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Algo como una ficha

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Vivir en Cuba y ser Queer ha sido elección. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico.

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2) Los comentarios deben tener alguna relación con el tema del post
3) Se agradecerá el aporte de argumentos con referencias para que podamos ampliar el debate

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Si miras bien, verás su verdadero rostro

El nuevo post del blog del grupo Hombres por la Diversidad es una denuncia temperada por la diplomacia que me ha puesto a pensar. Primero el texto:
La Iglesia Católica y la "sagrada familia"

El cardenal cubano Jaime Ortega acaba de pronunciar su mensaje de Navidad en TV nacional. Dijo que la verdadera familia es la que surge de la unión de un hombre y una mujer, también atacó el aborto. Por suerte ya el medioevo quedó atrás y la realidad es muchos más rica y diversa. Al menos en Cuba tenemos un Estado laico y no se conoce que nuestros purpurados sean pedófilos.

Alberto Roque Guerra
Este comentario llama la atención sobre las declaraciones que la curia ha lanzado a través de la pequeña pantalla el pasado 20 de diciembre. Se cruzan dos tipos de discriminaciones: la racial/religiosa -¿por qué transmitir la misa y no la Letra del Año y la celebración de cada culto con más de 100 000 miembros en el país?- y la patriacal/homófoba -¿por qué nadie censuró -literalmente- las palabras del prelado y se le permitió usar las cámaras para cuestionar la política sobre derechos reproductivos y sobre la naturaleza de la familia que lleva adelante el gobierno soberano? Cito de nuevo:
... no todo lo que se dice progreso sirve al avance de la humanidad, no es progreso el aborto provocado, no es progreso nada que toque a la familia en su constitución natural, o sea, la unión de un hombre y una mujer que se aman y procrean y cuidan con amor de sus hijos. 
Mensaje de Navidad del cardenal Jaime Ortega Alamino, leído durante el Concierto de Navidad -acá el discurso en PDF.
La nota tranquilizadora que inserta Roque el final -somos un Estado laico, etc, etc- a mi incluso me inquieta. Toda persona informada sabe que la Iglesia Católica Cubana tiene un momento luminoso desde que Raúl Castro la uso como interlocutora para la liberación de los56 desidentes a lo largo del año -honor polémico que le dio oportunidad de subirse al podio y detallar su plan. Ya antes eran -retenían- un poder formidable, que no estaba contruido precisamente en el trabajo con las masas -por la sistemática exclusión que sufrieran de los medios de comunicación masiva desde el asunto Peter Pan en 1961. Era un poder basado en su capacidad de generar inteligencia y dar amparo a diversos proyectos "apolíticos" de la anémica sociedad civil cubana. ¿Ahora? Bueno, el gobierno de Raúl negoció a través de ellos, no con los yoruas -que son más- ni con los ortodoxos rusos -que si tienen bien contabilizados a sus fieles-, y a cambio del buen trabajo les deja salir en TV y decir todo lo que creen de la fe y cualquier otra cosa que venga a cuento, más de lo que le conceden a la hija del presidente, para que vayan sacando cuentas.

Además, a través de revistas y eventos están asimilando el papel de "foro abierto" para lo mejor del pensamiento cubano. Llama la atención que, dentro de esa apertura que propagan, no haya espacio para la diversidad sexual o los derechos reproductivos de las mujeres. Pero esto pasa desapercibido y si una lo denuncia queda como paranoica.

Lo digo y lo repito y no es matraca -solo- mía: la Iglesia Católica tiene una agenda colegiada internacionalmente que no cede un milímetro: lo normal es lo heterosexual, las mujeres deben luchar por poder quedarse en casa a cuidar de sus -muchos- vástagos, nada de antocionceptivos, el aborto es un crimen, fuera del matrimonio hay que vivir en castidad eterna, menos los curas, que no pueden ser denunciados en sus abusos sexuales para no causar dolor a las víctimas. Y no se esconden para decirlo, para nada, tiene profesionales dispuestos a la agitación en cada esquina.

Que Cuba sea un estado laico no los detuvo antes del ´59, no les detendrá ahora, solo esperan su momento.

Les invito a meditar y opinar.

sábado, 25 de diciembre de 2010

EVENTO: Reunión por el segundo aniversario de NotiG

NotiG: La noticia LGTB al Día arriba a sus dos años de vida. Dos años de intenso trabajo con 344 ediciones navegando por toda Cuba y el mundo, defendiendo y apostando con valentía y dignidad por ese AMOR que merece gritar su nombre.
El primer boletín digital cubano con noticias seleccionadas desde distintos sitios en Internet sobre Diversidad Sexual en Cuba y el mundo INVITA a todos sus amigos y amigas, a sus lectores de ahora y de siempre, a sus colaboradores y redactores a celebrar junt@s este nuevo aniversario, como el pasado año, en el muy esperado espacio que dirige nuestro amigo Frank Padrón y que tanto honra a los que participamos en su cita mensual: el CINE CLUB DIFERENTE este próximo martes 28 de diciembre en el Cine 23 y 12 a las 8:00 PM, donde se presentará la película I love you, Philip Morris, con Jim Carrey y Ewan McGregor.

martes, 7 de diciembre de 2010

EVENTO: Emilio Béjel habla de Martí, los Estados Unidos y el "hombre afeminado"

Este martes 14 de diciembre, 2:00 p.m., el la sala "Manuel Galich" de la Casa de las Américas: Emilio Bejel dictará la  conferencia "Martí, los Estados Unidos y el hombre afeminado".

Emilio Béjel es poeta, crítico literario y profesor de literatura hispanoamericana, el autor, entre otro libros, de Gay Cuban Nation y autoridad reconocida de los gay-studies.

Casa de las Américas,
3ra y G, El Vedado, La Habana
La presentación es una actividad del PROGRAMA DE ESTUDIOS LATINOS EN LOS ESTADOS UNIDOS dentro del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano

El Programa se propone crear un espacio para el análisis, debate, sistematización de conocimientos y socialización de experiencias y resultados de investigación que propicie múltiples miradas sobre la presencia de los latinos en los Estados Unidos, fundamentalmente desde un prisma sociocultural, pero sin perder de vista que se trata, ante todo, de un fenómeno social, económico, demográfico y político que está generando estudios profundos y una copiosa bibliografía.

El Programa de Estudios se estructura a través de tres ejes temáticos: 1.- Mirada sociohistórica a la presencia latinoamericana y caribeña en los Estados Unidos. 2.- Cultura e identidad: construcción social de la identidad panétnica latina, el papel de la lengua, relaciones intra e interétnicas y transnacionalismo. 3.- Visibilidad sociocultural versus invisibilidad económica y política (creación artística y literaria, cultura étnica y cultura dominante, presencia en los medios, discriminación y prejuicios).

Entre las principales vías para la materialización del Programa, sus temas generales y posibles ramificaciones, se encuentran seminarios, talleres, cursos y ciclos de conferencias, presentaciones especiales, exposiciones, muestras de cine y publicaciones.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Confirmado: Nuestro derechos fueron moneda de cambio en la ONU

Tras el choque CENESEX / SOCUMES / Activistas LGBT vs MINREX, por la votación en la ONU sobre la resolución periódica que condena a las ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarísimas, ha ocurrido lo impensable: Bruno Rodríguez, el Canciller, invitó a varias personas de nuestra –cuesta escribirlo– enojada sociedad civil para dar explicaciones.


Lo cuenta Paquito el de Cuba, que junto con el doctor Alberto Roque, presidente de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES), Ada Alfonso y Mayra Rodríguez, subdirectoras del  Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), entró a la oficina del ministro y por dos horas habló con él y el viceministro Abelardo Moreno sobre
... los entresijos de los mecanismos de votación de la ONU, incluyendo las inevitables confrontaciones y alianzas entre bloques de países, así como las manipulaciones políticas de los estados poderosos contra las naciones subdesarrolladas. Luego escucharon con gran atención y receptividad nuestros argumentos, inquietudes y sugerencias.
Del relato de Paquito colijo que lo más cercano a una respuesta clara fue sobre la infortunada alineación llegó de la boca de Bruno cuando “precisó que el polémico voto en cuestión fue el resultado de «una circunstancia imprevista y coyuntural»”. Y para demostrar absolutamente que Cuba votó contra los derechos de las personas LGBT, pero los defiende en la arena internacional (¡¿?!), el ministro informó que la delegación
... creyó prudente hacer una esclarecedora explicación de su voto después del mencionado ejercicio, cuyo texto expresa con firmeza el rechazo a todas las ejecuciones cometidas sobre la base de cualquier tipo de discriminación, incluyendo aquellas motivadas por la orientación sexual.
Como ya dije en el blog de Paquito (al cual agradezco que me reconociera entre quienes hicimos presión en la red para que esto no quedara impune), me parece sorprendente y maravilloso que Bruno respondiera. Sin embargo, esa historia de “si pero no” que se la cuente a mi abuelita. Fue lo que me imaginaba, lo que le dije a Dalia Acosta para su reportaje de IPS: nuestros derechos, los de las personas LGBT, son moneda de cambio para aliarse con cualquier desgobierno aficionado a las lapidaciones y en la mirilla de imperio. Yo no niego que el imperio sea malo, pero tampoco eleva la moral hacer bloque con Afganistán y Eritrea, si estamos hablando de respeto a los derechos sexuales y reproductivos, siquiera en el papel.

El pollo del arroz con pollo de la “esclarecedora explicación” –que está completa al final– es: “Cuba votó a favor de la enmienda propuesta por el grupo africano, pues considera es suficientemente general y abarcadora”, pero hemos armado este revuelo precisamente porque cualquiera se da cuenta de que NO LO ES, que si no pones “no maten a los maricones” dirán que su legislación y tradiciones y bla bla bla. El MINREX nos embarcó, y lo hizo a sabiendas. Y si nosotr@s no llegamos a chillar goma tod@s tan content@s de su apoyo a países explotados e incomprendidos, etc., etc., etc.

Pero hay ganancias netas:

1) Parece que quieren arreglar el fiasco: Bruno informó que en los próximos días la misión de nuestro país ante la ONU divulgará otro Comunicado en relación con este tema, y ratificó que el Ministerio de Relaciones Exteriores mantendrá en lo adelante una posición consecuente con las posiciones nacionales en torno a la no discriminación y respeto a la diversidad sexual.

2) Intentarán no hacerlo otra vez: Tanto el canciller como el viceministro Moreno ofrecieron además trabajar más estrechamente y de modo conjunto con el CENESEX y los grupos LGTB de la Isla.

3) No fue espontáneo: La reacción personalizada y al más alto nivel ante una protesta que abarcó blogs, redes sociales y listas de correo, es una demostración inusitada de la atención que presta el Gobierno a los debates de la izquierda cubana que no entra por el aro de la ortodoxia tradicional, y de que nuestros criterios si son leídos con atención.

ANEXO: EXPLICACIÓN DE VOTO DE CUBA RESPECTO A LA ENMIENDA DEL GRUPO AFRICANO AL OP 6 B) DE LA RESOLUCIÓN DE FINLANDIA SOBRE EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES, SUMARIAS O ARBITRARIAS

Sr. Presidente:

Cuba mantiene una tradicional posición de principios en contra de todo tipo de discriminación, por cualquier motivo que fuera, tanto por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

Cuba votó a favor de la enmienda propuesta por el grupo africano, pues considera es suficientemente general y abarcadora. Se refiere a todas las ejecuciones cometidas sobre la base de cualquier tipo de discriminación, lo que en opinión de Cuba, incluye también las ejecuciones cometidas por motivos de orientación sexual.

Muchas gracias

lunes, 29 de noviembre de 2010

Solicitud de apoyo a la declaración de la SOCUMES y el CENESEX

Ya deben saber que hay en marcha un diferendo CENESEX / SOCUMES vs MINREX por la votación en ONU sobre la resolución periódica que condena a las ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarísimas. Cuba -o sea, el MINREX- votó a favor de suprimir el "mínimo" detalle hacer mención explícita a la orientación sexual como elemento de esas ejecuciones, aliándose a paises como Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Jamaica, Rusia o Somalia, que criminalizan/persiguen/disriminan las relaciones entre personas del mismo sexo. Mariela, a nombre de CENESEX y SOCUMES, sacó una declaración oficial para distanciarse de tal pacto político que contradice a las políticas internas y al mismísimo Fidel.

