpeó la cara la página de un manual de español, que supuso venía de la escuela aledaña. Marcado en rojo estaba la explicación  de la clase "palíndromo, del griego palin dromein, que significa volver a ir hacia atrás". En la esquina, una libélula estaba detenida sobre la frase "Dábale arroz a la zorra el abad".
 
Este jueves Yordan regresó al Centro Onelio y conoció a mi hijo. Temblé de pasión por él, de pensar que pude haberlo perdido de no ser por su novio, de no ser porque el Mediterráneo es también mar -dominio de Yemayá. Sigue siendo bello, rubio y joven, aunque las sogas que le impiden acender marcan sus ojos, la poesía sigue viva ahí dentro. Volverá a volar sin perder el rumbo, ahora que está ahora en la Isla donde los espejos, los charcos, los gorriones, quienes leen a Virginia Wolf, a Alfonsina Storni y a Raúl Hernández Novás le protegemos.
 
Después de cinco años, Yordan ha regresado a Cuba para vivir, para siempre. Si no existieran su blog y su novio -que ya pronto regresa-, él negaría enfáticamente haber puesto jamás un pie fuera del territorio nacional. Pero no fue así, ¿o si lo fue? Ya no lo voy a pensar.
 

domingo, 3 de julio de 2011

Después de verlo morir por homofobia y pólvora

Tags: Harvey Milk, 28 de junio, Stonewall, Cuba, homosexual, LGBTI, discriminación.
 
De verdad, algo tenemos que hacer en Cuba además de ver filmes y salir a la calle con banderas para hablar mal de quienes no están. Lo digo, por cierto, después de ver por tercera vez Milk (EE.UU., 2008, Dir. Gus Van Sant) en un local del recién reconstruido CENESEX. La historia de Harvey inspira y conmueve, pero sobre todo saltan a la vista las diferencias entre este político -entre la generación de activistas que él representa-, y quienes en esta isla del Caribe luchamos contra el prejuicio a principios del siglo XIX.
 
¿Recuerdan el parlamento que marca su transformación de gay feliz en activista inquieto? "Soy un hombre de negocios", o sea, este personaje pone por delante sus credenciales ideológicas: soy un capitalista. La puesta en escena corta de raíz con tal escena las -anticuadas, nunca documentadas y bastante ridículas- acusaciones de una conjura anarco-gay-comunista para destruir a los Estados Unidos desde dentro, en la cual Milk y sus colegas eran asalariados del oro de Moscú. Y más adelante invoca el discurso de los Estados Unidos como espacio por excelencia de la democracia -¿podía ser de otro modo?- al citar los versos de la Estatua de la Libertad. Bueno, Harvey, eras patriota, capitalista y gay. Supongo que por el tercer adjetivo te mataron -¿confesó alguna vez el ex-bombero?- y ¿qué hago yo con eso?
 
Yo soy comunista, feminista y bloguera. Por encima de mis singularidades clasistas, raciales o geográficas, me reconozco parte del montón de gente en esta isla que se da golpes contra la pared, tratando de llevar el activismo LGBTI a un grado de autonomía y fuerza similar al de los momentos más gloriosos del Frente de Liberación Homosexual, pero desde la lógica de la sociedad civil socialista. ¿Es eso posible? No lo se.
 
Hay hechos reales, por ejemplo:
La gente que afirma que recordar a Stonewall y hablar mal del gobierno no es un acto político, es estúpida o miente. Así que no me conviene.
La gente que predica la paciencia eterna, no tiene mucho apuro o sabe más de lo que dice. Así que no se puede confiar a ciegas en su palabra.
La gente que escribió la Ley para ahora decir que yo no puedo invocarla, es tramposa y tiene poder. Así que más vale que me cuide de ella.
La gente que te empuja a la locura, está loca o te quiere mal. Así que hay que mantenerla vigilada.
En la unión está la fuerza.
Luchar contra la discriminación implica un mínimo de coherencia, de capacidad para la movilización en pos de acciones de beneficio colectivo, de conciencia de comunidad.
 
Corolario: Solo la acción colectiva nos salvará de la estupidez por un camino con fuerza legal.
 
Esto será divertido...