Sandra Álvarez y yo reprodijimos la nota en nuestrso espacios en la red (Negra cubana tenía que ser y Bubusopía). Paquito el de Cuba hizo una carta abierta a Bruno Rodríguez, Ministro de Relaciones Exteriores, que envió a la cancillería y publicó en su blog, además insta a otr@s miembros de la sociedad, en especial la comunidad LGBT, a declarar su parecer. Todos son gestos valientes, que no deben quedar aislados.

Les pido que retransmitan este hecho, ya sea al reproducir/reenviar la declaración, comentando en el blog de Paquito, twiteando, publicando posts en los que expresen su opinión o al enviar sus propias cartas al MINREX (cubaminrex@minrex.gov.cu).

Es la imagen de nuestra nación la que se vincula a los 73 gobiernos con peor record en cuento a derechos sexuales, reproductivos y de respeto a la diversidad sexual, somos nosotr@s, ciudadan@s de Cuba, quienes firmamos esa enmienda y en la práctica somos sumad@s al voto del grupo de países que contemplan a la homosexualidad como un delito dentro de sus legislaciones, incluyendo la aplicación de la pena capital por ese motivo, en cinco de ellos. Debemos hacer notar nuestro criterio, por lo menos asegurarnos de que Bruno y su equipo sepan que ya no pueden establecer alianzas políticas a costa de la renuncia a "el culto a la dignidad plena del hombre" que buscamos en este país constitucionalmente socialista.

En espera de su colaboración:

ANEXO: "VOTACIÓN POR PAÍSES DE LA ENMIENDA PRESENTADA POR BENIN EL PASADO 16 DE NOVIEMBRE EN LA TERCERA COMISIÓN DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU" (se señalan en negrita los países de América Latina):

A favor de la enmienda para eliminar la orientación sexual de la resolución sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias (79):

Afganistán, Algeria, Angola, Azerbayán, Bahamas, Bahrein, Bangladesh, Belice, Benin, Botsuana, Brunei Dar-Sala, Burkina Faso, Burundi, Camerún, China, Comoros, Congo, Costa de Marfil, Cuba, República Democrática Popular de Corea, República Democrática del Congo, Djibuti, Egipto, Eritrea, Etiopía, Ghana, Grenada, Guyana, Haiti, Indonesia, Iran, Iraq, Jamaica, Jordan, Kazajistán, Kenia, Kuwait, Libano, Lesoto, Liberia, Libia, Madagascar, Malawi, Malasia, Maldivas, Mali, Marruecos, Mozambique, Myanmar, Namibia, Níger, Nigeria, Omán, Pakistán, Qatar, Federación Rusa, Ruanda, Saint Kitts and Nevis, Saint Lucia, Saint Vincent and Grenadines, Arabia Saudí, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudáfrica, Sudán, Surinam, Swazilandia, República Árabe Siria, Tayikistán, Túnez, Uganda, Emiratos Árabes Unidos, República Unida de Tanzania, Uzbekistán, Vietnam, Yemen, Zambia, Zimbabue.

En contra de la enmienda para eliminar la orientación sexual de la resolución sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias (70):

Andorra, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bélgica, Bután, Bosnia-Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Costa Rica, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Estonia, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Grecia, Guatemala, Hungría, Islandia, India, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, México, Micronesia (FS), Mónaco, Montenegro, Nepal, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, República de Corea, República de Moldavia, Rumanía, Samoa, San Marino, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, República ex yugoslava de Macedonia, Timor-Leste, Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos, Uruguay, Venezuela.

Abstenciones (17):

Antigua-Barbuda, Barbados, Bielorrusia, Camboya, Cabo Verde, Colombia, Fiji, Mauritius, Mongolia, Papua Nueva Guinea, Filipinas, Singapur, Sri Lanka, Tailandia, Trinidad y Tobago, Tuvalu, Vanuatu.

Ausentes (26):

Albania, Bolivia, República Central Africana, Chad, Dominica, Guinea Ecuatorial, Gabon, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Honduras, Kiribati, Kirguizistán, República Democrática Popular de Lao, Isla Marshall, Mauritania, Nauru, Nicaragua, Palau, Sao Tome Principe, Seichelles, Islas Salomón, Togo, Tonga, Turquía, Turkmenistán.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Número 340 de NotiG en circulación desde esta noche

Diseño de Luisyn
CAMINATA POR LA VIDA, es una actividad que tiene como objetivos visualizar entre la población las actividades de la línea de apoyo a PVs (Personas con VIH/sida)y apoyar los esfuerzos que el estado cubano a través del MINSAP realiza para la disminución de la epidemia, promover una cultura de protección a partir de los testimonios de sus protagonistas, las PVs(Personas con VIH/sida) y promover la campaña por una convivencia positiva con las PVs (Personas con VIH/sida), además estas actividades permiten sensibilizar a la sociedad con estas personas que al final son seres humanos igual que todos los demás, que aportan a la sociedad a través del estudio y el trabajo y sus relaciones de buena convivencia con familiares, amigos/as, parejas, hijos/as....

Esto y mucho más en el NotiG 340. 
¡Únete a la red NotiG en la lucha contra la discriminación dentro de Cuba!
NotiG es un proyecto voluntario que recopila noticias y reflexiones de la actualidad LGBT en Cuba y el mundo. 
Descarga los números anteriores en http://www.fcom.uh.cu/NotiG/ o http://grou.ps/diversidadcenesex/home y/o solicita la suscripción con un mensaje a la Redacción de NotiG.

viernes, 12 de noviembre de 2010

NotiG de aniversario: Dos años de mucho amor

We're here. We're queer. Get used to it = ¡Únete a la red NotiG!

Durante cuatro días de la pasada semana sostuve un intenso, extenso y por momentos ríspido debate en Facebook con un colega, sobre el derecho al reconocimiento jurídico de las parejas homosexuales y a propósito de una simpática caricatura que publicó en esa red social otro amigo común... esto y más en tu NotiG 337 del 5 de noviembre.

FELICIDADES PARA PAQUITO EL DE CUBA quien está hoy 12 de noviembre celebrando sus ___ años TE QUEREMOS UN MONTÓN PAQUI

"Dos años de mucho amor" es el nombre seleccionado para el conjunto de actividades que, de hoy en adelante, se nos ocurran, nos vengan a la mente,  para de alguna manera celebrar nuestro SEGUNDO ANIVERSARIO. Como es conocido, NotiG cumple su segundo añito de vida en el próximo mes de diciembre. Esto y mucho más el NotiG 338 del 12 de noviembre.

Si quieres recibir este boletín en tu buzón escribe a la Redacción de NotiG o deja un comentario a este post. NotiG es un proyecto voluntario que recopila noticias y reflexiones de la actualidad LGBT en Cuba y el mundo. También puedes descargar los números anteriores en un servidor dentro de Cuba  o en nuestro blog.

We're here. We're queer. Get used to it = ¡Únete a la red NotiG!

martes, 9 de noviembre de 2010

De Yasmín para Yanorki

Desde agosto, cuando el 5 de Septiembre dio lugar a una declaración de la SOCUMES entre otras llamadas al orden, el debate sobre las familias homoparentales es un tema caliente en Cuba, más con el anuncio de Mariela Castro de que el nuevo Código de la Familia será discutido en el Parlamento a mediados de 2011. En este inicio del invierno dos de los más importantes ángulos del fenómeno son abordados por distintos espacios de la blogosfera nacional:

En Paquito el de Cuba se publicó un intercambio de opiniones que traerá cola: “Mi polémica con LL o una bronca que inevitablemente vendrá”. El debate entre el mismo Paquito, comunista y gay, y Luis Luque, católico tradicionalista, expone argumentos a favor y en contra de si son realmente legítimas las exigencias del colectivo LGBTI sobre el derecho al reconocimiento legal de sus parejas y/o familias.

Al mismo tiempo, aumentan los accesos y comentarios a un texto que Sandra Álvarez reprodujo en septiembre de 2008 en su blog Negra Cubana tenía que ser: “Consecuencias que sufren los hijos de parejas homosexuales”, donde Yanorki Costales Ramos expone las razones para que las reivindicaciones de ciertos “dirigentes homosexuales” no “dañen el interés superior de los menores”.

Esta segunda línea del debate me mueve más, lo confieso, porque Paquito ha defendido muy bien la causa del matrimonio igualitario –como dicen en Argentina–, en cambio el asunto de la parentalidad no está resuelto en Cuba, ni en teoría, y por eso mismo el nuevo código no recoge tales derechos para las personas LGBT y sus descendientes, que son dañad@s por la precariedad en que quedan. Allí dejé esta opinión que reproduzco:

1) Yanorki no es, a juzgar por sus palabras, en absoluto neutral es su argumentación o las referencias académicas que cita, en realidad parte del presupuesto homofóbico de que la discriminación heteropatriarcal es natural y socialmente aceptable en tanto consetudinaria, por lo que las personas discriminadas deben aprender a vivir bajo ese yugo y aceptar los límites que la mayoría impone, aunque ese límite sea una injusticia. Está bien, ese es su punto de vista, pero es DESHONESTO, que no lo admita, que se arrope con la retórica de la democracia y el respeto a la voluntad mayoritaria.

2) Me llama la atención que Yanorki, aunque pretende referirse a la realidad cubana, usa términos y referencias de la sociedad capitalista, o por lo menos de un país imaginario donde las iglesias meten mano hasta el codo en el debate social, de modo que todo el mundo se cree estos mitos "está comprobada la mayor promiscuidad de las uniones homosexuales, que se rompen cuatro veces más que las heterosexuales" o que hay una equivalencia exacta entre "instituciones naturales y jurídicas como el matrimonio y la familia". ¿En que país espera Yanorki que sus argumentos sean considerados? Ciertamente no en uno que aspira a respetar la dignidad plena del hombre (y la mujer) mediante el socialismo y su implícita, irrenunciable, lucha por la equitativa distribución de la riqueza material y espiritual de la nación SIN DISTINCIONES DE NINGUN TIPO.

3) Con constantes juegos de palabras Yanorki desea que quien le lea se identifique con su posición sin distancia crítica, y para ello pasa por alto -verguenza debia darle- los elementos sociales que cotidianamente conspiran contra el normal desarrollo de las personas no heterosexuales y sus familias. De este modo las parejas L o G se separan porque son naturalmente inestables, no porque sus vidas son un yogurt sin azúcar, y l@s adolescentes LGBT se suicidan porque tienen tendencia natural al suicidio, no porque les acosen sus condiscípulos y docentes, y l@s hij@s de parejas L o G no sabrán qué decir o pintar de sus progenitores porque eso es raro, no porque la sociedad les estigmatice. Nada, que puede dar clases el autor de retórica y cinismo.

4) Hay además un flagrante argumento absurdo en su anaálisis de los efectos del reconocimiento a la sparejas L o G: "Exponer a los menores, sobre todo a los que poseen padre y madre, vivos e interesados en su crianza, a una situación de constante estrés por temor a no ser desleal, con alguno de sus padres, conteniendo sus dudas e interrogantes" y a continuación cita un par de ejemplo sobre dibujitos y fechas significativas. Bueno, me parece a mi que tales infantes o no existen o tiene ya antecedentes bien claros. No existen porque personitas con papá y mamá vivos e interesados en su crianza ¿por qué razón serían puestos en adopción? Lo único que se me ocurre es que incurrieran en delitos que implicaran privación de libertad, en ese caso fueron declarad@s no aptos para cuidar de su descendencia y deben ser excluidos de la ecuación. Si se trata de una pareja de H/M separada en la que el o ella luego unió su vida a otra persona de su mismo sexo, entonces sus descendientes solo van a dibujar lo mismo que pintan l@s menores de otras parejas divorciadas: nené, papá y mamá con sus respectivas parejas, y se acabó. Yo lo que quiero saber es cuál es la conducta que considera Yanorki debe seguir el/la docente a cargo al ver el dibujo.

5) A la oferta de nuevo debate que ofrece el autor: "¿Son tan convincente las conductas Gay de nuestros días que nos permiten confiarle la educación y cuidado de un niño adoptado?" Respondo:

a) No es ni puede ser prerrogativa del ESTADO LAICO y DEMOCRATICO prejuzgar las capacidades de las personas para formar familia en base a sus características naturales, condiciones económicas o creencias sociales y religiosas, siempre que estas no deriven en actitudes o acciones lesivas al tejido social. De ser así, el Estado trendría que esterilizar y quitar el derecho sobre sus vástagos a personas drogodependientes, racistas y fundamentalistas religiosas, militaristas de todo color político y un largo etcétera.

b) En cambio, es responsabilidad del ESTADO LAICO y DEMOCRATICO legislar la protección y apoyo a toda la ciudadanía, reconociendo sus singulariades y necesiades específicas desde un marco de respeto y acceso igualitario a sus protecciones, siempre que estas personas cumplan con los deberes que la titularidad de tal ciudadnía implica (impuestos, servicio militar, respeto de la legalidad, etc).

c) La religión es un asunto privado, no está en el derecho de ningún culto -mayoritario o no- influir para que el ESTADO LAICO y DEMOCRATICO ajuste su legislación a lo que tal libro sagrado define como "natural" o "aceptable", en cambio ese ESTADO LAICO y DEMOCRATICO tiene la obligación de fijar los límites que separan el ejercicio de la fe y de la libertad de palabra del acoso a quienes están fuera de cualquier religión.

d) También está obligado el ESTADO LAICO y DEMOCRATICO a modificar la legislación para ampliar su protección a los diversos modos de vivir y conformar familia que el desarrollo de nuestra cultura de paz o el intercambio con otras culturas haga fructificar en el territorio de la nación.

Díganme qué creen.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Una pregunta sobre internet... en Cuba

Boris es periodista, así que se la pasa con preguntas “simpáticas” que lo ponen a uno en situaciones “pensantes”. Por ejemplo, esta mañana circuló por la lista de BC esta: ¿Ustedes creen que el enlace al cable submarino de fibra óptica Cuba-Venezuela acerca la posibilidad de tener Internet en sus casas?

Mi respuesta no es demasiado escandalosa, por eso la comparto:

No creo que el cable aumente la conectividad doméstica porque ese no es el interés del Estado.

El discurso del Estado cubano define el uso de la red en tanto interés social (lo que es cierto) y por tanto su uso se debe asignar a espacios sociales como  centros de educación, asociaciones profesionales, espacios recreativos, y similares (muy loable el empeño). El detalle está en que el acceso a la conectividad de esos espacios pasa por 1) la filiación profesional/docente/política y 2) el criterio de las directivas de esos centros sobre el objeto social de sus terminales. De este modo la apuesta por la participación libre y horizontal de la ciudadanía al debate social a través de los recursos digitales se va por el caño. Quienes accedan estarán enajenados de su libertad de navegación a priori, limitados por el criterio de corrección política / moral de sus administradores de red y sin siquiera el derecho nominal de elegir al mejor en el mítico libre mercado.

Los Joven Club pertenecen a ala Unión de Jóvenes Comunistas y responden a su agenda. Eso es justo, el problema es el monopolio.

Si se asigna un sector de la capacidad del cable para que sea comercializado, será en moneda dura para amortizar los costes (de nuevo el fantasma del objeto social) y la mayor parte de la población no podrá pagarlo, porque gana/gasta en pesos cubanos y ¿qué sector de quienes reciben remesas puede dedicarse a pagar chat cuando hay que construir antes del ciclón? Pongamos que parte de quienes entran al sector económico privado decidan que estar on line es parte de la inversión pertinente en propaganda, eso no es uso "personal" de la red, aun cuando se use de modo colateral para objetivos de comunicación personales, eso es una inversión empresarial. En el cuadro general de la nación, claro que tales identidades (restaurantes, hostales, servicios diversos) aumentarán la presencia de Cuba en la red, pero no de la ciudadanía, de las personas. Sería por ese lado una suerte de red cubana de corte neoliberal con acento en PYMES.

Para la mayor parte de las personas, que acceden desde sus empresas, asociaciones (va y por fin l@s abogad@s obtienen su cibercafé) y los "Joven Club de Computación", permanece la situación de precariedad implícita en el hecho de que las páginas de socialización extranjeras (plataformas de blogs, redes sociales, foros de discusión, intercambio de archivos) pasarán por el filtro del poder y no se percibe voluntad política para generar plataformas similares gestadas desde Cuba para el uso común.

Para mi el inicio de la solución para esta dicotomía uso social / participación personal sería el debate abierto sobre las funciones de la red y la capacidad de "el pueblo más culto del mundo" para asimilar críticamente la avalancha de información que circula, cuánto y qué podríamos aportar. Pero no creo que Ramiro abra la mano así de buena gente.

sábado, 30 de octubre de 2010

La princesa caballero de regalo

Ya se lo que quiero–quiero–quiero quiero muchísimo que Igor me traiga de regalo en diciembre: el DVD de La princesa caballero. No me pongas carita arrugada, que no es pura nostalgia de treintiañera, se trata de un asunto de coherencia en la militancia LGBT: resulta  que Zafiro –el/la delfín de Valle Plateado– fue le primer personaje de manga (historieta) y anime (animados) con tema trans.

Zafiro, su caballo Ópalo y el duende Cachito
En realidad debimos darnos cuenta ¿no? A Zafiro lo de vestirse de hombre le encanta, no es una obligación penosa que lleve como una cruz, bla, bla, bla. ¿Recuerdas el capítulo de las galletas envenenadas? Tratan de que corte el pan para servir el desayuno y… el comiquísimo entre otras cosas porque, aunque los adultos a su alrededor quieren enseñarle a comportarse como la mujer que es biológicamente, para quienes vemos la escena la impostura, y el humor, derivan de que todos pensamos a Zafiro como varón, aunque sabemos que su cuerpo es de chica, ¿puede haber una situación más transexualmente canóniga?

¿Qué cómo me dio por Zafiro? No se si te he contado, pero me he vuelto aficionada a leer la Wikipedia en esta historia de editar el Pensar a Contracorriente VII. Tu sabes, entras por “Lázaro Cárdenas” para saber cuándo dictó la Ley de Neutralidad de México y saltas de rancheras a boleros, de boleros a Luis Miguel, de Luis Miguel a artistas LGBT, de artistas LGBT a cultura LGBT, pinchas el link de cómic y animación y… de ahí al anime y el manga sobre transexualidad y transgéneros hay poco, muy poco. Y de repente una entrada en una lista me confirma otra vez lo que se sabe tiempo ha: los censores de la TV cubana están perdidos. En los ochenta pasaron la serie de una princesa que se vestía como un príncipe y deseaba serlo, como mismo hoy ponen Bob Esponja  en horario estelar infantil –y qué clase y cantidad de plumas suelta esa esponja, por tu madre. Digo yo que acaso pensaron de Zafiro: “Como al final se empata con el Príncipe Franz de Valle Dorado, es correcto. Total, es una serie para niños”.

¡Ejem! No especulemos sobre el trabajo de nuestros censores. Debemos darles las gracias por Zafiro, Cachito, Duraluminio, Nylon, el doctor Uranio y una larga lista de etcéteras.

Regresemos a la Wiki: Zafiro y su drama son fruto de la mente de Osamu Tezuka, un japonés padre de medio centenar de personajes y venerado por todo mangaku del mundo, o algo así. La fábula se llama en el original Ribon no Kishi y nació como historieta (manga) en la revista Shōjo Club en enero de 1953, dejó de publicarse en enero de 1956. Reaparece en la publicación Nakayoshi entre enero y junio de 1958. Casi diez años después –del 2 de abril de 1967 al 7 de abril de  1968– Fuji TV transmite la versión animada (manga) de 52 capítulos cuyos fragmentos conocemos en Cuba, en el proceso tiran la casa por la ventana, porque La princesa caballero es una de las primeras series de TV a color del Japón. La más reciente “aparición” del personaje fue en 1994, cuando el estudio Media Vision contrató a Masayoshi Nishida para hacer un largo metraje.

Recuerdo que de pequeña las aventuras de Zafiro me consolaban, me  daban una referencia acerca de la posibilidad de ser independiente, ágil, aventurera, ¡hasta participar en competencias de esgrima!, sin dejar de ser niña. Y al final me casaría con el príncipe Franz en una boda llena de cisnes donde ambos llevaríamos espada al cinto y amplios sombreros blancos mientras Plástico –¿te acuerdas del hijo bobo del Duque Daraluminio?– regaba flores y comía fresas. Sería maravilloso…

Quiero revivir esa maravilla ahora que ya soy mayorcita así que ¡tráeme la serie! Corto y fuera.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Número 336 de NotiG en circulación

NotiG es un boletín con noticas, artículos de opinión, anuncios y etcétera sobre la comunidad LGBT en Cuba y el mundo. Circula por correo electrónico gracias a una red voluntaria de recolección, edición y reenvío que coordina Ale. Este número 336 está dedicado al cumpleaños de Ivan, uno de los miembros de equipo -especialista en Madonna.

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martes, 19 de octubre de 2010

Este viernes Cubavisión estrena Torchwood

Lo vi en la cartelera de televisión, tan rápido que no me lo podía creer, por eso hoy busqué en la web de Juventud Rebelde. Resulta que es cierto, desde este viernes 22 de octubre Cubavisión transmite las aventuras del equipo Torchwood (BBC 2006-2009). Esta es una serie de ciencia ficción hard con 31 capítulos ya estrenados, pero cualquier persona interesada en la temática LGBT tiene que verla: porque en Torchwood se apuesta de manera absoluta por la normalización de la diversidad sexual. Es muy fuerte, imagínate, el primer parlamento del jefe del equipo es en el minuto 3 y dice así:
“Puedo saborearlo. Estrógenos, definitivamente estrógenos. Tiras la píldora al inodoro, entra en el ciclo del agua, feminiza a los peces, va hacia el cielo, después todo hacia abajo cayendo encima mío. Anticonceptivos en la lluvia. Amo este planeta. Al menos no quedaré embarazado. No vuelvo a hacer eso de nuevo.”
Logo del Instituto Torchwood
Torchwood es una serie de televisión  británica que se emite en el Reino Unido en BBC Three, eso significa horario nocturno, contenido sexual, incluso lenguaje fuerte. Se trata de una derivación  (spin-off ) del clásico Doctor Who, la primera serie de CF en la historia de la televisión. Hasta ahora, solo dos países de habla hispana lo habían programado: Colombia, a través de BBC Entertainment, y España, en la cadena Cuatro.

Se supone que el “Instituto Torchwood” es una agencia externa del gobierno británico creada por la Reina Victoria en 1879 –como conclusión del capítulo “Colmillos y garras” del Doctor Who. La agencia deberá rastrear cualquier fenómeno sobrenatural que ocurra en el Reino Unido, estudiarlo y neutralizar toda posible amenaza que pueda surgir del mismo. Entre los siglos XIX y XXI  la agencia funda cinco oficinas: Londres, Glasgow (Escocia), Delhi (India), una cuarta cuyo paradero se desconoce y el observatorio de Cardiff (Gales), llamada “Torchwood Three” que vigila una franja dimensional que arroja basura, viajer@s y fauna diversa a la ciudad y sus alrededores.

La serie Torchwood se centra en las peripecias del equipo de Cardiff del 2006 en adelante. El equipo lo integran: Gwen Cooper (Eve Myles) enlace policial, Owen Harper (Burn Gorman) médico, Toshiko Sato (Naoko Mori) especialista en ordenadores, Ianto Jones (Gareth David-Lloyd) encargado de aseguramiento y el líder es el enigmático Capitán Jack Harkness (John Barrowman).

Aunque los de su oficina no lo saben, les cuento que Jack es un viajero del tiempo procedente del siglo LI y cuando apareció por primera vez –en Doctor Who– era un estafador. Debido a diversos eventos en la temporada 2005 de Doctor Who, Jack se vuelve inmortal. Su popularidad llevó a la producción de una serie propia: Torchwood. En esta parte de la saga, Jack es un personaje bastante oscuro, en lo cual influye que el hombre fuera abandonado en la Tierra tras su resurrección, ¡en el siglo XIX! Aquí ha estado esperando el regreso del Doctor por 130 años. Sin saber el por qué de su inmortalidad o su abandono.

Todo eso está muy bien, claro, pero el elemento clave que convierte a Torchwood en una serie revolucionaria es la naturalidad con que se asume que el jefe del equipo es… bisexual.

Si, el Capitán Jack Harkness “juega en los dos bandos”. Dentro de la ficción, se sugiere que tal cosa es muy común en el siglo LI –cuando nació–, ya que la humanidad de la época trata con extraterrestres y se ha vuelto sexualmente flexible. En la realidad, el equipo técnico califica a Jack como omnisexual, y cito a John Barrowman, el actor que le da vida:
“… en la serie le llamamos omnisexual, porque en su contexto la gente mantiene relaciones no sólo con ambos sexos, sino también con extraterrestres que adoptan forma humana y cualquier otro tipo de combinación (…) Jack lo haría con cualquier cosa con un código postal, siempre que le atrajera”.
Los hechos de la serie lo demuestran.

John Barrowman en el Gay Parade de Londres 2007
Llamo la atención sobre Jack no solo porque está buenísimo, sino porque es un personaje verdaderamente raro en el entorno de ciencia ficción –no digamos la televisión comercial. Y lo raro es que, para este personaje y sus coterráneos, su orientación sexual es un hecho, una característica más de su personalidad, y no un problema o algo a destacar. La flexibilidad sexual de Jack no es singular en la serie. Todos los miembros del equipo tienen escarceos con personas de su mismo sexo sin que ello les cause cuestionamientos éticos significativos. En general, toda la puesta en escena está atravesada por una lógica emancipatoria en cuanto a la sexualidad.

La normalidad con la que se trata la orientación sexual de l@s cinco integrantes de Torchwood encarna una declaración de intenciones para cambiar la visión social de la homosexualidad de parte de BBC. Su productor Russel T. Davies afirma:
“Creo que Torchwood posiblemente tiene el primer héroe masculino bisexual de la televisión, además de una sexualidad bastante fluida por parte de los demás personajes. Somos un faro en la oscuridad”.
Por todo esto, no puedo más que alegrarme de que Cubavisión incluya en su parrilla a Torchwood, justo en el inicio de la programación de la madrugada. Ahora falta que sea una transmisión íntegra.

domingo, 3 de octubre de 2010

LASA 2010 1: Vuelo Habana / Toronto

El vuelo sale a la 1:30 pm, tengo que llamar a mamá y a Rogelio antes de abordar.

Parece mentira, ya estamos en el metro de Toronto:

Bueno, yo no voy a pasar frío, seguro:

Y este es el famoso -y barato- hostal donde dormiré una semana:

viernes, 1 de octubre de 2010

Me voy a Toronto para hablar en LASA 2010

En agosto del año pasado una de mis profesoras, María Amelia Viteri, circuló entre sus ex-alumn@s la convocatoria a un congreso en Canadá -dis que prestigioso-, para participar como grupo. La idea era poner en "lenguaje académico" la experiencia del travestismo salsero que montamos en Quito –yo lo nombré “A propósito de los Unicornios”. Le contesté que prefería -pura militancia que se me subió a la cabeza de pronto- proponer una ponencia sobre los avances del movimiento en Cuba, ya que la tal Latin American Studies Asociation (LASA) es tan importante.

Titulé el proyecto “Para que otra voz se escuche. Sobre el reconocimiento legal y social de las personas LGBT en Cuba en la primera década del siglo XXI”, hice un resumen, me metí en la web -todo on line, muy sofisticado y muy chic-, y se enredó la pita. Porque para mandar propuestas había que ser miembro, y aun cuando tuviera el dinero, desde Cuba no se puede girar $ a nada con base en USA sin mil papeles. Bueno, pues María Amelia -tan buena que tiene el karma limpio para tres reencarnaciones- me pagó la membresía.

Quién te dice a ti que en abril me escriben diciendo que aceptaron mi ponencia y en mayo que me gané una Beca LASA, 800 USD que me permitirían volar a Toronto, en el Canadá y codearme con famos@s de las ciencias sociales.

Todo ha sido un corre-corre desde entonces, porque tu sabes que para salir de la Isla no solo hace falta dinero... Papeles de Ciencias Sociales a ICL, de ICL a MINCULT. Llamaditas de un lado para otro a ver dónde estaban esos papeles. Malas caras y viajes mil para que te destraben un trámite, te pongan un cuño, te lleven el pasaporte a visar... Y todo con la espada de Damocles del bloqueo sobre la cabeza.

Si, claro, no podía faltar el bloqueo para sazonar una aventura de viajes: Como la sede de LASA es la Universidad de Pittsburg, todo dinero que inviertan en Cuba o cuban@s de Cuba es analizado con lupa por  el Departamento de Estado, que no se enteró de que Obama "dice" querer apoyar los intercambios académicos para "atraernos" a la libertad por medio del conocimiento. En fin, que hasta el 20 de septiembre estuvimos pendientes de que cualquier funcionario de Washington se acordara de que no le gustó "El padrino" (la parte que ocurre en Cuba) y vetara el guaniquiqui de las becas.

Por fin, entonces, ya solo faltaba que me dieran la visa. Canadá no puso problemas y, la verdad, las preguntas de su cuestionario fueron divertidas: firme aquí si no tiene cónyuge, pareja de hecho, ex-cónyuge ni ex-pareja de hecho; firme aquí si no tiene hermanos, medio hermanos ni hermanos adoptivos; marque la cajita si ha traficado armas; etc. Un banquete.

Entonces hoy fui a la última reunión de coordinación del grupo -dicen "grupo" porque la UH, sede de LASA Cuba, no puede pagar  nuestros vuelos y hospedajes, en ese caso seríamos una "delegación"- y solo queda limpiar las botas, planchar la ropa, empacar.

El domingo hay que estar a las 10 40 am en el aeropuerto, para coger buenos asientos en el avión, que está a full en las comunicaciones oficiales y se sospecha sobre-vendido -táctica por demás habitual en numerosas aerolíneas del mundo. Beatriz dice que debo llevar un paquete de tostadas y un huevo hervido, porque como el avión es de Cubana de Aviación, no imaginamos de qué tamaño mínimo podrán llegar a ser las raciones de la cena a bordo. Aunque no debemos ser pesimistas, se trata de un Airbus A 320 con escala en Varadero, no serán tan tacaños -no por nosotros, sino por quienes montarán en Varadero.

Y ya, ese es el cuento de hoy.

martes, 17 de agosto de 2010

En busca de Estraven II

De la CF cubana en el siglo XX y sus infelices especulaciones sobre el género (sexual)

Para "... Luego insisto", en Cubaliteraria

Sin embargo
junto a este tipo de CF subsiste otra muy conservadora,
en ocasiones incluso reaccionaria
y desde luego, patriarcal.
Lola Robles

La primera parte de estas reflexiones terminaba yo con una pregunta: ¿Cómo es que la CF de esta isla permaneció ajena a los cambios de roles sexuales, si nacía con una Revolución que hizo realidad la agenda básica soñada del feminismo latinoamericano?

La respuesta es historiográfica, repito, pero no tan sencilla como “el machismo es parte de la nacionalidad”, por eso mi venganza –¿recuerdan quienes me leen que esto es una venganza?– se extenderá un poco, para explorar tres líneas argumentales: 1) el conservadurismo sexual en la CF cubana del siglo XX, 2) la defensa de tales presupuestos patriarcales en  la ensayística que intenta su exégesis y 3) el cambio de paradigma hacia un enfoque emancipador de la sexualidad en las producciones narrativas del siglo XXI. Hoy nos encargaremos de la primera línea argumental.

Antes de entrar al análisis de la CF cubana del siglo XX, aclaro que no me refiero a un periodo de cien años, sino que suscribo el modelo geopolítico del británico Eric Howsbawm, que define los siglos por coyunturas históricas, dejando al XX con setenta y cuatro años: de 1917 a  1991.  Esta última fecha se refiere al derrumbe del socialismo europeo y la desaparición de la Unión Soviética. La tesis puede ser aceptada o no, pero su solo alumbramiento da una idea clara de la magnitud del impacto del colapso euro-oriental.

Me parece que esta visión encaja a la perfección para Cuba, estrechamente ligada en el siglo XX –el cronológico y el histórico– a las tensiones políticas entre los cercanos Estados Unidos de América y la poderosa URSS. La caída del Muro del Berlín y posterior desmerengamiento del Campo Socialista –el neologismo es de Fidel Castro–, significó en verdad una ruptura socioeconómica, política e ideológica mucho más significativa que la conmemoración cronológica del segundo milenio de que el Hijo se hiciera carne para redimirnos y etcétera.

De las influencias de la CF cubana

Hay consenso establecido respecto a los dos grandes referentes que influyeron a la CF de Cuba en el siglo XX: en la primera mitad las revistas pulp de los Estados Unidos, a partir de la década del sesenta la CF del campo socialista –especialmente de la URSS. Para comprender las lógicas de los roles sexuales en nuestro objeto de estudio, debemos detenernos un poco en los modelos sexuales de estos movimientos literarios.

Respecto al papel de la mujer en la Edad de Oro de la CF norteamericana, ya hablamos en la primera parte: era generalmente de compañera de los protagonistas masculinos o figura eróticamente perversa. Estas narraciones fueron coherentes con la tradición del género pulp definida entre las décadas veinte y treinta, en los que se defendía un modelo de la masculinidad hegemónica asociada a la violencia, el racismo, el sexismo y la homofobia.

En la CF llegada desde Europa Oriental, mientras, se había superado hacía tiempo la “mala costumbre” de reflejar las contradicciones y problemas de la construcción contemporánea de la nueva sociedad; en cambio, se imaginaba un futuro luminoso donde hombres soviéticos –o de una Tierra sovietizada– llevaban la luz del socialismo a las estrellas (Henríquez 2009, Yoss 2008). Como su homóloga norteamericana –como toda literatura–, la CF socialista reflejó los presupuestos socio-culturales de su realidad política. Los gobiernos de corte estalinista que se sucedieron en Europa Oriental, a partir de la Segunda Guerra Mundial, tenían un férreo control de la producción literaria –del otro lado de la Cortina de Hierro el control lo ejercía el mercado. Por lógico deseo de autoconservación, al poder no le interesaba ser cuestionado desde sus prensas, así que se impuso la expresión argumental de una lógica triunfalista que complicaba bastante la creación de conflictos interpersonales.
Nada de pesimismo social o ecológico, de protagonistas con dudas o problemas existenciales indignos de la moral socialista, ni tampoco de extraterrestres agresivos, por favor… si alguno parece atacar, debe ser por un error o simples problemas de incomunicación (…) ¿Conflictos? Si, si no quedaba más remedio… pero en todo caso entre buenos y mejores, entre los científicos teóricos y los prácticos (…) o cuando más entre el humano y las Inteligencias Artificiales que ha creado (…) Pero al final, los mejores DEBÍAN triunfar sobre los buenos, los malos resultaban castigados, y todos de nuevo en paz y armonía. O más o menos… (Yoss 2008:66)
Se imaginarán que en este ambiente era difícil cuestionar la naturaleza de la sexualidad. Las relaciones entre los hombres y las mujeres de estos relatos son, por lo mismo, profundamente conservadoras, en lo que respecta a las relaciones de poder –los hombres son jefes o creadores, las mujeres investigadoras talentosas y/o asistentas–,  el cortejo y el ordenamiento de las parejas –todos sabían que el divorcio y la homosexualidad eran problemas burgueses– o la vida sexual que en la mayor parte de los casos no existe, pues el tiempo se ocupa en la investigación y la lucha contra los rezagos del capitalismo, a menos que vivas el drama de ser Dios y te enamores de una mujer del medioevo.

En términos de referencias desde el exterior, entonces, Cuba salta del misógino pulp de la Guerra Fría al aséptico y asexual futuro luminoso del socialismo mundial. El giro temático de la CF occidental de los años 60, donde impacta fuertemente la crítica social articulada desde el feminismo, llegará de modo muy escaso, pues las editoriales cubanas no dan espacio a tales títulos y lo que se importa viene de un ambiente político donde el cuestionamiento del patriarcado es visto con malos ojos.

Para exponer el resultado de esas influencias en Cuba, voy a tomar a varios autores de lo que podríamos llamar el canon nacional: Miguel Collazo (1936-1999), Arnaldo Correa (1936), Agustín de Rojas (1949), F. Mond (1949), Bruno Henríquez (1947) y Julián Pérez (1950). Estos hombres pertenecen a momentos distintos de la CF cubana: Collazo y Correa son de la etapa pionera  (1969-1979),  los otros cuatro de la década del ochenta, caracterizada por el apoyo al género de los premios David y Juventud Técnica y el florecimiento de los talleres literarios (Román 2005, Yoss 2008).

Para que nadie diga que me saco los ejemplos de debajo de la falda, los relatos cortos cuentan con el aval del ubicuo Yoss, quien los incluyó en la antología Crónicas del mañana. 50 años de cuentos cubanos de ciencia ficción, y las citas textuales se referirán a esta edición. La elección de las dos novelas si es entera responsabilidad mía. En todos los casos se refieren los datos de la primera edición, pues el orden cronológico me parece importante para la comprensión de cómo evoluciona el tema. En estas narraciones hay mucho del asombroso conservadurismo sexual de la CF cubana del siglo XX, al mismo tiempo que asoman, tímidos, los cambios que impuso en la vida de Cuba la revolución de 1959.

Pasemos a los análisis:

1966 ¿A las saturnianas les gustan los tipos duros?

“El orate andrajoso” es un fragmento de El libro fantástico de Oaj, de Miguel Collazo. Yoss lo incorporó a la antología Crónicas del mañana (pp 24-33) para no dejar fuera a este decano de la CF cubana. Como narración funciona bien, ya que las características de los personajes y sus tensiones están resueltas con brevedad y eficacia. Como en un buen cuento, además, nos quedamos con la sensación de que hay mucho –todo un iceberg– debajo de las breves pinceladas con que se resume la historia.

En una perspectiva de género, “El orate andrajoso” expresa un modo de pensar a las mujeres que pasa de ellas mismas: el personaje que genera el conflicto, la antropóloga saturniana Yarno ó, es constantemente referida por los varones que protagonizan la trama. El conflicto se construye a partir de la perspectiva contrapuesta entre Orlandito, guapo y semianalfabeto, y Orate, culto y viejo.

Orlandito, desde una masculinidad hegemónica que valora la promiscuidad, defiende su derecho al romance con Yarno o recalcando su carácter femenino, de objeto sexual: “¡Bueno, caballeros!, ¿qué es lo que pasa? ¿Es una jeba, no? Qué importa que sea roja o que sea verde o que sea amarilla. Yo las he tenido de todos los colores y formas.” (p. 30)

El Orate se le enfrenta porque no concibe la posibilidad de que una mujer culta vea algún atractivo en un delincuente común: “¿Su mujer? (…) ¡Son seres superiores! ¿Y usted dice que ella… que ella y usted…? ¡No! (…) Eso es una infame calumnia. Una criatura sublime no puede… ¡No!” (p. 32)

Pero leamos con atención. Ni Orlandito ni el Orate se refieren a las opiniones de Yarno ó, a sus intereses. Ambos asumen a la extraterrestre como proyección de sus imaginarios de la mujer. Orlandito ve en ella la encarnación del eterno femenino, que en este caso trasciende los planetas. El Orate imagina cierta espiritualidad consustancial a una cultura tecnológicamente superior que tiene que haber superado su fascinación sensual por los donjuanes como Orlando.

La resolución del conflicto llega con la aparición física de Yarno ó, la cual rompe con los esquemas de uno y otro hombre. Escapa del guión mental de Orlando porque no es dócil ni obediente. Pero, al mismo tiempo, se defiende del intento de golpe de su efímero marido, rompe con lo imaginado por el Orate: Yarno ó responde a la violencia con violencia, de modo nada sublime –a menos que consideremos los recursos telequinéticos que despliega.

En este relato están entonces, en embrión, dos de los problemas para el abordaje de los conflictos de género en la CF: la dificultad para valorar los intereses de seres de otros mundos y construir relaciones interpersonales y los violentos malentendidos que puede generar otra construcción de los roles de género.

1969. Si ellas no paren, es que la tecnología fue demasiado lejos

Aparecido en la antología Cuentos de ciencia ficción que organizara Oscar Hurtado, este relato de Arnaldo Correa es calificado por Yoss como “traviesa fábula futurista”. La inclusión de “Retroceso” en Crónicas del mañana (pp 56-63) es feliz para mis fines investigativos, ya que de nuevo unas pocas cuartillas, rebelan abundantes detalles sobre heteronormatividad y patriarcalismo incorporados a fondo.

El grueso del relato transcurre en el mismo tiempo y lugar: la MCXIV sesión de la Asamblea de Gobierno Universal. Allí tres delegados debaten y someten a votación la nueva línea de desarrollo de la especie humana. El conflicto que deben resolver las treinta mil millones de almas reunidas en asamblea –merced de la transmisión de datos en tiempo real–, se refiere a los elementos tecnológicos recientemente incorporados que ponen en solfa la naturaleza de la especie humana. La situación no podría ser más divertida para Donna Haraway, pero de eso hablaremos luego.

Primero deseo llamar la atención sobre el modo en que Correa describe la sesión, los asambleístas y el estilo de vida de la sociedad. Sírvanme las palabras del mismo autor: "Mientras no se iniciaba la sesión los espectadores enfocaban el selector sobre algún delegado o delegada y, de esa forma, podían  hasta oír sus conversaciones. Las mujeres prestaban especial atención al vestuario de las delegadas." [...] Su cabeza [la de Plinio] tenía un brillo mate, señal de varonil descuido." p. 57

La descripción de los intereses específicos de cada sexo, no puede ser más elocuente: las mujeres; aún cuando tienen  representación en el gobierno, en realidad solo se fijan en la ropa de sus pares. Para los hombres, las pautas de la masculinidad siguen criterios que valoran la resistencia al arreglo personal. En fin, la especie se extendió por  cuatro planetas y nueve satélites para no cambiar nada.

Los protagonistas del relato son tres hombres que por turno exponen, rebaten y defienden la propuesta del “desarrollo en retroceso” para conjurar un destino definitivamente dependiente de las máquinas. El proponente es Plinio Catón, de formidable elocuencia y polémicas opiniones (p. 57), la discusión corre por Xestronio Xestor, filósofo creador de algunas de las ecuaciones fundamentales de la filosofía moderna (p. 58) y la defensa de la moción la concede Plinio a Saturnio Palladio, gran macrobiólogo, joven y de elegante prestancia (p. 60).

Para Plinio Catón y su facción “Hemos llegado a una terrible alternativa”: seguir avanzando hacia la dependencia de la tecnología o regresar a potenciar los atributos físicos de la especie: el “desarrollo en retroceso” (p. 57-58). En un discurso de varias horas, el político enumera las comodidades de la modernidad que implican peligrosas dependencias, pero –y es un pero importante– Correa salva el ritmo al resumir esta argumentación mediante la elipsis. Solo tenemos dos argumentos de los muchos expuestos por Plinio: la atrofia muscular en las extremidades por falta de uso (23.7 % menos fuertes que 700 años atrás) y la tecnologización de los procesos se reproducción y lactancia.

Aquí es donde la elipsis deja ver lo que Eduardo Heras León llama “la oreja peluda del escritor”: Si Correa resume el discurso de su protagonista con estos dos elementos es porque los considera capitales. Y si dedica apenas tres oraciones al peligro de los cohetes transportadores, pero un largo párrafo las implicaciones bioéticas de una matriz mecánica, entonces está claro qué es lo que horroriza a Plinio, a Saturnio y al autor: el cambio radical en los roles reproductivos… en beneficio de las mujeres.
 Las mujeres perdieron todo vestigio de los antiguos senos hace mil años, por atrofia debido a la falta de uso y ahora, con el nuevo invento de la matriz mecánica, es loable pensar que en mil o dos mil quinientos años pierdan la facultad de procrear por si solas. Este horrible aparato del cual hablo, recibe un óvulo femenino que es fecundado por un espermatozoide presexado y seleccionado. Así, el llamado hijo de esta pareja reúne casi todas las características deseadas por los “progenitores”, evitándose además los inconvenientes de la gestación y el parto. (p. 58)
 En resumen: hemos llegado muy lejos porque las mujeres ya no tienen tetas y pronto (dentro de dos mil años) no podrán embarazarse. Todo un escándalo. De ahí en adelante la lógica patriarcal del autor se expresa sin limitaciones:

1) Las mujeres no tienen voz: ya mencioné que los tres personajes son hombres, cuando este asunto de perder la capacidad de gestación interesa –digo yo– de modo especial a la mitad femenina de la humanidad.

2) No tiene sentido cuestionar los roles sexuales a partir de la tecnología: quienes se expresan a favor o en contra de la idea, consideran necesario referir, tampoco, que esta “victoria de la ciencia” tiene implicaciones sociales al liberar a la mitad de la humanidad de una carga que limita sus aportes al  desarrollo general de la sociedad.

3) El verdadero objetivo de la  humanidad es la preservación de la especie: por lo que no podemos arriesgarnos a experimentos que pongan en peligro la autonomía reproductiva, aunque esos experimentos signifiquen ventajas netas para la mitad de la población.

Por último, Saturnio Palladio –el segundo alter ego del autor– confiesa una fe en el esencialismo biológico que no puede menos que hermanarse a la lógica tecno-patriarcal expuesta por su correligionario Plinio: “vamos intelectual y físicamente a algo que no es el hombre, algo monstruoso y deforme: animal–máquina o máquina–animal, pero no hombre” (p. 62). Al llegar a este punto de la lectura, por supuesto, no pude sino recordar a Donna Haraway, su Manifiesto Cyborg (1985), y la apuesta por un futuro tecnologizado donde las identidades se deslicen merced de cuerpos híbridos entre máquina y organismo. Sobre el impacto de esta idea en la narrativa cubana del siglo XXI, se reflexiona en la parte IV de este ensayo.

En resumen: el destino en retroceso votado por unanimidad porque “una cierta raíz animal” hizo comprender a todos los seres inteligentes del universo (¿?) del peligro que se cernía sobre la especie –por culpa de la matriz mecánica– (p. 62), será muy satisfactorio y divertido para los hombres, pero no es coherente.

1983. Las feministas son extraterrestres

Julián Pérez publicó “Luisa”, en la antología Juegos planetarios. Cinco años más tarde en su recopilación personal El elegido. La breve historia (páginas 163 a la 174 en Crónicas del mañana) deviene excelente especulación acerca de las limitaciones que la cultura impone a la relación entre los amantes, en este caso personas de distintos planetas.

Como bien señala Yoss, el argumento no puede ser más clásico: chico encuentra chica, amor aplastante, chica con secreto terrible. Pero el autor aprovecha las diferencias culturales entre Luisa y Joaquín, para explorar las lógicas patriarcales en las relaciones amorosas. No tengo idea de si el autor estaba familiarizado con los debates del feminismo sobre el concepto del “amor romántico”, y su uso para el control de la sexualidad femenina –la tesis es que andar buscando al príncipe azul hace a la mujer dependiente del otro para su protección, valoración y sentido vital (Reyes Bravo, 2001:12)–, pero sin dudas Julián Pérez podía percibir las tensiones acumuladas entre los hombres y las mujeres que llegaban a la adultez en la década del ochenta en Cuba. El conflicto que generan los nuevos modelos de feminidad que se formulan al calor de la entrada de las mujeres al espacio público, y la resistencia de los hombres, empeñados en mantener sus posiciones de superioridad. Estas diferencias se expresan a través de la metáfora de una mujer que llega del futuro tecnológico y social, “Imagínate reencarnado en el medioevo” (p. 171) y un hombre de estos tiempos, pero capaz de seguir la voz de su sentido de lo justo, no de lo que le enseñaron como verdad (p. 165).

Tras la primera lectura, llama la atención que la mayor parte del relato transcurre en el debate sobre la naturaleza de la relación amorosa y el deber-ser del género femenino. Los argumentos del patriarcado más rancio, el feminismo emancipador y el sexismo solapado se alternan dando profundidad al conflicto que significa para Joaquín amar a Luisa… sin cambiarla. El giro dramático radica en que ella si cambia.

La prosa de Julián Pérez nos conduce, con habilidad, de la felicidad  absoluta a la tensión y el miedo y de ahí, a un desenlace previsible –para personas familiarizadas con la CF–, pero no menos eficaz: Luisa no es de este mundo y su amor por Joaquín, por la especie  humana, le ha hecho perder la capacidad para permanecer en el planeta. ¿Irónico? Sin dudas, pero la argumentación es sólida.

El autor opta por recordarnos que el amor no cambia solo a la persona más “atrasada”, sino también a la más “adelantada”. Con la ventaja que implica narrar en primera persona, Julián Pérez ha desviado la atención hacia la evolución de Joaquín sin dejar ver que Luisa también cambiaba. Construye así, con igual maestría, el ambiente de asombro y felicidad en la primera parte y el desconcierto agarofóbico de la segunda. Mientras, Luisa permanece como una incógnita, intentar comprenderla es uno de los resortes para la progresión dramática de la historia: "Con plena capacidad de mis facultades mentales, yo hubiera podido resistir el rayo. Pero no tuve en cuenta los instintos: el afán de posesión, los celos, el temor de perder al ser amado… Me hice demasiado humana, perdí parte de mi poder." (p. 172)

Repito que la solución no carece de ironía y confirma la profundidad psicológica del autor. Luisa no puede permanecer en la Tierra porque se ha hecho humana, porque ha involucionado –metafóricamente– y ya no puede controlar la tecnología de su planeta de origen. Leyendo el asunto en clave de teoría de género, su involución no se concreta en hacer concesiones al machismo, sino en una educación sentimental que incorporó el deseo de posesión y control consustanciales al concepto del amor romántico de nuestra cultura.

Nada, que las feministas pueden enamorarse de neandertales, pero esos amores no tienen un final feliz.

1985. Ella es más fuerte de lo que los hombres imaginan

Con Una leyenda del futuro, Agustín de Rojas publica la continuación de Espiral (1980), saga que deviene trilogía con El año 200 (1990).

Una leyenda del futuro, no escapa a la actitud hegemónica y triunfalista de la CF soviética de la cual se nutre. Se reconocen sus huellas por tres de los elementos fundamentales de la trama: el cambio en las conciencias de los personajes; el nivel de los logros tecnológicos –la cual es incluso contradictoria, ya que son comunes los viajes estelares dentro del sistema solar, pero no hay cambio en los medios de comunicación social (elemento muy importante en una de las peripecias de Gema)– y la situación geopolítica internacional –todo el planeta está alineado con la Federación (comunista) o con el Imperio (capitalista), tensión que se resolverá algunas décadas después con la rendición (¿¡!?) del último. Coincido con Anabel Enríquez Piñeiro en que “esto lastra sensiblemente la veracidad artística, quizás evitable con otra datación.” (s/a), ya que la trama se ubica en la tercera década del siglo XXI.

La línea argumental principal es casi canóniga de la CF hard: una nave espacial choca con un asteroide, el impacto mata a tres de los seis exploradores y destruye el centro de integración lógica del ordenador central. Ninguno de los sobrevivientes –el jefe de grupo Isanusi, la fisióloga Gema y el psicosociólogo Thondup– tiene una esperanza de vida de más que pocas semanas. La historia se desarrolla en la medida que se agotan los recursos para que la Sviatagor llegue a la Tierra, con saltos temporales bien dosificados sale a flote la historia que comparte la tripulación, la naturaleza de esta férrea unión que les hace tan fuertes como equipo y tan frágiles como individuos (pp. 109-111). Aunque no hay rencores ni dobleces entre ellos, ya que para Rojas “los personajes son proyecciones de sociedades paradigmáticas, de altos valores humanos y eficaz integración colectiva” (Enríquez Piñeiro s/a), si existe una tensión soterrada que aleja a Thondup de Gema y conducirá al cabo al enfrentamiento.

Lo que me interesa señalar de Una leyenda del futuro es el extraño juego de fortaleza psicológicas que establecen los sobrevivientes de la expedición a Titán. El foco descriptivo de Rojas explora, con habilidad, la conciencia y los sentimientos, la lucha de los tres personajes por mantener su humanidad, por reconstruir esa estabilidad de la cual gozaban como grupo, antes de morir.  Sin embargo, cada personaje cuenta con una limitación específica que complica tan sano deseo: Isanusi pierde la movilidad y percepciones sensoriales, está inválido y la necrosis amenaza su sistema nervioso central; Gema ha sido despojada de toda capacidad sentimental para evitar que su depresión comprometa su labor como navegante de la nave; y Thondup es víctima de alucinaciones crecientes.

Es entre la fisióloga Gema y el psicosociólogo Thondup que se centra la tensión dramática de la narración, pues Isanusi –como jefe, como persona convaleciente y finalmente como cyborg omnisciente dentro de la nave– es más un consejero, un testigo de los enfrentamientos entre su esposa y su amigo. En las primeras páginas parece que la relación de poder está clara: Thondup es uno de los miembros del equipo al que se le consideró en la Tierra capaz de soportar las pérdidas. Es por ello que asume la responsabilidad de “desinhibir” a Gema en cuanto ve los primeros signos de histeria (p. 30), y la deja convertida en una versión orgánica del Cibercerebro Proteo II, con el objetivo de hallar un modo para que la Sviatagor llegue a puerto (p. 65). El enfrentamiento surge de la oposición entre el objetivo de Gema –alentado por Isanusi– de recuperar su sensibilidad e integrarla a esta nueva personalidad y la seguridad de Thondup de que eso es imposible. Al mismo tiempo, el hombre muestra una creciente inestabilidad psicológica con la cual Gema debe lidiar. Eventualmente, la pérdida total de anclaje conduce a la disyuntiva de matarle o dejar que destruya la nave y la posibilidad de sobrevivencia de Isanusi.

En los elementos que Rojas argumenta para dividir al grupo entre personas “estables” y personas “inhibidas”, hay inconsistencias que dejan en claro el sesgo de ese equipo de computadoras y psicosociólogos al que se refiere varias veces la narración. Gema es juzgada “inestable” por las psicosimulaciones, a pesar de que su historia personal ilustra una precoz capacidad de tomar decisiones de ruptura y llevarlas adelante. En cambio, Thondup, hombre de prejuicios sexuales y sociales acusados, es declarado apto para decidir cuándo deshumanizar a los otros integrantes del equipo. Ya sea porque el autor desea exponer como tesis la capacidad humana de ser irreductiblemente sentimentales o porque no supo enmascarar mejor esa costura de la trama –lo cierto es que sin eso la novela se queda sin conflicto–, el caso es que Gema demuestra que su fortaleza espiritual es mayor de lo que sus mentores calcularon. El enfrentamiento dentro de la nave es también –y mucho– un enfrentamiento entre géneros, en el sentido de que Thondup subestima todo el tiempo las capacidades de su compañera para procesar información, proponer soluciones para el regreso a la Tierra o integrar armónicamente su antiguo Yo–sentimental con el Yo–desinhibido. Y Thondup actúa de esa manera porque subvalora las capacidades intelectuales de Gema para superar las barreras de su propia mente.

Una de las lecturas posibles, entonces, es que los recursos  físicos, intelectuales y psicológicos de una mujer no deben ser subestimados: al final resulta que esta es la historia de cómo Gema salva a Isanusi de morir en la Sviatagor, haciéndolo, de paso, casi inmortal.

1988 Misoginia y homofobia son las claves para hacernos reír

F. Mond publicó en 1988 Krónicas koradianas, historia sobre las relaciones entre los planetas Korad y Tierra. Vale aclarar que Krónicas…es parte de una saga que ubica sus peripecias en un universo paralelo al nuestro, donde el desarrollo social de la Tierra es sistemáticamente influido por los habitantes de Korad, planeta que “ocupa la misma órbita y cuenta con igual masa y con igual velocidad traslatoria y con igual rotación que la Tierra; empero, se halla en el punto opuesto de la elipse terrestre, con el Sol siempre de por medio” (p. 331-332). En distintos momentos de la misma línea temporal se ubican sus novelas Con perdón de los terrícolas (1979), ¿Dónde está mi Habana? (1980), Cecilia después o ¿Por qué la Tierra? (1983) y Vida, pasión y suerte (1999).

En el caso específico de Kronicas Koradianas, la acción transcurre a partir de 1996, y recorre los cuatro viajes de prueba para un nuevo sistema de navegación espacial basado en la antigravitación. Las intrigas del consorcio militar industrial, el robo de ideas entre los investigadores asalariados y las pugnas entre potencias mundiales, sirven de trasfondo para el desarrollo de una historia que ridiculiza, por turno, a cuatro mitos icónicos del mundo occidental: La guerra de las galaxias, Las tribulaciones del joven Werther, la Divina Comedia y las aventuras de James Bond. La voluntad burlesca del relato implica que la lectura depare “una constante incongruencia, en la que apenas ningún personaje o situación tienen trazos de la más mínima seriedad o verosimilitud” (Toledano s/a).

Los resortes humorísticos de Mond se apoyan en el absurdo y la parodia cultural, pero especialmente en la exposición de las experiencias e intereses sexuales de los personajes: de los cuatro astronautas, tres viven aventuras eróticas que cumplen sus más aberradas fantasías. El ambiente de violencia sexual normalizada que se incorpora en las descripciones lleva al lector a asumir que todas las mujeres de la trama han sido violadas al menos una vez. Por último, la entrada de las asociaciones LGBTI al ruedo político, es tomada como prueba suprema de la “decadencia” de la sociedad capitalista.

Yo no tengo nada en contra de que la narrativa explore las fantasías eróticas de los personajes, en todo caso estoy a favor. Sin embargo, me parece profundamente desagradable que las mujeres sean retratadas como un montón de ninfómanas, que saltan por encima de obligaciones sociales o políticas; y todo ello sin que el autor invierta una línea para hacer notar que eso no es edificante, ni existe fuera de las fantasías machistas de los personajes –cosa que si hace para descubrir los dobleces morales de los hombres.

El indicador más elocuente de que la toma de posición con respecto a las mujeres no incluye una crítica implícita, está en la construcción de los títulos de los capítulos. De “Un mundo feliz o casi" pasamos a "La Perra de las Galaxias", para que no queden dudas de la talla moral de la Princesa Lejía. El colmo es la descripción de la agente Vinka Novalenko: “Profesión: ¿usted es bobo o comemierda? (…) Una mujer así nada más puede dedicarse a vivir pensionada en los mejores hoteles de las grandes capitales" (pp. 303-304). Vamos, que según Mond las mujeres bellas, por lógica elemental, se dedican a la prostitución de alto nivel. Pues qué alegría.

La violencia sexual contra las mujeres es, en efecto, un mal que afecta a muchos países –está estrechamente imbricado con el patriarcado–, y acaso sea legítimo utilizarlo como índice de lo podrido de un sistema social, pero de nuevo lo importante es el modo en que se asume la referencia. Mond incorpora la violación como experiencia normal del paso por la pubertad para las mujeres de los Estados Sumidos. No debemos olvidar que al naturalizar una discriminación o una práctica violenta la estamos, de hecho, apoyando. Por tanto, Mond apoya la violencia sexual cuando su narración, no establece distancia crítica respecto a las violaciones de Miss Kitty (p. 15) y Jane Pity (pp. 124-126). Y la invoco porque debería esperarse de un autor que tanto cuida de hacer explícito su punto de vista en temas mucho más frívolos, como la garantía de los productos Hitachi.

Respecto a la participación de las personas LGBTI en la lucha política. Las reflexiones del presidente Timothy Thorpe sobre la conveniencia de cumplir o no sus promesas de campaña al las organizaciones gays, podrían pasar como muestra de la hipocresía de la  clase política: “No quería imaginar la reacción que provocaría la aprobación de la ley que debía presentar en ambas cámaras para... legitimar las uniones entre..., entre esos... ¡Maricas! (…) La «Ley Rosadita», como le decían los opositores” (p. 42) y más adelante “Un mandatario de la Unión, el país más poderoso del lado de acá, no podía tener compromisos de esa índole” (p. 43). Pero la “oreja peluda” del autor revela auténtica homofobia en el momento que describe al lobby gay y las consideraciones seudosociológicas que le despierta el movimiento: “¿Se habría vuelto loca toda aquella sociedad? No. Pero..., del treinta por ciento de los electores que le habían dado sus votos... ¡El noventa y seis era homosexual! Las plumas lo habían elevado al poder.” (p.43)

Al cabo, entonces, el humor de F. Mond no supera los burdos resortes de la lógica patriarcal que degrada todo comportamiento disidente de la “lógica” relación de poder entre hombres y mujeres, entre personas heterosexuales y LGBT.

Si se supone que el humor enseña a través de la risa, no me gustan estas enseñanzas.

1989. No hay modo de hacer todo lo que hace una mujer

En la revista Juventud Técnica 262 (septiembre de 1989), se presentó el relato de Bruno Henríquez “Sólo Marta”. De corte intimista, esta es una de las más logradas piezas de Henríquez, nombre imprescindible de la CF contemporánea nacional.

El argumento se enfoca en el impacto social de los adelantos técnicos: el narrador presta, sin ningún cuidado, a su amiga Marta un multiplicador dimensional porque ella tiene que hacer más de cuatro cosas al mismo tiempo y... felizmente la base técnica de semejante artefacto es obviada, en su lugar, Henríquez alcanza la eficacia dramática con el cuidado relato de las peripecias de cada versión de su amiga. Y es en este recuento que se revela un trasfondo de clara denuncia feminista.

Una de las muchas razones para validar el feminismo contemporáneo, es que la igualdad “formal” con los hombres fue, en la mayoría de los casos, una trampa para mantener intactas las lógicas del sistema patriarcal. Las mujeres votamos, estudiamos, ganamos dinero, heredamos, dirigimos empresas o viajamos al cosmos, pero todo eso es además de ser lo que “siempre hemos sido”, o sea, madres, sirvientas, cuidadoras de enferm@s, ancian@s o niñ@s, y objetos del deseo sexual por los cuales compiten los hombres. De este modo, las mujeres, para ejercer nuestro derecho a la ciudadanía plena –en versión occidental eso es tener propiedades y opinar en política–, debemos enfrentar la doble jornada: una en el espacio público, donde somos teóricamente iguales que los varones, otra en el espacio privado, donde estamos supeditadas a los varones, a su cuidado, protección, etc. Comoquiera que la mayoría de los hombres no han sido forzados a ejercer roles en el sentido contrario, al cabo corremos la misma distancia con doble carga ¿de qué manera alcanzar entonces el éxito?

Este drama se acentúa en sociedades como la cubana, donde la vida cotidiana incorpora a cada habitante una jornada más: la de participación social. Esa esquizofrenia de jornadas superpuestas –cada una con su propio sistema de valores y exigencias socialmente pautadas– destruye la autoestima y hace casi imposible detenerse a pensar sobre el sentido de la vida.

Bruno expone esta odisea de mujeres sobrecargadas y amargadas –sobre el que se han vertido ríos de tinta académica y se han hecho millares de encuestas, proyectos comunitarios y políticas públicas–, y lo soluciona con sencillez inusitada. En la línea de la mejor CFFem, distorsiona la realidad para que reconozcamos su terrible naturaleza: cuando las esferas de la vida de Marta colisionan, sólo multiplicándose a sí misma por cinco tendrá tiempo para hacer felices a sus familiares y a si misma.

Obsérvese que cuatro de las Martas se dedican a cubrir los campos de acción femenina tradicional y aquellos que la sociedad contemporánea confía a las mujeres “liberadas” para que ejerciten sus “derechos”. En la misma noche ella tiene que asistir a una reunión de naturaleza no especificada que durará seis horas (política), visitar a su madre anciana y a su tía hospitalizada (cuidado de la familia), hacer las compras y limpiar la casa (trabajo doméstico) e ir al cabaret con su esposo (satisfacción sexual del hombre). La quinta Marta, generada por error del inventor, se dedicará al inaudito placer de ser “completamente libre de ir a donde le viniera en ganas hasta las doce de la noche” (p. 88).

Esta Marta V es el elemento más elocuente del extremo de enajenación al que puede llevar la vida cotidiana de las mujeres. La Marta “libre” está desorientada porque no tiene un programa, un orden que seguir. Lo que en clave de género podría formularse como que ha perdido la capacidad para el autocuidado. Marta V simplemente sale a caminar sin rumbo por la ciudad “a buscar una fuga a las tensiones acumuladas”. Como Marta II, la V es atrapada por la nostalgia, pero no en función de la comunión espiritual con otras mujeres de su familia, sino por sí y para sí.

De todos modos, el final obligado de la multiplicidad –a las doce de la noche, como en un buen cuento de hadas– implica también la imposibilidad de apostar por soluciones como la duplicación espacio-temporal para resolver los problemas de la doble –o cuádruple– jornada.

En este caso la CF advierte que la solución no es técnica, sino social.

Conclusiones

En los ejemplos citados, el diapasón se mueve de la más rancia misoginia a la intuitiva exploración de los problemas del género social y sus posibles soluciones, dentro del marco lógico de la CF. Nótese que no hay una línea evolutiva coherente, sino acercamientos erráticos a los temas centrales de la CFFem: la tecnología y el papel social de la mujer, la relación amorosa inter–especies, el cambio en los paradigmas de relaciones sexoeroticas y afectivas desde las perspectivas muy personales de los autores analizados. Los enfoques, por lo mismo, oscilan entre el más rancio patriarcalismo y la ingeniosa solución de los conflictos relativos al género, aunque esos finales no siempre sean felices. Por tanto, los autores del canon cienciaficcionero cubano del siglo XX confirman las palabras de Lola Robles:
La ciencia ficción puede ser un género de gran calidad literaria y con un potencial enormemente subversivo: por su inquietud y su capacidad de imaginar, especular sobre un futuro distinto, lo que la hace rebelde, radical, crítica, inadaptada. Sin embargo junto a este tipo de CF subsiste otra muy conservadora, en ocasiones incluso reaccionaria, y desde luego, patriarcal. No hay que olvidarlo, aunque asombre que, en algunos casos, el arte y la literatura, en vez de ir por delante de la sociedad, le vayan a la zaga y admitan casi a regañadientes, como las leyes, y por intereses de éxito, sus avances. (2006)
Pero deseo recordar a quienes me leen, que esta producción narrativa no existe sola, sino que dialoga con un discurso teórico que ejercita la exégesis, contextualización y crítica de la ciencia ficción escrita en la isla. Aunque de existencia agónica, la mayor parte del tiempo, esa crítica está encarnada en prólogos de libros u artículos promocionales, e implícita en los criterios para conformar antologías y otorgar premios literarios. La crítica de CF cubana ejercida por plumas del patio respiró con mayor soltura a partir de la aparición del Guaicán Literario y otros fanzines en formato digital, lo cual ayudó a que el ejercicio ensayístico adquiriera sentido, en especial por las posibilidades de profesionalización que abriera el Guaicán a partir de 2001.

La tercera parte de mi venganza será, entonces, una crítica de la razón crítica.

La Habana, julio de 2010

Bibliografía

Enríquez Piñeiro, Anabel, s/a, “Trilogía de anticipación: reflexiones y aflicciones”, en Biblioteca Digital de Literatura Universal. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/bibliodigital/temas.php?idv=2928

Henríquez, Bruno, 2009, “La ciencia ficción rusa y los lectores cubanos” en El hombre que hizo el mar Báltico. Cuentos de ciencia ficción, Arte y Literatura, La Habana.

Hobsbawm, Eric, 1998, Historia del siglo XX, Gijalbo-Mondadori, Buenos Aires.

Lara, Rafael, 2005, “Mujer, feminismo y ciencia-ficción” en Página Abierta n. 162,  septiembre. Disponible en http://www.pensamientocritico.org/raflar0905.htm.

Mond, F., 1988, Kronicas Koradianas, Letras Cubanas, La Habana.

Reyes Bravo, Rosa María, 2001, Ser mujer y proyecto de vida en mujeres jóvenes, Tesis de Maestría del Centro Nacional de Educación Sexual, tutora Mariela Castro Espín, La Habana.

Robles, Lola, 2000, “Mujeres y ciencia ficción”, en Mujer Palabra.

Rojas, Agustín de, 1985, Una leyenda del futuro, Letras Cubanas, La Habana.

Román, 2005, Universo de la ciencia ficción cubana, Ediciones Extramuros, La Habana.

Toledano, Juan Carlos, s/a, “Krónicas koradianas: el resurgir del choteo cubano en una novela de CF a finales de los 80” en Guaicán Literario. Disponible en: http://www.cubaliteraria.cu/guaican/cronicas/koradianas.html.

Yoss, 2008, Crónicas del mañana. 50 años de cuentos cubanos de ciencia ficción, Letras Cubanas, La Habana.

Y muchas páginas de la Wikipedia en español e inglés.

domingo, 8 de agosto de 2010

Ya que tanto preguntan cómo es ser mamá

Es como dormir a la intemperie en el campo una noche de cielo despejado y luna nueva. En realidad hay bichos entre la yerba, los mil sonidos antiguos del mundo inquietan, al amanecer habrá dolor de espalda y erupciones en la piel. Pero cuando muchos años después preguntas por la experiencia, todo el mundo dice recordar el brillo místico de las estrellas.

lunes, 2 de agosto de 2010

Debemos tomar nuestro destino en las manos

Esta es una reelaboración del panfleto "Mis deberes cívicos y Mariela", del pasado mes. Aquí se explicitan mejor las cosas desde el punto de vista socio-político, a partir de charlas con varios amigos y un editor muy serio, al que le agradezco todo su trabajo.

“… mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercitarlos”
Antonio Maceo Grajales

Las políticas para minorías son engañosas: da la impresión de que protegen a pequeñas cantidades de personas con necesidades específicas. En realidad se trata de grandes cantidades de personas despojadas, por el poder de pocas, de su humanidad.

Yo pertenezco a varias  inmensas minorías, la inmensa minoría de las mujeres, la inmensa minoría no blanca, la inmensa minoría no heterosexual. Son unas minorías inventadas, claro: Porque las mujeres somos la mitad de la población. Porque si en China hay 1 300 millones de personas, en la India otros 1 000 y tanto millones, si el lejano 1990 el estimado de África  rondaba los 642 millones –no hay censos más recientes para la mayoría de sus países–, entonces poca gente queda que no sea “de color” en el mundo. Porque si heterosexual es alguien que nunca en su vida fantaseó con la imagen del espejo…

Soy miembro de minorías inventadas desde el poder, que existen a partir de la idea que la persona normal es blanca, es masculina y es heterosexual. Porque así son –o se imaginan– quienes tienen el poder. Esta mujer negra y bisexual se quedó fuera del juego cuando Jesús envió a los hombres de Europa a que conquistaron al mundo con la Biblia y la espada. Ahora ellos juegan a la bolsa en New York con el oro de nuestros templos y el petróleo de nuestro subsuelo, mientras el FMI se encarga de limpiar los platos sucios del sagrado capitalismo.

Se puede argumentar que los dos párrafos anteriores no son pertinentes. Que tanta personalización no aporta –más bien estorba– a la trama reflexiva que deseo comunicar. Que esta descarga catártica acerca de mi color de piel y preferencias sexuales impiden un acercamiento reposado al tema y hasta invalidan lo que pueda decir en lo adelante, a partir de mi evidente incapacidad para que el aspecto intelectivo predomine por encima de la queja, de modo que sea minimizada la presencia de su anécdota particular y se priorice el aspecto de reflexión. Vamos, que no tengo distancia crítica. ¿Distancia crítica? ¿Me van a detener con argumentos burgueses patriarcales de la escuela positivista? Es que lo leo y me dan ganas de reír, o de llorar. La respuesta es simple y ha sido slogan del feminismo desde que nos dejaron sin derecho al voto allá por 1789: lo personal es político.

Lo pondré más claro: No puede haber una escritura crítica que no implique un profundo compromiso personal de quien la alumbra, aunque este compromiso sea un arreglo de carácter económico. Los (gastados) argumentos de que el aspecto intelectivo debe predominar por encima de la anécdota particular para que la reflexión sea válida, se amparan en la lógica positivista de que es posible observar la realidad sin modificarla ni ser modificado por ella, de que existe en la realidad el observador imparcial –que por supuesto es un hombre blanco. La importancia y posibilidad práctica de la “observación objetiva” fue uno de los primeros mitos positivistas / patriarcales desarticulados por el pensamiento feminista de la segunda mitad del siglo XX, que acumuló y expuso evidencias de los sesgos de género en las ciencias –exactas, biológicas y sociales–, y el conocimiento del mundo que a partir de ellas se extendía a la sociedad. El compromiso se expresa en la elección de los temas y las herramientas metodológicas, por citar solo dos elementos básicos para la producción de conocimiento. No se trata de que E= mc2 sea una ecuación machista porque prioriza la velocidad, que es atributo fálico por excelencia –eso es una reverenda idiotez–, sino de que los hombres de ciencia no están a salvo de que la discriminación incorporada a su imaginario, distorsione su percepción de los otros géneros cuando son sujetos u objetos de la ciencia.

En tanto seres sociales y políticos, no tenemos modo de escapar al compromiso con una ideología, por tanto, siempre se asume cada tema de una manera muy personal, con el sesgo que nuestro origen imprime. ¡Claro!, podemos jugar a las escondidas con quienes nos leerán y fingir que el aspecto intelectivo predomina por encima de la condición singular del quien argumenta, obviar la anécdota particular en que se enraíza la queja. Ese es el modo hegemónico –e hipócrita– de hacer las cosas. O podemos olvidarnos del estómago de los espectadores –el término es de García Lorca– y revelar nuestros orígenes sociales, intelectuales, políticos, para dejar las cosas en claro y que luego no halla lugar para acusaciones de escritura panfletaria –aunque dice Beatriz Maggy que de ahí puede salir tremenda literatura. Ese es el modo crítico, feminista, subalterno, diverso –y honesto– de hacer las cosas.

Aclarado el presupuesto metodológico, regresamos al asunto de las minorías inventadas desde el poder:

Cuando hablo de minorías en primera persona del plural –y disfruto la incomodidad de algunas personas o el guiño cómplice de otras–, adquiero una responsabilidad cívica, la de defender el grupo al que me adscribo. Después de todo, nadie me pregunta si soy mujer o si soy negra, y por lo mismo nadie defiende la sharia o al Ku Kux Klan en mi presencia. Pero casi todos asumen que soy una buena madre que aspira a defender a su bebé de esos programas de TV que dicen que la homosexualidad es normal. Mi deber cívico imperativo se refiere entonces a la diversidad sexual. Y el ejercicio de tal responsabilidad es complejo porque pasa por la heteronormatividad,  la abulia colectiva ante las actitudes públicas de homofobia, la reproducción de patrones violentos para combatir lo mismo que nos agrede. Por ejemplo:

Cierto jueves fui al banco, la cola era larga, el sol aplastaba, la humedad dibujaba patrones desagradables en nuestras ropas y pieles. Detrás de mi un hombre amenazaba con ponerse una bomba en el pecho y hacer saltar a todas las personas de la sucursal, para que aprendieran a organizar las colas. Delante una mujer vestida de amarillo –punto negativo de entrada– descargaba su verborrea en una conocida quejándose de que no puede ver la telenovela con su hija porque salen tortilleras y la niña va a pensar que eso es normal.

Levanté la mirada. Nuestros ojos se cruzaron y en los míos pudo leer –lo se– el agobio de la circunstancia hecho uno con la rabia por sus comentarios. Sus ojos brillaron retadores. Si –continuó hablando a la conocida que asentía blandamente–, para mi los hombres van con las mujeres y las mujeres van con los hombres. Me esforcé por regresar a la lectura de los avatares de Pedro I, pero ella siguió: Si tu crees que eso es normal ponlo a las 12 de la moche, cuando toda la gente está dormida, digo, si tu lo crees.

Miré a los lados, nadie se había inmutado. Me pregunté vagamente si mostrarían la misma ecuanimidad de referirse ella a la anormalidad de las parejas interraciales. Desee poder llamar a un policía, pero ¿qué le iba a decir? Volví a la lectura consciente de que la de amarillo me miraba, feliz de su miserable victoria. Detrás de mí  el hombre bomba repitió sus intensiones y la fantasía se abrió paso.

Ella estaba atada a una butaca fija frente a un televisor que transmitía la colección completa del Cine Club Diferente –desde Fresa y Chocolate hasta Brokeback Mountain, pasando por El celuloide oculto, Filadelfia, A mi madre le gustan las mujeres, Los chicos no lloran y La jaula de las locas. Aún vestía el horrible conjunto de blusa y falda amarillo pollito que rebelaba su cuerpo amorfo. El arnés –digno de La naranja mecánica– no le bajar los párpados o girar la cabeza, de modo que estaba forzada a mirar cuando las muestras de afecto le hacían sonrojar. En su regazo estaba la carga, un anticuado pero hermoso mazo de tubos de dinamita rojos y con las letras TNT en verde fosforescente. Ella se desgañitaba recordando a todos sus amigos gays y las veces que les prestó la olla de presión o les dejó usar el baño. Apreté el detonador muy lentamente, sin dejar de mirarla a los ojos.

El guardia llamó a tres más de la cola y la perdí de vista. La conocida se volvió hacia mí y su mirada dejó de ser blanda. Ahora pedía perdón. Asentí sin enfado, yo tampoco puedo hacer otra cosa que fantasear.

Pero incluso la fantasía está mal, porque reproduce el patrón de violencia política con el cual quienes hablan de democracia eliminan a sus contrincantes. Hemos aprendido miles de maneras de traicionar la democracia, porque es la única manera, hasta ahora, de acceder y mantener el poder. Pero si en verdad queremos ser cualitativamente distintos debemos controlar nuestras fantasías y jugar limpio con las armas de la democracia participativa.

Para argumentar esto debemos regresar a los cánones intelectuales convencionales que tanto gustan a los editores de ciencias sociales y a los hombres que “saben” que las mujeres podemos escribir de manera tan racional como ellos. En buen plan expositivo, entonces, pondré un ejemplo de lo que es una oportunidad de democracia participativa y luego mi argumentación:

El lunes 14 de junio de 2010, Juventud Rebelde tuvo de invitada en la Redacción Digital a Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), para una entrevista online con los lectores. Desde las 10 de la mañana hasta el mediodía ella, el doctor Alberto Roque Guerra, Presidente de la sección Diversidad Sexual de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES) y Zulendrys Kindelán Arias, Asesora Jurídica del CENESEX y Coordinadora de sus Servicios de Orientación Jurídica, respondieron en tiempo real las preguntas que las personas presentaran desde el martes anterior. El tema propuesto era la labor desarrollada por el CENESEX en Cuba –cuya línea más comentada es el reconocimiento de la igualdad legal de las personas LGBT.

Las entrevistas online son muy buena cosa, pues mueven el control de la conversación: del medio de prensa y sus intereses específicos, a la ciudadanía y sus intereses diversos. La participación revela entonces algo más cercano a la verdad del estado de opinión popular –más cercano porque está mediado por el acceso a la tecnología–, son más auténticas estas preguntas y reflexiones que las más atinadas preguntas de profesionales.

Como siempre que se tocan los temas de sexualidades disidentes, la página de comentarios se desbordó. Entre las preguntas y reflexiones suscritas me asombraron lo retrógrado social y la incultura legal. Se preguntó si el CENESEX no ayudaba a curar la homosexualidad, se cuestionó que se gaste dinero de la salud pública para darle “el gusto” de operarse a quienes “quieren” cambiar de sexo, se advirtió que “promover la homosexualidad” traiciona los logros de la Revolución y dejará a Cuba sin mano de obra joven, otro grupo intentó argumentar la pertinencia de que los derechos de las familias homoparentales sean sometidos a referéndum popular. Voy a resistir la tentación de contra-argumentar, porque Mariela, Alberto y Zulendrys lo hicieron muy bien. En cambio quiero sacar de este episodio un sentido aleccionador.

Lo que sigue son las propuestas que arrojo al campo, en respuesta al “estado del arte” sobre la percepción de los derechos de ciudadanía de la comunidad LGBT en Cuba. ¿Desde donde construyo estas ideas? Desde la óptica queer. Vamos a detenernos en la palabrita:

En estricta perspectiva lingüística queer es el término inglés para "extraño" o "poco usual," pero su utilización en referencia a la comunidad LGBT llega con el siglo XX y no está libre de polémica. La Teoría Queer parte de la consideración del género como una construcción y no como un hecho natural y establece ante todo la posibilidad de repensar las identidades desde fuera de los cuadros normativos de una sociedad que entiende el hecho sexual como constitutivo de una separación binaria de los seres humanos; separación fundada en la idea de la complementariedad de la pareja heterosexual. Contra el concepto clásico de género, que distinguía lo "heterosexual" socialmente aceptado (en inglés straight) de lo "anómalo" (queer), desde este punto de vista todas las identidades sociales son igualmente anómalas. De acuerdo con ello se rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales como "homosexual", "heterosexual", "hombre" o "mujer", sosteniendo que éstas esconden un número enorme de variaciones culturales, ninguna de las cuales sería más fundamental o natural que las otras.

He trabajado por horas en hacer esta definición comprensible para personas legas en los Estudios de Género, no se si  lo logro. Y es que lo queer trata de hacer sistémico el seguimiento del deseo, de ahí que su  naturaleza sea elusiva para el lenguaje de las ciencias sociales. “Si la teoría queer es una escuela de pensamiento, su visión de lo que constituye una disciplina no es en absoluto ortodoxa”, afirma Tamsin Spargo al inicio de Focault y la teoría queer, y bajo su sombra me amparo para justificar que al exponer la lógica queer en realidad no explico demasiado. Me pregunto, entonces, ¿pueden ser comprendidas mis propuestas  si parto de la incapacidad de mis palabras para resolver la tensión lenguaje / pensamiento que me (nos) supera? Alguna vez me pregunté si queer era un insulto o una cortesía, ahora no tengo dudas, es una declaración de principios. Así que correré el riesgo:

Propongo que aprovechemos los espacios de debate social previstos por la legislación cubana para establecer diálogos verdaderos, con base en la lógica del respeto al derecho ajeno, y del carácter laico y socialista del estado cubano.

Si vivimos en un Estado cuyo único modelo político constitucionalmente aceptado es el socialismo, ello implica que el Estado se organice en función de la búsqueda del bienestar para cada habitante –“sin distinción de raza, color de la piel, sexo, origen  nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad humana” (Art 42 de la Constitución)–; a que se reconozca su singularidad y se proteja su derecho a la plenitud y la dignidad. Entonces el derecho a la no-heterosexualidad es tan legítimo como el derecho a comer con sal el pan y el Estado debe, por imperativo orden de justicia, legislar la defensa de los derechos de “minorías” vulnerados por los usos y costumbres de la cultura hegemónica.

Ejemplos concretos: Nadie se puede amparar en el pasado esclavista de Cuba para negar el deber del Estado a castigar la discriminación racial, o el derecho de la ciudadanía no–blanca a  denunciar los sinuosos caminos del racismo y exigir mecanismos de compensación. Nadie se puede amparar en la tradicional violencia de género de la cultura iberoamericana para justificar el femicidio –o negar su singularidad dentro de las prácticas delictivas–, y afirmar que a las mujeres les “gusta” que las maltraten. Nadie se puede amparar en el machismo tropical para exigir a las personas LGBT que sigamos ocultas, en silencio, donde hemos estado desde que el mundo el mundo.

Desde que el mundo es mundo hay injusticia, y la historia de la humanidad es, de cierto modo, la historia de hallar la raíz de las injusticias… para arrancarla.

Propongo que quienes nos sentimos con deberes cívicos beligerantes –quienes estamos conscientes de ser integrantes de la inmensa minoría– actuemos más a menudo con conciencia de grupo, porque si bien somos un montón, estamos invisibles en el mar de "normalidad heterosexual" que modela a la sociedad cubana –y mundial.

Tenemos que hacer palabra y carne ese incómodo lema queer “Estamos aquí, no nos vamos a ningún lado, así que acostúmbrense” y dar la cara –hoy en JR, mañana en la Asamblea Nacional– para responder a quienes invocan la Biblia, la naturaleza y/o la tradición como justificaciones para quitarnos los derechos. Así el ejercicio ciudadano cotidiano tiene que ser reconocido como tal y la sociedad se reconfigura a partir de la diversidad que une, mucho más sana que la uniformidad que cercena. Así el Estado es puesto frente al espejo de la contradicción que implica no actuar en nuestra defensa.

Es una ridiculez que la pertinencia de las políticas de protección a las minorías se deje en manos de la mayoría discriminadora: ¿votaron los hombres para dar el derecho al voto a las mujeres?, ¿votaría el Congreso de los Estados Unidos por devolver las tierras ocupadas durante la conquista a los pueblos originarios?, ¿votó el Senado de Pretoria por dar derechos ciudadanos a los negros?  

Propongo romper con la heteronormatividad de pensamiento como primer paso para aclarar los términos. El imaginario político heteronormativo supone a menudo que a las minorías se les deben dar “sus espacios”, lo cual se traduce en guettos que reproducen el ciclo de ignorancia / miedo / violencia / necesidad de protección. Apartarse de esta lógica social de “compartimientos estancos” no es fácil, pero abre la puerta a soluciones que refuerzan el tejido social. Yo digo:
  • no queremos un espacio donde no nos molesten, queremos compartir sin miedo; 
  • no queremos beneficios especiales, queremos el derecho a la ciudadanía plena –con derechos y deberes; 
  • no queremos casarnos, queremos que se reconozca que ya vivimos en matrimonio y formamos familias a las que no es legítimo negar, despojar, discriminar pasiva o activamente; 
  • no queremos traumatizar a infantes forzándoles a la homosexualidad –porque somos cualitativamente diferentes de las muchas familias que imponen la heterosexualidad–, sino que ofrecemos hogares estables, honestos y comprensivos a personitas que el azar dejó sin familia biológica funcional y a las cuales los prejuicios están condenando a la soledad.
Propongo que seamos conscientes de que la responsabilidad en esta batalla de ideas no solo es del CENESEX como institución, o de Mariela Castro Espín y quienes le acompañan en la investigación y el activismo. La responsabilidad es de cada persona no heterosexual, de aquellas que se consideran heterosexuales con suficiente sensibilidad para sentir en su mejilla el golpe dado en la mejilla ajena, de quienes se consideren revolucionari@s, o marxistas, o demócratas, de quien se considere víctima o se reconozca victimari@ de la heteronormatividad.

Somos las personas afectadas quienes debemos tomar nuestro destino en las manos, al exigir al Estado el reconocimiento de la plena ciudadanía se debe partir del la apropiación de facto de esos derechos ciudadanos.

Para que un mundo mejor sea posible, hay que hacerlo.

Yo soy queer, yo amo esta Isla, ¿y tú?